El movimiento de Dropbox hacia «mucho más que un sitio donde compartir ficheros» (que recogieron entre otros Antonio y Pere) me llama la atención, aunque sólo sea porque creo que Dropbox supo desde el principio cuáles eran sus retos y prioridades (sincronización absoluta y fácil) y es algo de lo que el software libre puede (debe) aprender.
Ahora bien, a mí el movimiento hacia esa interfaz me hace pensar que Dropbox quiere una interfaz web como la que ya ofrece el software libre de ownCloud, si bien cabe la posibilidad de que quieran convertirse más bien en una especie de iCloud.
En cualquier caso, la reflexión de Pere (que cree que esto animará a muchas personas a buscar alternativas mejores a Dropbox) me hace pensar que la verdadera consecuencia de este movimiento terminará siendo un ensanchamiento de la brecha entre quienes usan la tecnología para moldear su entorno y quienes reciben un entorno moldeado por la tecnología será cada vez mayor.
La brecha digital no se define por el acceso o no acceso a Internet: se define por la capacidad de manipulación de la tecnología, o por la inevitabilidad de usar las cosas tal y como a uno se las dan. La alfabetización es una labor pendiente y va mucho más allá de darles Raspberry Pi a las escuelas (que está muy bien): vale la pena empoderar también a quienes ya salieron de la escuela.