Comenzamos la primera semana del año cruzando la península camino de Madrid y leyendo feeds. Así llegamos a dos enlaces interesantes sobre el recién aprobado reglamento que servirá para poner en marcha la ley Sinde:
- Un manual de desobediencia (pdf) que ERB nos deja en un comentario (y que aún tengo que leer)
- Un largo pero interesante post de Javier Prenafeta en el que se detalla cómo funciona el asunto.
Resulta evidente que la maraña legal está cada vez más complicada, y que todo es cada vez más molesto y más empobrecedor, pues se continúa creando exclusión en virtud de una restricción artificial.
Sin embargo, podemos frenar la locura y actuar en beneficio de todos por una vez. La solución, como recordábamos ayer en Ad Astra haciéndonos eco de la propuesta de Zemos, ya la conocemos hace tiempo: dominio público.
La única opción de futuro es liberar las obras por decisión propia, liberarlas del enrejado legal en el que quieren atraparnos.
Totalmente de acuerdo jeje he leído tu nota justo después de publicar la mía
¡Me gustó mucho la tuya, por cierto!