Introducir malware en un móvil o un ordenador para conseguir datos del usuario (desde información personal a un registro de lo que se va tecleando) no es algo nuevo. Usar un teléfono móvil para espiar lo que se teclea en un computador cercano tan sólo dejándolo sobre la misma mesa en la que reposa el teclado es una innovación bastante ingeniosa:
The accelerometers built into modern smartphones can sense keyboard vibrations and decipher complete sentences with up to 80% accuracy. (…) Most smartphones made in the past two years are sophisticated enough to launch this attack.
El acelerómetro siente las diferentes vibraciones, identifica en qué área del teclado se ha pulsado así como la distancia/cercanía entre pulsaciones consecutivas. Con eso y toneladas de texto de partida para enseñar al software, ya aciertan el 80% de las frases. Aunque han hecho el experimento usando un iPhone, admiten que la mayoría de teléfonos en el mercado actual poseen esta capacidad.
Aunque en una situación real (mesa de trabajo con varios teclados, cibercafé) seguro el software luce menos medallas, me sigue pareciendo una técnica innovadora para comprometer un computador cuyo administrador cree perfectamente defendido.