«El objetivo completo de la práctica política es mantener a la población alarmada (y así conseguir que clame por ser salvada) amenazándola con una serie inacabable de duendes malvados, todos ellos imaginarios.»
– H.L. Mencken, en 1920
(citado por Daniel Gardner en The science of fear, un libro del que pronto hablaré más tranquilamente)
Está claro que la política del miedo (terrorismo, en esencia, pues no persigue otra cosa que dominación a través del miedo) es vieja, muy vieja.