Dicen quienes estaban ahí hace 30 años que el Mac lo tenía todo, y sin embargo la web (junto al e-mail, sin duda la verdadera killer app de Internet) tuvo que ser inventada fuera de él.
Es lo que se recoge de una frase de Dave Winer en un artículo acerca del trigésimo aniversario del Mac:
La web debió haber sido inventada en el Mac. Teníamos el mejor software, los mejores desarrolladors, la mejor plataforma, sin límites de 640k (no os riáis, el software en Windows estaba limitado en su crecimiento). Lo teníamos todo, pero la cultura de Apple no nos permitiría usarla.
Y también de la respuesta que con otras palabras da Paul Montgomery a la misma:
el Mac era una catedral cerrada, su diseño fue precisamente lo que hizo que la web sucediera fuera, en el bazar.
La gran cuestión que nos queda ahora es saber si con las tiendas de aplicaciones actuales, todas inspiradas en la misma cultura constrictora de Apple, no se repetirá la historia. Con el hype en torno a la salud, miles de aplicaciones dicen ayudar a medir los niveles de diabetes, pero la realidad es que no sirven para nada. Son un ecosistema de aplicaciones inútiles. Y esto seguro está pasando en multitud de ámbitos.
¿Sucederá la próxima gran revolución fuera de las app stores? Si tienen razón quienes dicen que la próxima gran revolución son los cacharros de casa conectados (de los que hablábamos el otro día), quizá esté siendo ya así.
Y lo del mejor software es otra muestra más de la miopía manzanera, que sigue igual en nuestros días porque el converso acaba olvidando lo mucho o poco que sabía de otras cosas (con honrosas excepciones).
Podríamos hablar de la chusta que fue MacOS en los 90. O seguir con el fastuoso sistema de archivos que siguen empleando, que a día de hoy es inferior tanto a NTFS como a EXT4 o ZFS.
No digo que Mac sea una mierda. Su diseño me deja indiferente (yo sólo tengo ojos para las cajas bento, LOL), pero su software no es la octava maravilla EN TODO. Joder, hasta la versión anterior no tenían repositorio de aplicaciones como linux desde que se hacía la mili con lanza.
Eso sí, tienen cosas muy buenas: el time machine, la gestión de batería, etc. Pero el problema del branding es que se pone por delante la marca a la función. Yo tengo que sacar mi trabajo adelante, y parte de mi trabajo es escoger, optimizar y mantener la herramienta óptima. En mi caso es Windows con la mayoría de las aplicaciones libres, porque por más que he intentado con linux, hay aplicaciones que tengo que emular y para eso ejecuto en nativo las aplicaciones windows-only, y las libres tienen la práctica totalidad versión windows.
Es mi entorno y mi análisis. Se aplica a algunos casos y a otros no. A música, por ejemplo, OSX tiene ventajas decisivas, por la comunidad que hay detrás. Pero desarrollar web en OSX tiene un punto muchas veces de postureo, salvo que el desarrollador haya dedicado tiempo a analizar pros y contras de su ecosistema.
Finalmente está la calidad del hardware. La estética es subjetiva, pero lo que aguanta un equipo no. Mi padre tiene un thinkpad centrino de 2004 al que he instalado win 7 por aquello del XPpocalipsis, y funciona como la seda si lo sabes aligerar. Hago este último apunte por aquello de «te compras un Mac y lo rentabilizas por lo mucho que llega a durar».
No digas miopía cuando sabemos que es narcisismo, jajaja.
Yo no entro a evaluar si era la mejor plataforma o no, o lo es ahora. Me quedo con esa visión de un mac-creyente (eso si, uno más o menos cauto) de que ni siquiera en el caso de que fueran la mejor plataforma tenían el mejor entorno para innovar. Y me pregunto si la cultura de esa empresa habrá cambiado algo… porque viendo cómo se enfoca la App Store diría que no.