En estos días inciertos, La Libertad afronta nuevos retos que son viejos como el mundo. Nuevos y poderosos enemigos amenazan nuestra seguridad, de modo que para que podamos protegerte mejor, no dudes en utilizar un pasaporte «inteligente» con información biométrica, desnudarte en el aeropuerto y pasar sed (o pasar por caja) en el avión. Le informamos que, siempre para garantizar su seguridad, también miles de ojos le cuidarán en el aeropuerto y en el metro. En realidad, y como parte del plan de construcción de un futuro mejor, velamos por su seguridad en todas partes.
Porque eso es lo que estamos haciendo, ayudando a construir un futuro mejor. Para ello es necesario un esfuerzo común y es por eso que, con vuestra colaboración, estamos construyendo enormes bases de datos con ADN de todos nosotros; ese mismo afán es el que nos hace espiar tus correos y escuchar tus llamadas telefónicas.
Queremos enviar un mensaje a nuestro enemigo: En nuestra defensa no escatimaremos recursos. Es por eso que enviamos al futuro de nuestra nación, nuestros jóvenes, a combatir en Irak para destruir (y usar) las armas de destrucción masiva que le vendimos para combatir al enemigo comunista, pues por azares de la vida esas manos son eran ahora las manos del enemigo.
De hecho, y como medida preventiva, todos sois el enemigo. Mentiras fasciosas las de aquel que se atreva a comparar nuestra preocupación por saber dónde estáis en cada momento y con quién habláis con el control obsesivo de aquellos que en el siglo veinte tuvieron el dudoso honor de haber entre su pueblo más víctimas que el mismísimo Hitler. Nosotros hacemos todo esto para apresar terroristas, así que no hay nada que temer.
¿No se creen mucho esos motivos? Bueno, yo tampoco…
(imagen encontrada en el flickr de Guerra Eterna)
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