Unas veces es la propiedad intelectual como excusa para la censura (y ése es el camino hacia La sociedad de control de la que tanto hemos advertido). Otras, los lobbies de la propiedad intelectual no encuentran cómo empuñar su arma preferida pero no se resignan a jugar a su deporte preferido: imponer a los demás qué pensar y qué decir (y, sobre todo, qué no decir). Ahí se recurre a cualquier otro argumento (como «infracción al honor» via GM.tv) para recortar la libertad de expresión.
Con Enrique Dans se puede estar de acuerdo o no, en algunas cosas o en todas, pero lo cierto es que esta demanda no se la merece. Y todos los que estamos en la Red y queremos seguir estando en libertad haríamos bien en mirarnos en su espejo. No es de recibo este tipo de demandas, no lo fueron en el pasado y (aunque esperemos que no haya motivos) no lo serán en el futuro. Lo irónico es que si Promusicae quería silenciar el tema, nos vamos a morir de la risa. ¿Dónde está Streissand cuando se la necesita?
No han entendido nada, y eso que no había que volar hasta California, con echar una miradita a las muchas muestras de amor espontáneo recogidas por Ramoncín como consecuencia de su susceptible honor (contra 20 minutos, contra El Economista, contra ABC). Y contra A las barricadas, contra la Frikipedia, contra Julio Alonso. Lo mejor que se puede decir es que fue portada en El Mundo Today (no todo el mundo lo consigue y más de uno parece buscarlo desesperadamente).
Promusicae demuestra que no ha entendido nada. Pero de eso hablamos otro día, hoy es momento de ir al grano y no hay otra cosa que decir: Enrique Dans cuenta con nuestro apoyo.
Cuando cerraron Megaupload dije que era un revival de hace una década que no tendría que haber sido noticia porque técnicamente está superado. ¿Qué podemos decir de una demanda como ésta a estas alturas? Es una acción violenta con formas anacrónicas en nombre de ideas del pasado. Y la víctima somos todos, porque con piedras como ésta se construye el túmulo de precedentes bajo el que quieren sepultar nuestra libertad de expresión.
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Versvs: El susceptible honor de sus graciosas majestades, una vez más
Vete a saber lo que hay en las mentes de los rarísimos señores a sueldo de promusicae (siempre viene bien ir a sus webs para publicar quienes son los «dueños», porque la conspiración es muy fina: esos nombres – «coalición de creadores» – que muestran lo que son, ejecutivos de marketing y no creadores de nada, inteligentes intoxicadores de opinión pública y alimentadores de favores políticos). «Intentar callar» me parece sinceramente burdo. ¿Es el estado de ánimo que crea un ministro que les dice que sí a todo, el estado heroico en el que creen que van seriamente a cerrar webs, la euforia de haber llevado a la cárcel a Kim Dotcom y al fundador de Cuevana el que les lleva a realizar la guerra de exterminio? ¿Es un «ahora, ya, sí podemos»?. Fíjate que hay una tele que se dedica ya y más que se va a ver en los próximos días a poner mensajitos – otra vez – al final de cada serie diciendo que se «proteja la cultura». La esencia del matonismo intrínseco en estas industrias es lo que está en juego. Si no les gustaba Enrique, se van a hartar. Si Enrique podía tener posiciones discutibles, ahora ya es un héroe: mucho más que Pablo Soto. Lo más interesante es que la derrota de SOPA (parcial: al día siguiente el FBI asaltó Megaupload, una bella compensación) ante la opinión pública se basó en abusar de abogados de cinco estrellas haciendo lobby e ignorando la fuerza de las empresas de la red… que compiten ya por el mismo espacio de conquista de negocio de los sueños mundiales con Hollywood. La diferencia es que los segundos tienen usuarios tirando a «fan» y los primeros meros consumidores que no están dispuestos a pagar el precio que les imponen por consumir. Bien mirado, sigue siendo muy entretenido.
Salud
A Promusicae le puede salir caro este movimiento, ha dado alas en todo tipo de medios (generalistas, de consumo popular) a un comentario que quedó enterrado ya hace tiempo, y encima, con un poco de suerte, puede que un juez determine que las palabras de ED fueron veraces, con lo que ese comentario perdido en la red se convierte en hecho probado en un juicio.
Por lo demás: Sí, es un peligro que instituciones como el derecho al honor o los derechos de autor se usen (instrumentalicen) para censurar, es algo ante lo que tenemos que plantar cara de forma decidida.
Hasta luego ;)
De hecho, ¡espero que le salga muy caro! :)