A pesar de esto, el gobierno holandés no se rinde y anuncia que mandará evaluar de nuevo las máquinas para verificar su (in)seguridad. Parece increíble que después de todo aún insistan en este sistema de voto, pero antes de poner el grito en el cielo concederemos el beneficio de la duda que se acaban de ganar con esta retirada preventiva. Y no hay que olvidar que quizá el resultado del estudio coincide con el resultado de una evaluación similar llevada en California y que acabó con la retirada de la autorización a numerosas máquinas de voto electrónico.
En cualquier caso, y a la espera de nuevos movimientos, Holanda es ahora un país libre de voto electrónico. Seguiremos atentos, pero de momento la batalla se ha ganado ahí. Sobre los principios democráticos que viola el voto electrónico hablamos en Voto electrónico en Francia «sí o sí»