Ayer noche estuvimos en la playa. Se celebraba el solsticio de verano con la niebla más densa que nunca se vio en una noche como ésta. Una niebla que no era, ni con mucho, lo más extraño. Lo más extraño fue comprobar que habían prohibido encender hogueras en la playa. Miles de años celebrando estas fechas con fuego, pero ahí chocamos con la incapacidad de gobierno del ayuntamiento. Con más del 30% de la población en paro las autoridades encuentran en la prohibición su única vía para demostrar absurdamente su poder. Y aquí no se fuma, y no se bebe en la calle, y no se te ocurra pasar de 110, y no enciendas fuego en la playa en San Juan. Habrá quien se consuele pensando que ni Rucalcaba ni sus esbirros están detrás de este último despropósito. La realidad, como siempre, es más cruda: el Estado es incapaz de aupar alternativas ideológicas al prohibicionismo desbocado, uno tan sólo quiere escupirlo todo, para quedarnos limpios por dentro; y entonces correr, correr lejos, sin mirar atrás.
5 comentarios
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Estoy en el Sur de la Costa Brava. Aquí también decidieron no dejar hogueras. Supongo que alegrarían «peligro». No había niebla. En cambio, cualquiera tiraba cohetes de pirotecnia colorida. Me pregunto como durante siglos se mantuvieron tradiciones sin que pasara realmente nada o no pensaran que era tan peligroso que había que continuar con ello. Pero el estado benefactor siempre tiene como excusa nuestro propio bien para demostrar su poder.
Sip, lo cantaban en una canción de uno de esos grupos que yo oía mucho hace unos años… «tienes que entenderlo» «sí, ya lo voy cogiendo: el daño que me hacéis es por mi bien» :)
Ante la incapacidad demostrada de gestionar los capitales y recursos colectivos y el descredito acumulado, la salida fácil de toda estructura de poder es autoafirmarse a través de la prohibición y el orden.
Es como decir: Bueno, no os estamos aportando nada bueno, pero todavía podemos joderos más, así que mejor no os mováis demasiado…
Cada vez más, me estoy dando cuenta de la inutilidad de las estructuras estatales actuales como proyecto común para el futuro del nuevo mundo. Acaso os estaré leyendo demasiado??? XD
Un saludo.
¡ja ja ja!
No creo que sea porque nos leas mucho, es más bien que de un tiempo a esta parte le han perdido la vergüenza a prohibir y están desataos. Si hace un tiempo, cuando escribí La sociedad de control la cosa ya apuntaba maneras, la ruptura del sueño (ése en el que unos eran ricos sin apenas trabajar e iban a seguir siendo ricos toda la vida sin apenas trabajar) no hace sino precipitar el ascenso del totalitarismo por parte de los dirigentes, pero tolerado por una ciudadanía que en estas circunstancias se descubre encantada de salir a la calle vestida con el uniforme de camorrista, dispuesta a masacrar a todo el que piense/actúe diferente…
Coincido con Pop Culture! (y con el post) pero no acabo de entender tu respuesta, Versus, cuando dices que las acciones de los dirigentes (en este caso, prohibicionistas) son amparadas o toleradas por la ciudadanía. ¿No van en realidad en su contra?
Saludos!