Y no lo digo yo, aunque no sólo estoy muy de acuerdo con eso sino que voy más allá al afirmar que la RFID hace tiempo que permite intromisiones en nuestra privacidad más allá de lo que la ley le permite a nadie. Semejante afirmación es la conclusión general de las conferencias que la industria de la rfid ha celebrado en Chicago: RFID Journal Industry Summits. En RFID Journal asistieron a esa cumbre y la comentan un poco, algo que me sirve porque no sabía que se habían celebrado.
Según la propia industria «la tecnología ha alcanzado un punto en el que losusuarios y los vendedores van a comenzar a afrontar problemas legales yde privacidad». El enunciado, construido a propósito con la intención de equiparar responsabilidades, es evidentemente fruto de los portavoces de la industria (que eran los que asistían a dichas conferencias), ya que está claro que los usuarios no afrontamos problemas legales. No hacemos nada que atente contra el derecho a la privacidad de nuestros vecinos así que no tenemos culpa de nada. Los únicos culpables aquí son la industria, empeñada en mejorar sus técnicas de venta, y los gobiernos que, cegados por las posibilidades que ofrece, no ponen interés en limitar los usos de la RFID, permitiendo su uso ilimitado y altamente intrusivo.
La citada cumbre de la industria incluía un seminario sobre Políticas Legales y Públicas de la RFID que trató los siguientes temas:
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Privacidad y seguridad de datos.
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El impacto de las órdenes gubernamentales sobre RFID.
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Falta de Legislación y regulación estatal y federal (Nota: Están centrados en EEUU, de ahí que hablen de legislación federal).
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Estandarización internacional y gestión de frecuencias disponibles.
Como puede verse, la industria no para de hacer sus planes y están muy bien organizados, a pesar de eso no tienen más remedio que afirmar que esta tecnología es intrusiva y roza los límites legales (yo digo que los traspasa) ¿para cuando vamos a plantar cara enérgicamente? Es necesario.
