«Que la gente pudiese hacer promesas sin la mínima intención de cumplirlas era algo inimaginable para mí».
– Henry Miller
Domingo electoral (¡otra vez!), recuerden que cuánto más fantástica, sorprendente, mágica, y sencilla sea la solución que les han prometido y con la que han seducido su voto, más probable es que el que les prometió tal cosa no tenga ni la más remota intención de cumplirla.
Eso es lo que en nuestro idioma conocemos como frivolidad. En este blog detestamos la frivolidad, pero eso es tema para otro post. Hoy sólo quería desearles un buen domingo. Y si me leen el lunes, como ya habrá motivos… pues disfruten lo votado.