Hoy vamos a hablar del libro Programming the Universe, Seth Lloyd, que nos embarca en un curioso viaje por la frontera entre la física y la informática. Lloyd explora la idea de que el universo mismo puede ser visto como un sistema computacional, donde la información y la computación son fundamentales para su funcionamiento. Tengo cola de muchísimos libros leídos sin haber comentado por aquí y aunque no creo que hable de todos, para no aburrir, no quería dejar de pasar este.
El libro comienza con una introducción a la mecánica cuántica, sentando las bases para comprender la naturaleza probabilística del universo. Lloyd luego explora la noción de la computación cuántica, una nueva forma de computación que aprovecha las propiedades de la mecánica cuántica para realizar cálculos que son imposibles para las computadoras tradicionales.
Ese tramo en el que se explica la diferencia entre un bit convencional (el que normalmente entendemos como un 1 o un 0 en función de que un pequeñísimo condensador tenga electricidad almacenada) y un qubit en el que la superposición de estados hace que las operaciones lógica hagan múltiples operaciones a la vez es seguramente la más fascinante del libro, al menos si estás en mi situación y no habías nunca investigado demasiado sobre qubits y cómo funcionan. Claro que no soy del todo imparcial: después de todo estudié química e hice un doctorado estudiando la interacción de la radiación láser-materia, aunque haga ya muchos años me dedique al mundo del software dentro del sector de las telecomunicaciones. Vamos, que este tema me gusta desde chiquitito, como aquel que dice.
Uno de los aspectos más intrigantes del libro es la idea de que la vida misma puede ser vista como un proceso computacional. Lloyd argumenta que las células vivas son sistemas computacionales que utilizan la información para reproducirse, evolucionar y adaptarse a su entorno. En esta parte final del libro, no obstante, me parece que pierde algo de fuelle, aunque Lloyd nos invita con ella a reflexionar sobre la naturaleza de la realidad y del universo como un enorme sistema computacional. Esta perspectiva ofrece una nueva forma de entender la complejidad de la vida y su origen. No dejaba yo de pensar en la serie Devs y su determinismo computacional mientras leía todo esto.
Con todo y sin poderlo elevar a la categoría de imprescindible a la que sí elevé a Team Topologies, el libro tiene buen ritmo y algunos pasajes realmente bien hilados sobre mecánica cuántica y la relación entre entropía e información conocida/desconocida almacenada en un sistema. En general, una nueva perspectiva sobre el universo y los sistemas de información cuántica.