Forma de gobierno caracterizada por la ausencia de líderes entre la comunidad y la ausencia del derecho a veto a las decisiones organizativas o actuacionales dentro de la misma.
La anarquía se define en ocasiones como democracia extrema, sin embargo existe una diferencia significativa con otras formas de gobierno como la democracia. En una comunidad organizada democráticamente, todos los miembros pueden proponer ideas y planes de trabajo, pero sólo se llevarán a cabo aquellos que sean apoyados por la mayoría. En la anarquía, las mayorías carecen de derecho a veto sobre las decisiones de las minorías. Una mayoría no debe impedir que una minoría lleve a cabo sus proyectos, y esa es una diferencia mayor con los sistemas democráticos asamblearios.
En una comunidad anárquica, todo el mundo puede proponer ideas y planes de trabajo y todas se llevarán a cabo con la colaboración de los miembros que decidan apoyarlos. Lo que separará a los planes propuestos no es que sean ejecutados o no, ya que todos serán ejecutados, sino el número de personas que trabajan en ellos ya que de ese número de personas dependerá el grado de éxito de los mismos.
En un sistema de este tipo funcionando idealmente, todos los miembros de la comunidad plantean ideas y las llevan a cabo en igual medida. La realidad es que es difícil concebir un sistema de este tipo trabajando idealmente, pues hay personas con más iniciativa o creatividad que otras para proponer planes de trabajo, y otros que quizá carecen de esa creatividad pero colaborarán muy activamente con los planes que le parezcan positivos.