Diversos medios se hacen eco de una nueva pantalla multitouch que usa un lector RFID para identificar al usuario. En el fondo, se trata de una interfaz con la que usar una computadora conectada a una red, de forma que no tienes que irle diciendo al sistema quién eres porque él ya te está identificando. El ejemplo que dan en CreativityOnline (via Engadget) es el de una intranet de un edificio de oficinas. Estas pantallas se extienden por el edificio y tú te conectas a la pantalla para interactuar con el sistema, que inmediatamente te identifica y te ubica en las pantallas para que todos los demás puedan localizarte. Así mismo, tú puedes localizar a otros compañeros en el edificio e interactuar con ellos. Otro ejemplo que ponen es publicitario: hablan de ofrecer anuncios personalizados basados en la identidad del usuario, al estilo Minority Report.
Como interfaz para intranets, no me parece nada muy nuevo respecto de cualquier otro sistema de intranet corporativo, excepto porque supuestamente no te tienes que loguear en el ordenador, que te identifica a ti automáticamente usando un chip RFID. Bueno, a ti o a cualquiera que lleve un chip como el tuyo (NdT: clonado, o prestado). Imagino que toda esa facilidad que dicen que añade se debe a que supuestamente eliminan la necesidad de introducir una contraseña para identificarte en la intranet. Si es así, es una metedura de pata en materia de seguridad; si no es así, el avance en comodidad no es tal y es más un vender la moto a toda costa. La ID del chip no asegura que soy yo, sólo identifica, lo que debe asegurar (si está bien escogida) que soy yo el que está en el pc es la contraseña. Eliminar dicha contraseña no es algo que se pueda hacer sin coste para la seguridad del sistema.
En todo caso, añadir más capacidades de seguimiento y control laboral y publicitario no parece que vaya a mejorar nuestra calidad de vida en un entorno en el que en muchas ocasiones está ya altamente controlado todo lo que hacemos. Igualmente, en un entorno en que los datos representan el gran tesoro ignorado por casi todos, darle aún más control a anunciantes de todo tipo a costa de nuestra privacidad no parece tolerable.
Por cierto, que esta aplicación de pantallas multitáctiles usando RFID fue lo primero en lo que pensamos en su día cuando se presentó (con mucha fanfarria y alto silencio en los meses posteriores) Microsoft Surface.
[En La sociedad de control, hay todo un capítulo dedicado a cómo las nuevas formas de publicidad erosionan nuestra privacidad.]