
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Imagen: recorte de prensa de la respuesta del editor del The New York Sun a Virginia O’Hanlon, niña que a sus 8 años quiso saber si era cierto que no existía Santa Claus.]
El 21 de septiembre de 1897 se publicó en el The Sun (el de Nueva York) una de esas piezas que trascienden al tiempo y cuya memoria llega hasta nuestros días. Los compañeros de colegio de Virginia O’Hanlon, a sus 8 años, le dijeron que no había un Santa Claus; para que nos entendamos, «los reyes son los padres». Cuando ella preguntó a su padre, éste tirando de puro argumento de autoridad frente a una niña incapaz de medir la magnitud del invento le responde «si lo ves en el The Sun es que es verdad, ¿no es así?». Y el resto, es una de las historias más conocidas de la historia de los medios de masas (y también una historia de manipulación, aunque por tema y contexto la historia nos suene casi tierna). Pueden leer la editorial completa (en inglés) en el Museo de las noticias.
Se estarán preguntando a santo de qué traigo hoy esta historia. Pues no me demoro más, y es que parece que de un tiempo a esta parte todo lo que no sea un «muro», o timeline no tiene futuro. Si te crees lo que dicen en los medios, y si te crees lo que dicen los… heavy users de servicios-cuya-experiencia-gira-en-torno-al-timeline (por ej. Twitter) todo lo que no sea eso ha quedado antiguo, ajado. Viejo. Y, sin embargo, piénsenlo bien: más allá de Facebook y Twitter y sus epígonos (a los que van comprando, como en el caso de Instagram), los proyectos más interesantes de la Internet actual son de otro tipo más comunitario, más deliberativo… y no tienen timeline.
Cuatro casos relevantes de proyectos actuales que no usan la metáfora timeline
Y es que los ejemplos, últimamente, abundan: no es sólo que el fenómeno de la financiación colectiva haya dado origen a empresas como Kickstarter, sin duda de las más interesantes actualmente en Internet. Es que el fenómeno en sí, por lo que tiene de compromiso, de pre-compra y de inversión en proyectos que están por hacer tiene un aspecto clave: lo más complicado es armar comunidad entre quien pide financiación y quién la da, así como masa crítica en torno al sitio (en sí, una comunidad que puede desarrollar su propia motivación y/o agruparse en torno a intereses, como sucede con Goteo). Ningún sitio de crowd funding tiene timeline.
Pero continuemos avanzando: MOOC es el acrónimo de moda. Formación online, masiva, de alto nivel. Muchas veces gratuita, promete transformar cómo aprendemos tanto personas y empresas, aunque seguramente haya que moderar las espectativas. Udacity, Coursera, o el más reciente edX del MIT pretenden convertirse en ese sitio de referencia para la nueva formación de alto nivel, ofreciendo no tanto titulaciones al uso como asignaturas sueltas. Y… ninguna de ellas tiene timeline.
Luego tenemos a mi preferida: Stack Exchange. ¿Tienes un problema con el ordenador? No pasa nada, Stack Overflow es tu amigo. Pero bueno, también es tu amigo si tienes un problema con el inglés, o buscas información sobre juegos de rol. Parece que, después de todo es un caramelo de proyecto capaz de emplear a 70 personas y modernizar el concepto de foro que tanto ha hecho para favorecer las discusiones y la generación de debates en Internet. Eso sí, los foros de Stack Exchange sí que tienen un timeline. ¿No te lo has creído, verdad? Porque claro que no, inocente, que tampoco tienen timeline.
Y si os parece que exagero al comentar que Stack Exchange hace una de las propuestas más interesantes del momento (ya he dicho que es uno de mis proyectos preferidos), ayer Jeff Atwood hacía público se presentó Discourse, un nuevo software libre para foros recibido con gran júbilo evidentemente inspirado en Stack Exchange y… aunque nadie parece mencionarlo, en Google Wave (ahora conocido como Apache Wave). Por cierto que Discourse ha sido liberado con licencia GPL v2, apuntalando una de las conclusiones que extrajimos en el reciente white paper sobre el estado del software libre en 2013 que publicamos en Cartograf. Huelga decir que no, Discourse tampoco tiene timeline.
No, Virginia… there is no Santa Claus
Dice Gonzalo Martín que hay que matar al timeline. No creo que sea necesario. El dospuntocerismo tardío ayudó a muchos a descubrir el modo en que concentrar atención y monetizarla. Eso no se puede desinventar, pero no pasa nada. El aspecto verdaderamente preocupante de esta lógica de interacción web es que nos prive de descubrir que hay otra Internet posible. Y hay evidencias de que es posible y, más aún, de que está al alza. Sobre todo en entornos donde la generación de conocimiento prima: organización y deliberación en común, sean pequeñas comunidades o empresas.
Ante todo, mucha calma: 4 de los proyectos más interesantes de la Internet actual giran más en torno a la generación de comunidades online tal y como se concebían antes de la mal llamada web social, aprovechando sin duda alguna elementos de ésta… pero sin sucumbir a la imperiosa necesidad de consumir un torrente inacabable (pero sí agotador) de información en forma de sumidero en el que, en realidad, nunca pasa nada. Estos proyectos apuestan por otra cosa, y repito lo que dije en el blog de Cartograf hace ya casi un año: hay motivos para ser optimista, en el futuro de la red hay más ética hacker.
Se trata de una generación de herramientas y modelos nacida después de la eclosión de Facebook y Twitter y su llegada al mainstream. Se trata de la primera generación de herramientas post-Timeline.