Ubuntu dejará de usar el servidor de ventanas X

Jon Brodkin para Ars Technica:

Canonical yesterday unveiled «Mir,» which it describes as «a system-level component targeted as a replacement for the X window server system to unlock next-generation user experiences for devices ranging from Linux desktop to mobile devices powered by Ubuntu.»

Oliver Reis, jefe de desarrollo en Canonical, da más info sobre Mir y dice que lo que necesitan es poder desarrollar sin trabas:

[there are] too many distractions from the actual goal, to provide an outstanding experience across all the supported devices – from consumer electronics to desktop computing devices to enterprise devices.

The chosen approach was to develop Mir, our own Display Server which is engineered driven by the designs and requirements that our larger vision dictates – no compromises, no crude hacks, fully testable & tested, performance in mind, support for legacy X applications, developed by Ubuntu for Ubuntu.

Adicionalmente, Unity será portada para funcionar sobre Qt.

Me parece todo muy bien, pero creo que Canonical vuelve a pecar de desarrollar software libre sin contar con la comunidad, de forma tan autárquica como la peor Apple. Y mientras tanto, la Ubuntu 12.10 es tan extremadamente inestable que yo decidí dar marcha atrás y reinstalar mi sistema con la 12.04.

No hemos avanzado nada

«Los expertos en cultura griega antigua dicen que la gente de aquella época no creía que sus pensamientos les pertenecieran. Cuando los griegos de la Antigüedad tenían una idea, creían que un dios o una diosa les estaba dando una orden. Apolo les estaba diciendo que fueran valientes. Atenea les estaba diciendo que se enamoraran.

Ahora la gente oye un anuncio de patatas fritas con sabor a crema agria y salen corriendo a comprarlas, pero a eso lo llaman su libre albedrío.»

Chuck Palahniuk, en Nana.

Poco que añadir, si nunca lo leyeron, el señor Palahniuk merece algo de su atención. Yo sólo puedo decir cosas buenas de lo que leí suyo.

Si las sillas tuvieran DRM (y Arduino)

Interesante ejercicio artístico llevado a cabo en Lausanne que descubrimos en Hack a day:

Download a song from iTunes, and you can only add that song to the music library of five other computers. Grab a copy of the latest Microsoft Office, and you’d better hope you won’t be upgrading your computer any time soon. Obviously DRM is a great tool for companies to make sure we only use software and data as intended, but outside planned obsolescence, there isn’t much in the way of DRM for physical objects.

This is where a team from the University of Art and Design in Lausanne, Switzerland comes in. They designed a chair that can only be sat upon eight times. After that, the chair falls apart necessitating the purchase of a new chair. Somewhere in the flat-pack furniture industry, someone is kicking themselves for not thinking of this sooner while another is wondering how they made a chair last so long.

Básicamente: en la fabricación de la silla se usan materiales especiales y un chip Arduino que lleva el control de cuántas veces se ha sentado alguien en la silla, y cuántos usos quedan (al más puro estilo te-queda-toner-pero-ya-no-imprimo-más). Cuando el segundo contador llega a cero, el chip se encarga de desencadenar la reacción que provocará que la silla se desmonte sóla.

¿Tiene futuro en el mercado una silla especialmente limitada? Hay productos mejores, pero nunca se sabe. Igual la gente las compra y, a continuación, las rootea para desconectar el mecanismo de desmontado automático.

Lo que sí sé es que resulta muy plástico como ejemplo de lo estúpida que es la limitación de DRM incluido en muchos contenidos digitales. Y también queda claro que la tecnología es lo que hagas con ella: Arduino puede servir para lo mejor, pero también para este tipo de cosas.

La tabletización llega a GigaOM (y nos da la razón)

En Giga OM hablan del efecto devastador del iPad sobre la experiencia de usuario: Browsing the web on an iPad stinks (and Apple likes it that way):

Surfing the web is far less pleasurable on an iPad. Visiting a site frequently presents one with a pop-up and a dilemma: Download the app, or endure the diminished experience of a website designed for another device. Safari is essentially a limited version of its desktop sibling – and apps almost always provide a better experience. (Or, as Firefox UX Lead Alex Limi has summed it up, it’s ”kind of sucky.”)

Of course, this is sort of the point. It’s in Apple’s, or any tablet maker’s, best interest to make using (read: buying) apps preferable to visiting websites. Safari is designed to make using web-based apps on an iPad inconvenient, if not impossible. In response, most companies focus their mobile development resources on creating native apps rather than optimizing their content for tablet browsers. The result is a browsing experience full of flow-breakers. In short, on a computer the browsing experience is limitless; on a tablet, it’s filled with blind alleys and false doors.

Aquí hace ya más de un año que dimos nombre al conjunto de fenómenos relacionados con esto (incluye otras cosas no menos relevantes como la voluntad de seguir como hasta ahora, de correr en dirección contraria a la desintermediación y la adquisición de autonomía, para migrar a lo digital sin cuestionarse el viejo modelo de consumo de información): tabletización.

Renovamos Versvs

Nuevo aspecto de Versvs

Tras casi dos años, hace ya un tiempo que vengo pensando en revisar la apariencia del blog y eso he hecho. Aún no estoy satisfecho del todo, así que seguro que habrá cambios leves en aquí y allá. Pero la base es la que es, y es la que tienen. Y qué quieren que les diga, me parece que salimos ganando en claridad. El mérito es de Skeleton Theme, que el tiempo escasea para virguerías.

Crónica del primer Arduino & Beers

Ayer celebramos en Madrid el (to the best of our knowledge) primer Arduino & Beers. Ahí nos reunimos en Malasaña aficionados y curiosos de este fenómeno que plantea transformar el modo en que hacemos algunas de las cosas. Entre los asistentes estaban viejos conocidos de este blog, como Fernando Álvarez, Iván Fanego, David García-Navas, Juan Luis Chulilla, Gonzalo Martín y yo mismo. Y bueno, pues varias horas charlando acerca del estado del arte en el mundo de Arduino, de las posibilidades que abre la más asequible (para su cacharreo) Raspberry Pi, sobre algunas de las aplicaciones actuales más curiosas y también sobre las más interesantes de estos dispositivos y sobre todo lo que se avecina. Próximamente, más.

La burbuja puntocloud

Para analizar debidamente el hecho de que Pinterest recibe 200 millones de dólares a una valoración de 2500 millones hay que pensar que Pinterest no gana aún dinero, y que por lo demás no ha demostrado nada que nos haga pensar que escapará de esa liga de sitios de acceso y uso gratuitos que agrupan mucha audiencia y venden publicidad al peso, y ahí encontramos a todo lo que ahora se llama «medios tradicionales», pero también a los medios surgidos en la última década (más ágiles y con una lógica de blog, aunque todos huyen de esa palabra). Y por supuesto ahí tenemos también a Facebook, que no es otra cosa que un sitio en el que vender publicidad. La nada imaginativa idea de pagar para promocionar los posts propios del año pasado ha tenido su secuela con la posibilidad pagar para promocionar los posts de otro.

Y es que esto es lo que hay. Soportes. Y claro, en medio de esto Pinterest (un sitio del que en España no usa ni cristo, por cierto) recibe una valoración que equivale a un 15% del valor de todo el grupo industrial FIAT (que fabrica y vende 2 millones de automóviles al año). Es demencial, por mucho que sea verdad que Pinterest (y todos los demás) pretenden hacer un producto de nuestros datos y nuestra vida privada, y por mucho que esto prometa ser revolucionario. Quizá con este nuevo servicio se está cociendo una de esas curiosas maniobras financieras en que los que propician la OPV ganan dos veces aunque todo salga mal. Pero es que si eso no es una burbuja… ¿qué lo es?

Obviamente, descartar mi argumento es sencillo, siempre es sencillo mientras la música sigue sonando y nadie percibe que falta una silla. Pero al ver estas cosas, y dado que todos estos servicios pretenden atar al usuario por los datos (de ahí esa pretensión de que «migremos todo a su nube») no puedo sino pensar que estamos presenciando una burbuja de magnitudes épicas. Que hará languidecer a la burbuja punto com (porque entonces el big money apenas había llegado y ahora hay mucho más invertido, con toda la inercia que eso impone, para cabreo de quienes saben que existen otras formas de promocionar un mensaje).

Ésta es la burbuja puntocloud.

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