Revisando los nuevos reproductores de música en Linux

Guayadeque

He sido usuario de Listen project durante años. Ocasionalmente he usado Songbird, sobre todo cuando por motivos laborales me veía obligado a usar Windows durante buena parte del día. Pero el desarrollo de Listen fue abandonado hace años y con la actualización del sistema operativo cada vez funciona peor, y Songbird cesó su desarrollo. De ahí que hace un par de semanas comencé a buscar que ando probando reproductores de música para mi Linux, y aquí tengo algunas conclusiones sobre los que he probado. Por supuesto, gracias a quienes en comentarios al post anterior me descubrieron todos estos reproductores, ciertamente algunos apuntan muy buenas maneras.

Para contextualizar mejor lo que digo a continuación, añadir que yo busco sobre todo oir la música que tengo en mi colección local. No suelo hacer streaming, y no suelo oir «la radio», ni en su día Last.fm ni ahora Spotify. Así, es posible que para otro perfil de usuario, el análisis sea diferente: que cada uno pondere lo que busca y lo que la herramienta le ofrece.

Guayadeque

Guayadeque

Guayadeque es el mejor heredero de software como Listen o Amarok. Un modo inteligente que funciona razonablemente bien, aunque tiene tendencia a sacar sólo hits (y esto a veces molesta porque siempre que te sale un determinado artista, te saca la misma canción… y no esa que no fue single y nadie conoce, pero a tí te gusta), no tiene muchas opciones, la lista de reproducción carece de algunas opciones básicas, y la interfaz es mejorable a nivel estético, pero aún así, el proyecto de Juan Ríos (anonbeat) es de lo mejorcito que he descubierto en estas semanas. Se integra con algunos servicios online de música y permite buscar temas y oirlos, pero como he dicho anteriormente, es una función que a mí no me llama la atención. A diferencia de otro software de reproducción, éste está programado en C++, con lo que es más rápido y menos pesado.

Tomahawk

Tomahawk apunta alto, y está en el buen camino. Estéticamente da la mejor y lo peor: tiene un aspecto cuidado, y eso es bueno, pero es irracionalmente poco flexible. Permite confeccionar estaciones al estilo de las listas inteligentes que en su día tenía Songbird. La interfaz tiene limitaciones: es rígida y no permite reubicar la lista de reproducción en otra parte de la ventana, carece de la clásica vista en 3 paneles (artista, álbum, estilo) para filtrar y encontrar rápidamente la música que buscas, y eso hace que sea bastante tedioso escoger con exactitud la música que queremos oir. Básicamente es un software para oir la radio, que tiene su potencial en la integración con servicios online (desde Jamendo a repositorios de música gratis y de pago), mezclando la música a la que puedes acceder online con tu biblioteca local, actuando un poco a lo Spotify pero con más opciones y menos limitaciones, así que entiendo que esta limitación de interfaz viene porque lo que se espera del usuario de Tomahawk es que quiera escuchar la radio: que los diferentes servicios o listas que el usuario confecciona usando filtros le ofrezcan música sin él tener que pensar qué quiere oir.

Quod Libet

Quod Libet es una navaja suiza para poner a punto tu colección: recodifica, divide piezas, corrige sus etiquetas, y además todo lo que esperarías de un repro de música básico a estas alturas. Eso, que es su principal ventaja, es también un inconveniente: el 99% del tiempo no necesito partir un álbum que esté en único archivo, ni modificar muchas etiquetas (algo para lo que mi viejo Easytag sigue funcionando, por otra parte), así que gran parte de sus funciones y menús tan sólo me los encuentro constantemente… para no necesitarlas la mayor parte del tiempo. Aunque en las opciones de reproducción presume de tener un modo dinámico, no he logrado que funcione en absoluto.

Audacious

Audacious es una evolución de XMMS, que a su vez se inspiró siempre en la estética de WinAMP. Ligero, ligerísimo, y tiene hasta la interfaz en 3 módulos de aquel WinAMP original que a todos encandiló (y dio la vida, qué bien funcionaba…) hace década y media. Por lo demás, debido a su interfaz no saca máximo partido a algunas características que ahora mismo hacen la vida más fácil, como la gestión de una biblioteca con los archivos de tu disco duro. Si tienes problemas de potencia en tu pc, éste programa es lo que necesitas: un reproductor que consume lo mínimo y reproduce perfectamente.

DeadBeef

DeadBeef, un reproductor muy espartano, con un filtro muy básico pero funcional para buscar dentro de tu colección, y que ofreció una gran calidad de audio. Apuesta por una interfaz diferente y eso es bueno, reutilizando el paradigma de la navegación por pestañas para separar las diferentes listas de reproducción que hemos configurado. Quizá hecho en falta que tu biblioteca al completo sea otra lista de reproducción más, cuando en realidad es probable que no nos interese tratar nunca a nuestra biblioteca como tal cosa, sino como el punto de partida para construir listas específicas.

Nightingale

Nightingale es el sucesor de Songbird, así que también le di una oportundiad, pero la integración con GTK y Unity es atroz. Mejor dicho: no se integra nada en absoluto. Por este motivo no lo usé más de unos minutos. Lo positivo es que tiene todo lo que tenía Songbird, lo negativo es que yo sólo había usado Songbird en Windows y en Mac. Y Nightingale me sirvió para recordar por qué.

Subsonic

Subsonic es un reproductor para usar desde el navegador web. Se trata de una herramienta que no he llegado a instalar en mi servidor, porque su uso principal se aleja muchísimo de lo que yo busco. En cualquier caso, tras trastear un par de noches con la demo que tienen en la web puedo decir que funciona razonablemente bien, aunque a nivel de interfaz se me hace bastante raro. Por otra parte, al ser una opción tan específica, seguramente sólo un público muy concreto va a buscar una solución de este tipo.

La tontería de la comida ecológica

Quizá soy presa de algún furor corporativista (cosas de haber estudiado química durante años), pero cuando uno lee subtítulos como «Un estudio muestra que en España persisten los hábitos de comer mucha carne y fruras y verduras cultivadas con pesticidas», no puede sino analizar sus implícitos, y pensar se está intentando manipular la opinión del lector. (Nota: las erratas de ese texto entrecomillado venían así de fábrica.)

Parte por parte:

  • Sobre la apertura, ese ínclito Un estudio demuestra que, poco tengo que añadir al excelente post que en su día publicó Chema en Naukas.
  • Primer verbo: persisten. Es negativo, como queriendo indicar que el problema persiste pese a los esfuerzos por erradicarlo.
  • Ahora vamos con la comida: mucha carne. Oh, no, y yo pensando que lo de comer carne había sido una ventaja evolutiva. De hecho, la ventaja evolutiva es comer de todo: además de carne, también frutas y verduras.
  • Pero claro: frutas y verduras cultivadas con pesticidas. Diantres, comer pesticidas no puede ser buena idea, pensará el lector despistado.

El subtítulo, que emite veredicto a través de la semántica sin esperar siquiera al resto del artículo, parece indicar que quienes comemos carne y verdura fresca (aunque tenga pesticidas) somos unos brutos poco sofisticados porque comemos carne (maldita evolución que nos ha adaptado para ello), y frutas y verduras cargadas de pesticidas (malditos científicos que llevan años cuidando para que las cosechas sobrevivan sistemáticamente y no se pierdan, pese a que con estos pesticidas se logra aumentar la cantidad de comida disponible, evitándose que los precios de la misma suban artificialmente…), y que además persistimos en nuestra indolente actitud, pese a que nos están advirtiendo.

Parece que la solución a los problemas es menos tecnología, y no más. Como si dejar de utilizar pesticidas (y empezar a perder cosechas) fuera a ayudar a quitar el hambre del mundo.

Pues lo siento, pero no: una granja y una explotación agrícola que vigila sus productos e impide que sean atacados por plagas es algo bueno. Una granja que cuenta con el conocimiento de personal con conocimientos de biología, bioquímica, o química para cuidar su trabajo es algo positivo.

Pasaron dos años ya desde que arrancamos Verte y la gran lección (aprendida muy pronto precisamente porque el objetivo era trabajar directamente con productores de todo tipo, sin importar que fueran «ecológicos» o no) es que la principal diferencia de calidad y sabor la dicta que el producto venga más fresco, y no que sea «más ecológico». Pero eso molesta, por supuesto, a quienes pretenden a base de certificaciones adueñarse de un mercado que sea idéntico al anterior, pero esta vez bajo el yugo del nuevo certificador «ecológico».

Si están preocupados por el futuro de la humanidad, así con la voz engolada y tono épico, hagánse esta pregunta: ¿creen ustedes que serán los tomates ecológicos los que quiten el hambre del mundo? ¿O por contra creen ustedes que serán los tomates protegidos con técnicas científicas? Los primeros ante cualquier circunstancia adversa se pierden y no se pueden comer, los segundos sobreviven y a final de temporada se pueden comer, aunque hagas más frío, aunque se presente una potencial plaga.

Si aún así prefieren lo ecológico, adelante, pero llámenlo por su nombre: preocupaciones de niños ricos. Para ayudar a producir comida para todos no sirve vuestro capricho, por más encuestas sesgadas que el dinero de la fundación BBVA pueda financiar.

Sobre la ética hacker y mi participación en el II Simposio de Jóvenes Investigadores

Como mi asistencia al II Simposio de Jóvenes Investigadores organizado por la SEA en Granada, y al que tuve el placer de ser invitado, coincidió con el torrente de trabajo de «fin de curso» verdaderamente épico, no he tenido tiempo de relatar un poco la experiencia. Voy a intentar subsanar eso en este post.

Lo cierto es que me hizo mucha ilusión que Jose Miguel Vadillo me contactara para acudir a esta cita. Acudir a un simposio de jóvenes investigadores como éste prometía mucho más que la diversión habitual de ir a un evento más o menos distendido. En el plano profesional, me invitaron a hablar sobre desarrollos profesionales post-doctorales no habituales, al margen de la academia, a contar lo aprendido desde que terminé la tesis, en especial lo aprendido desde que pusimos en marcha Cartograf hace ahora dos años. En el plano personal allí habría un montón de investigadores, jóvenes, ilusionados e ilusionantes (como pude comprobar), todo un reto y todo un cosquilleo.

Lo cierto es que me gustó mucho lo que vi. Más allá de las habituales contribuciones científicas, algunas muy interesantes y otras muy alejadas de las áreas que conozco bien (y que por tanto no puedo valorar justamente), había un grupo de ponencias sobre qué hacer tras el doctorado que fue bastante interesante.

Cosas que querría destacar, así de forma más o menos esquemática:

  • Los estudiantes de doctorado no estaban… muy receptivos a cualquier idea del tipo «hay más doctores que puestos de trabajo en la universidad». Que sistemáticamente en el último medio siglo haya habido más doctores que plazas, primero en EE.UU. y ahora también en otras partes, es algo que no pareció calarles. Algunos datos los podemos ver en el muy conocido artículo The Disposable Academic, en The Economist, que rescaté durante mi intervención.
  • Obviamente, no se les puede culpar por ello: están haciendo un doctorado, hay muchas formas de llegar a un doctorado… pero es mi deber presuponer (mientras no se demuestre lo contrario) la que me parece más saludable, y entonces voy a presuponer que les encanta investigar, la ciencia, hacer cosas nuevas para ver cosas nuevas que dijo Lichtenberg un par de siglos antes que Einstein, y que consecuentemente una propuesta de desarrollo profesional al margen de esa carrera sencillamente no es algo que estén dispuestos a aceptar a la ligera, no va con el «cómo te ves a ti mismo dentro de cinco años» que tienen en la cabeza.
  • Sin duda, puestos a pensar en alternativas, pensar en trabajar en un laboratorio pero fuera de la universidad es algo que les interesa más que otras opciones. De ahí que la propuesta de Julio Rodríguez con su empresa de análisis químico atrajo muy bien el debate. Julio mostró una serie de datos complementarios al artículo que menciono arriba, pero debido a que su enfoque es «menos ajeno» a los intereses de la mayoría de participantes, tuvo una gran acogida.
  • Manel Alcalà (U. Autónoma de Barcelona) comentó algunas ideas interesantes, pero una de ellas muy relevantes tanto en investigación como en cualquier proyecto que acometamos: «el 20% de tu tiempo te reportará el 80% del beneficio». Una suerte de pareto aplicado a la relación con los clientes. El objetivo es evidente: optimizar al máximo ese 20% para poder dedicar un 80% a proyectos que nos hagan muy felices, aunque reporten sólo el 20% del beneficio. Una forma de trasponer realistamente la ética hacker al día a día. Ética hacker encarnada a la perfección por Fernando Rull, toda una vida dedicada a la espectroscopía y le brillaban los ojos contándonos sus nuevos proyectos. Impresionante.
  • También me gustaría destacar la charla que ofreció Enrique Nadales sobre liderazgo. Soy profundamente escéptico del liderazgo, pero a eso dedicaré un post aparte. Aunque no habló de ética hacker, sí que habló de desarrollo profesional. En concreto habló de adquisición de dotes directivas y de gestión de equipos. Algo que seguramente el doctorado no enseña (junto a tantas otras cosas), y que posiblemente sea una de las mayores carencias de los recién doctorados, máxime si tenemos en cuenta que si su formación está a la altura del título concedido, es muy probable que un doctor termine escalando muy arriba en los organigramas en los que se integren.

En definitiva, un evento breve pero muy interesante. Si acaso, me quedó la idea de que la muestra de personas implicadas en el mismo, tanto organizadores como ponentes, no es estadísticamente representativa de lo que muchas veces vemos en la universidad. El arquetipo de científico incluye cosas como la pasión por la investigación, que hace que uno dedique tantas horas que se pierde la conexión con el mundo exterior, que uno esté dispuesto a cualquier cosa por avanzar en su proyecto y que el objetivo último es compartir nuevo conocimiento (en lugar de acumular nueva gloria). Si uno asiste a un congreso de estas características puede pensar que la universidad está llena de este tipo de personas y que esa lacra de personas desmotivadas, que lo que querían es sencillamente ser funcionarios (y daba igual dónde) son una minoría. La realidad es diferente a esa sensación, pero al menos a uno le queda el gusto de ver que hay excepciones positivas.

Ahora sólo falta saber dónde estarán estos jóvenes investigadores dentro de cinco años. Personalmente, todo lo que allí se dijo fue muy provechoso para ellos (sin que ello implique que se aparten de la investigación, que obviamente no hay respuestas prefijadas ni en uno ni en otro sentido), aunque seguramente será algo que valorarán en su justa medida más adelante. Al menos, así lo espero.

Necesidad de contratecnología en la sociedad de control

Gran artículo en NYT (gracias a Rinze por el enlace) sobre Laura Poitras, confidente de Snowden y pieza clave en la aparición de PRISM. Narra como pocos el grado hasta el cual se ha desarrollado la sociedad de control, cómo las medidas de «seguridad» y privación de derechos aprobadas desde el 11-S se utilizan arbitrariamente para amedrentar a quienes deciden abordar y reflexionar ciertos temas.

También hace un gran hincapié en la necesidad de tomar en serio las medidas a nuestro alcance para proteger nuestra intimidad y nuestra privacidad:

Once she began working on her surveillance film in 2011, she raised her digital security to an even higher level. She cut down her use of a cellphone, which betrays not only who you are calling and when, but your location at any given point in time. She was careful about e-mailing sensitive documents or having sensitive conversations on the phone. She began using software that masked the Web sites she visited. After she was contacted by Snowden in 2013, she tightened her security yet another notch. In addition to encrypting any sensitive e-mails, she began using different computers for editing film, for communicating and for reading sensitive documents (the one for sensitive documents is air-gapped, meaning it has never been connected to the Internet).

Algunas de estas medidas son demasiado complejas para nuestro día a día, pero otras son más que asumibles tanto para comunicaciones personales como profesionales. ¿Usas cifrado de correo normalmente? ¿Algún otro sistema para proteger el acceso fisgón a tus mensajes y documentos? ¿Y para impedir que tu navegación sea registrada por Facebook y los demás colaboradores en PRISM? ¿Sabes instalar y configurar ése u otros sistemas?

¿Y a qué estás esperando para poner de tu parte la contratecnología, a menudo libre, que ha de poner coto a los desmanes del espionaje publico-privado?

Inmaduros

«La mentalidad de la supervisión del horario laboral trata a las personas adultas como si fueran demasiado inmaduras para hacerse cargo de sus propias vidas.»

Pekka Himanen, La ética hacker
(vía Bianka en un comentario en su propio blog)

La lógica prohibicionista (en lugar de didáctica) de muchas leyes actuales se encargan de mantenerte inmaduro de por vida, pero lo hacen «por tu propio bien», sin dejarte la libertad suficiente para aprender a tomar decisiones complejas.

Obama intercede para proteger a Apple ante la última derrota judicial frente a Samsung

Me quedo estupefacto cuando leo que Obama ejerce el veto presidencial para proteger a Apple frente a las recientes resoluciones judiciales que daban la razón a Samsung en la guerra de patentes que ambas compañías mantienen desde hace ya unos años (Forbes).

Por supuesto, esto sólo confirma lo que en su día expusimos en el primer post que dediqué a lo que luego sería mi primer libro, La sociedad de control:

Por lo general, para legislar en contra de nuestros derechos se recurre al nacionalismo, como ya hemos dicho. Éste puede ir encarnado bajo dos pieles:

  • La seguridad nacional: las medidas se toman para defender la nación, amenazada por el uso que difusos enemigos que nadie puede ver hacen de la tecnología. El clásico argumento de netwars esgrimido en la época de la guerra fría y la guerra contra el terror «supuestamente» instigado desde Moscú. El mismo argumento utilizado por George Bush tras el 11-S. «es un enemigo difuso y la guerra será larga».
  • La economía nacional: las medidas se toman para defender a la economía de la nación, amenazada por el uso que los ciudadanos de a pie hacen de la tecnología.

Que el presidente que controla PRISM sea el que utiliza el derecho a veto y convierte la guerra de patentes Apple-Samsung en asunto de interés nacional no deja de ser una fiel representación de lo anterior.

Y la confirmación de que corren malos, muy malos tiempos para la lírica.

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