«—Me refiero al punto de vista de los que usted llama salvajes —explicó Casement, en tono trivial, como si hablara del tiempo o los mosquitos—. Póngase en su lugar por un momento. Están allí, en sus aldeas, donde han vivido años o siglos. Un buen día llegan unos señores blancos o mestizos con escopetas y revólveres y les exigen abandonar a sus familias, sus cultivos, sus casas, para ir a recoger caucho a decenas o centenas de kilómetros, en beneficio de unos extraños, cuya única razón es la fuerza de que disponen. ¿Usted iría de buena gana a recoger el famoso látex, don Víctor?
—Yo no soy un salvaje que vive desnudo, adora a la yacumama y ahoga en el río a sus hijos si nacen con el labio leporino —repuso el cauchero, con una risotada sardónica que acentuaba su disgusto—. ¿Pone usted en un mismo plano a los caníbales de la Amazonia y a los pioneros, empresarios y comerciantes que trabajamos en condiciones heroicas y nos jugamos la vida por convertir estos bosques en una tierra civilizada?
—Tal vez usted y yo tengamos un concepto distinto de lo que es civilización, mi amigo —dijo Roger Casement, siempre con ese tonito de bonhomía que parecía irritar sobremanera a Víctor Israel.
En la misma mesa del póquer estaban el botánico Walter Folk y Henry Fielgald, en tanto que los otros miembros de la Comisión se habían tumbado en sus hamacas para descansar. Era una noche serena, tibia y una luna llena iluminaba las aguas del Amazonas con un resplandor plateado.
—Me gustaría saber cuál es su idea de la civilización —dijo Víctor Israel. Sus ojos y su voz echaban chispas. Su irritación era tanta que Roger se preguntó si el cauchero no iría de repente a sacar el arqueológico revólver que llevaba en su cartuchera y a dispararle.
—Se podría sintetizar diciendo que es la de una sociedad donde se respeta la propiedad privada y la libertad individual —explicó, con mucha calma, todos sus sentidos alertas por si Víctor Israel intentaba agredirlo—. Por ejemplo, las leyes británicas prohiben a los colonos ocupar las tierras de los indígenas en las colonias. Y prohiben también, con pena de cárcel, emplear la fuerza contra los nativos que se niegan a trabajar en las minas o en los campos. Usted no piensa que la civilización sea eso. ¿O me equivoco?»
– Mario Vargas Llosa, El sueño del celta
El numero gratuito de ONO, las tarifas, y las reclamaciones
Muchas personas llegan a este blog buscando el número gratuito de ONO, o algunas razones por las que contratar ONO o no contratarlo. No los culpo, Google es una caja de sorpresas y uno nunca sabe que post va a posicionar bien en qué búsqueda random… pero desde luego y pese a que llevo años recibiendo a estos paracaidistas, nunca dejará de sorprenderme que haya quienes me escriben para pedir la baja, quienes lo hacen para reclamar problemas con facturas y quienes me preguntan pidiendo recibir información sobre las tarifa de esta operadora de Internet. Y eso que a todas luces esto es un blog sin vinculación con esa empresa. La lectura comprensiva siempre fue una habilidad sobrevalorada.
Bocados de Actualidad (170º)
Primer domingo de septiembre y aquí estamos de nuevo con una ronda de los Bocados, esa colección de enlaces que no tuve tiempo (o ganas) de comentar durante la semana. La entrega centésima septuagésima nos llega al ritmo de un disco clásico, el homenaje de Temple of the Dog a Andrew Wood. En fin, ahí van los enlaces.
- Una de las lecturas más interesantes de la semana es, sin duda, el muy largo reportaje biográfico que Business Insider dedica a Marissa Mayer. El enlace seguro que lo han visto en otra parte, pero quizá lo dejaron pasar sin leer. Imperdible y penetrante, por el detallado perfil que muestra de Mayer.
- La comisión Sinde declara infractor a quienes los jueces no consideraron infractor. Usurpación de poderes al poder judicial, por David Bravo.
- Ramón Ramón comparte enlaces a plantillas para LibreOffice y OpenOffice.
- David García-Navas y el rol del espectador en un concierto.
- The depths of apathy, un post en inglés de Enrique Dans sobre PRISM y la fría acogida que en general se ha hecho del tema (que ha sido masivamente ignorado). También sobre PRISM, «una de espías» en La colmena.
- Inteligencia en la empresa: sobre wikis y pedias, que no son lo mismo. Bianka Hajdu en Con Tu Negocio. Por cierto que en los recién presentados nuevos foros para la comunidad de este blog pueden encontrar un muy diverso debate sobre software para wikis y pedias, con bastantes aportes diferentes.
- Moz y 5 lecciones de usabilidad.
- Ecomovilidad cuenta todas las novedades del futuro MyBici de Madrid. Personalmente, no me gustan nada estos servicios porque una bicicleta es barata como para que todo el mundo pueda tener la suya propia. En concreto, el servicio de Madrid parece muy mal enfocado (ese pago por uso destruye el uso como transporte para trabajar).
- La estupidez reformista de Báñez, en Politikon.
- Opinionator de NYT sobre cómo la tecnificación polariza los puestos de trabajo en los altamente cualificados y los no cualificados, hundiendo el punto intermedio, en la línea de que el trabajo mecánico es para las máquinas.
- ¿Pagarías por una aplicación GPL?, o las primeras reflexiones sobre cómo habilitar conversaciones «ubicuas» son algunos de los temas que han aparecido esta semana en los foros, no dejeís de visitarlos, porque están dando bastante juego y si os animáis a participar van a ser aún más interesantes.
Para terminar, os dejo con Hunger Strike, una maravilla a dos voces con Chris Cornell y Eddie Vedder bordándolo.
Esto es todo por ahora. Y ya saben que dejo en el gestor de marcadores de Cartograf muchos enlaces compartidos con notas (aquí, si prefieren feed RSS) y que en Twitter también paso alguna cosa.
Si piensan que tienen algún enlace relevante que no incluí en mis bocados, o tienen alguna idea tangencial, los comentarios están abiertos para recomendar y debatir, pero quizá sea mucho más productivo pasarse por los foros de la comunidad. Buen domingo :)
Cómo activar las «Opciones de desarrollo» en Android
Con la introducción de Android 4.2 los desarrolladores tomaron la decisión de ocultar la opción de menú para desarrollo dentro de los ajustes de Android. Aunque parezca una molestia, tiene justificación: bajo ese menú se encuentran opciones que potencialmente pueden desconfigurar tu dispositivo y dejarlo inútil, requiriendo que lo resetees a su estado original (con los potenciales daños en pérdida de datos que ello conlleva).
Recuperar este menú es bastante fácil, y demuestra que en Google algunas cosas aún se toman con cierto sentido del humor. Para activar el menú de Opciones de desarrollo de menú hacemos lo siguiente, sólo nos llevará 30 segundos:
- Entramos a Ajustes.
- Vamos abajo del todo y entramos en Información del teléfono
- Bajamos por esa tabla hasta llegar abajo del todo a Número de compilación, donde aparece una clave con un formato parecido a «JXY12Z».
- Pulsamos sobre ese dato 7 veces (no es broma, pulsamos 7 veces)
Conforme comienzas a pulsar ese menú el teléfono te avisa de que «estás a 3 clicks de ser desarrollador» y cuando pulsas la séptima vez Android te avisa de que se ha activado ese menú de opciones (disponible en adelante dentro de Ajustes), y por último Candyman se aparece y te come crudo.
Bueno, lo de Candyman no va en serio, claro. Todo lo demás sí.
La NSA a lo Tony Soprano
La última oleada de cierres de servicios en Internet debido a las coacciones de la NSA todavía está caliente en nuestra memoria y ya tenemos el siguiente episodio, en el cual la NSA se comporta al más puro estilo de la mafia de las películas. Lo cuenta Schneier:
«Lo escalofriante es lo que sucedió después [del anuncio de cierre de Lavabit]. El gobierno amenazó con arrestarle, arguyendo que cerrar su servicio de correo electrónico era una violación de la petición.
Ahí lo tenemos. Si gestionas un negocio, y el FBI o la NSA quieren convertirlo en una herramienta de vigilancia masiva, creen que pueden hacerlo tan sólo porque es su decisión. Pueden obligarte a modificar tu sistema. Pueden hacerlo en secreto y luego obligar a tu negocio a mantener ese secreto. Una vez que lo hacen, ya no controlarás de nuevo esa parte de tu negocio. No puedes cerrarlo. No puedes cancelar parte de tus servicios. En un sentido muy real, ya no es tu negocio. Es un brazo del enorme aparato de vigilancia de los Estados Unidos, y si tus intereses entran en conflicto con los suyos, ellos ganan. Tu negocio ha sido enrolado a la fuerza.»
Como dice Pere, cada vez hay menos diferencia entre los métodos de los aparatos de «seguridad» estatales y los métodos de Tony Soprano.
Y sobre este tema lo que me sigue llamando la atención es que durante años se advirtió de que este tipo de sistemas estaba siendo instalado en nuestras sociedades. Pero nadie quiso tomarlo en serio.
Amor, estilo Internet
Clay Shirky es un comunicador brillante, y además sabe mucho de lo que habla. Hace unos años se dedicó a dar conferencias sobre cómo conseguir involucrar a las personas para que hagan cosas. En una de ellas compara el modo en que se mantienen las comunidades de software libre, frente al modelo de software corporativo. Dice Shirky:
«Lo que sucede en nuestra generación es que necesitamos poner en marcha herramientas para agregar las cosas que importan a la gente en formas que incrementen tanto su alcance como su longevidad, en formas que eran impredecibles hace apenas una década.
Las herramientas de coordinación que tenemos ahora (No estoy hablando de nada moderno, hablo de listas de correo, grupos de noticias, blogs, wikis), esas herramientas transforman el amor en materiales de construcción renovables.
Hasta hace muy poco, el radio y el tiempo de vida medio de nuestro afecto era muy limitado. En el pasado, sólo cosas pequeñas podían hacerse con amor, y las grandes gestas requerían dinero. Ahora, las grandes gestas pueden hacerse con amor.»
Vean el vídeo completo, que apenas son 9 minutos.
Este vídeo es algo antiguo, el mismo Shirky evolucionó esta idea en su Cognitive Surplus de 2010.
Por supuesto, este tema da mucha lana que ir cortando. Cabe preguntarse si cualquier forma de afrontar un proyecto tiene el mismo impacto sobre el modo en que las personas contribuyen. En software es frecuente ver proyectos abandonados, tanto privativos como libres. Es software que no logró articular a su alrededor una comunidad. Pero sobre eso podemos hablar otro día.
Por ahora quédense con este vídeo y con esta idea del amor, estilo Internet.
El trolleo definitivo al telemarketing
Este señor ha encontrado la fórmula definitiva para trollear a quienes se empeñan en ganar clientes sometiendo a las personas a técnicas de mercadeo estadístico. Leemos en la web de la BBC:
In November 2011 Lee Beaumont paid £10 plus VAT to set up his personal 0871 line – so to call him now costs 10p, from which he receives 7p.
The Leeds businessman told BBC Radio 4’s You and Yours programme that the premium line had so far made £300.
Phone Pay Plus, which regulates premium numbers, said it strongly discouraged people from adopting the idea.
En cristiano: se hartó de recibir llamadas, contrató un número premium, y a facturar por recibir llamadas. Por supuesto, nadie se sorprenderá de que ante esta situación la postura del regulador no sea poner orden en la publicidad por vía telefónica, sino desanimar a que los particulares tomen posiciones pasivo-agresivas. Años recibiendo llamadas intempestivas, cuando no directamente molestas, y si una única persona decide molestar mínimamente a las compañías que recurren a estas técnicas, el regulador rápidamente toma cartas en el asunto.
Destacar que este método me parece mucho más divertido que la gracieta que publicamos hace ya muchos años. Y, por supuesto, me parece más que justificada toda acción contra las malas compañías con malos sistemas de venta que primero te molestan y luego te insultan si no acccedes a comprarles.