Uno pensaría que si hay un escenario en que el pago por ver películas en streaming puede demostrar su propuesta de valor frente a las descargas gratuitas es aquel en el que el servicio te permite acceder de forma rápida y cómoda a una película poco conocida, o ya pasada de moda.
Digamos que encontrar el último Batman o la última de Woody Allen es actualmente sencillo, incluso en esas actualmente trabadas y dificultadas descargas p2p. Ahí, un servicio de streaming à la Netflix como el ofrecido por Filmin o Wuaki facilita mucho la labor a un gran público, pero a otra gran parte que se maneja algo mejor con esas redes no le aporta nada. Y entonces es difícil argumentar el pago.
Rectifico, es imposible justificar el pago si no se añade algo de valor. Llámenlo comodidad de descarga, calidad de la imagen, o lo que sea.
Hace varios años leí Sostiene Pereira, y fue un libro que me gustó mucho. Esta mañana me desperté con ganas de ver la versión cinematográfica y pensé «con lo rara que es, creo que va a ser una gran ocasión para probar Filmin».
Y así sería, dado que encontrarla para descargar, aunque es posible, no es rápido. Y digo sería, porque la condición necesaria para eso no se cumple: ni Filmin ni Wuaki ofrecen la oportunidad de pagar para ver esta película.
Entonces me pregunto, ¿por qué demonios estos servicios no están aprovechando la oportunidad de ofrecer en su catálogo esa larga cola de películas poco demandadas que, en conjunto, representan una gran cantidad de las películas que el público puede querer ver?
Lo desconozco, pero creo que detrás de ese sinsentido se encuentran problemas con licencias y propiedad intelectual para la difusión de las obras. ¿La misma propiedad intelectual esgrimida por estos sitios en todo el mundo para luchar contra las descargas p2p les está impidiendo dar una oferta verdaderamente valiosa? ¿No equivale eso a demostrar que la propiedad intelectual es absolutamente inútil de cara a generar una mejora en el acceso a la cultura (toda vez que estos sitios de descargas respaldados por «el lobby» fallan a la hora de ofertar un catálogo amplio)?
Cuando la ley de propiedad intelectual no permite mejorar el acceso a la larga cola cultural, ¿qué razón de ser tiene (si es que tiene alguna)?
En fin, que yo me quedaré sin ver la película. Quiero decir, me quedaré sin verla hoy, pero la veré… claro que sí, y no podré pagarle a Filmin por ello; c’est la vie.