Hace unas semanas recibió mucha atención el anuncio por parte de Google de que Chrome ocultará la URL que estamos visitando en su «omnibox» (recordemos que en el origen esa caja en Chrome se comportaba con en cualquier otro navegador, como un espacio en el que escribir una dirección web). La idea de Google es mostrar únicamente el nombre de dominio que estamos visitando y convertir la barra de URL aún más en una caja de búsqueda; algo que ya han hecho, pero parece que quieren explotar aún más esa aproximación.
El movimiento fue interpretado de forma casi unánime como «Google quiere matar la URL».
Podría pensarse que Google está sólo en ese empeño, pero el reciente anuncio de Apple de una nueva versión de su navegador nos descubre que han copiado la idea: Apple también va a matar a las URL en la ventana del navegador. En Quartz lo explican: el objetivo es oscurecer y dificultar el modo en que funciona la web.
La web es todo acerca de enlazar otras webs. Es el hiperlink lo que hizo que la web superara en un pestañeo a tecnologías extendidas en aquella época como Gopher. Al ocultar las URL que visitamos, se dificulta que sepamos dónde estamos, que podamos llevarnos fácilmente esa URL y usarla en otra parte.
En el mundo de Apple y Google estas piezas de contenido se comparten a través de sus aplicaciones, o se encuentran a través de su buscador (respectivamente). No quieren dejar más opción. Y no, en este choque de reyes (¿o quizá lo que queda a estas alturas es más un festín de cuervos?) Facebook no está de parte de la web abierta.
Si creen que esto es una lucha corporativa en la que los usuarios no debemos tomar partido, les recomiendo reflexionar sobre el papel de la web en la generación de conocimiento. Esa facilidad para contribuir ideas en espacios en los que es posible articular debates y reflexiones es importantísima. Les dejo precisamente con un hilo del foro que trata sobre estas cosas.
Es importante que los navegadores no hagan la web artificialmente oscura y difícil de usar. Pero para eso es importante que no todos los navegadores estén controlados por las mismas empresas que tienen un interés económico gigantesco en que la web sea, efectivamente, artificialmente oscura y difícil de usar.
Ahora mismo el rol de Mozilla frente a estas corporaciones es tan importante como lo fue para romper el monopolio de Internet Explorer hace 10 años. La desventaja es que 10 años después, para un público mayoritario Mozilla no es novedad, ni parece moderna ni es cool. Es un handicap que Mozilla debe superar (y no le vendría mal dejar de meterse en problemas), y para lo que todos debemos aportar lo que podamos. Lo que está en juego es ni más ni menos que la web tal y como la hemos disfrutado durante muchos años, con todo lo que la web ha ayudado a florecer a su alrededor.