Una definición de inteligencia artificial

La Inteligencia Artificial es el intento de conseguir que las computadoras sean buenas en cosas en las que, por el momento, las personas son mejores.

Robin R. Murphy, Introduction to AI Robotics

Esto explicaría que en la década de mil novecientos sesenta ya se hablase de inteligencia artificial para cosas que, a día de hoy, ni de lejos se consideran lo suficientemente avanzadas como para recibir esa etiqueta.

El tercer sonido

The fact that none of these bands could open for Metallica or the Exploited without suffering abuse merely proves how thoroughly the underground’s absorbed certain influences, resulting in music that isn’t punk-metal but a third sound distinct from either.

Some of these influences are apparent visually; blatant posing on stage is acceptable again. I’ve seen all but one of these bands live at least once and a few of the musicians, along with many of their fans, could pass for members of Ratt. Some people find this distracting, as it seems to have little to do with the style of their music. I personally don’t mind boys in makeup. If bands today can get by with rifling rock history for any cheap thrill they can find, I say that’s great, because it serves to further break down divisions and discourage snobbery and purism, the worst enemies of rock ‘n’ roll.

DAWN ANDERSON, reviewing Deep Six en The Rocket, June 1986

Estoy disfrutando mucho Everybody loves our town, an oral history of Grunge de Mark Yarm, un librito sobre la escena musical de Seattle desde el punk de los años 70 hasta el boom global de los primeros años 90 del siglo pasado.

Más allá del contenido, que me apasiona, me está gustando mucho el tono de la narración, transmite constantemente la frescura de un documental. En cierto sentido engaña porque aparenta muchísimo menos trabajo del que realmente hay tras cientos de entrevistas y organización de la información, que es monumental.

En ese pasaje, Dawn Anderson sugiriendo, antes que nadie más lo hiciera, que esos grupos musicales tenían un tercer sonido que aún no tenía nombre pero no era ni metal ni punk, y sí una mezcla de elementos de ambos. El término grunge aún no se había acuñado para etiquetarlo.

Identitarismo no familiar promovido por el estado

Define collapse

La población ha sustituido a los niños por gatos, y si publicas fotos de tus gatos por ahí es guay y nadie te llama pesado, pero si publicas una foto de tu niño eres un pesado. (Algo que por otra parte yo no hago por otros motivos.)

¿En qué momento hablar de tus gatos es socialmente aceptable pero hablar de tus niños pasó a ser de pesados proselitistas? La demolición por parte del estado de toda estructura de valores alternativa al estado mismo es imparable. Tras la fulgurante secularización occidental de las últimas décadas, la familia es la única estructura haciéndole frente, la única institución que aún da unos valores diferentes a los que el estado quiere para ti. Si le sumas que el estado está encabezado por políticos mucho más cutres y malintencionados que cualquiera de tus vecinos, porque la obvia selección adversa entre quienes se dedican a la política, el cóctel es terrible.

Hay mil motivos más que justificados para que muchas personas no quieran tener hijos, pero hay ese clima de cierta niño-fobia en la vida pública. Incluso entre quienes tienen hijos existe una tendencia a recibir la noticia de embarazo en nuestro entorno con la clásica bromita de aprovecha a dormir porque luego ya no, jajaja. Prueben a destacar las molestias y las externalidades que generan el tener un perro en un piso enano en el centro de una ciudad y abran el paraguas, porque les van a llover críticas.

No se trata tampoco de ser un brasas, pero no deja de ser llamativo que existan una infinidad de identidades con las que nos arrogamos derecho a tratamientos especiales, moralmente superiores, y sin embargo el tener una familia no ha recibido ese estatus de identidad a destacar. Cualquier cosa sirve para hablar de microagresiones, aunque no existan tales cosas como microagresiones. Y llamadme señor-martillo-que-solo-ve-clavos pero no dejo de ver que no ha sido así porque quienes han elevado a los altares esas identidades, esa élite intelectual encamada con la élite política que controla el estado, tenían otros intereses para los que la familia es un problema. De hecho, ellos no dudan en tener hijos en cuanto pueden, mientras te repiten que el clima no puede con tanto ser humano.

No me entendáis mal, tampoco se trata de buscar más identitarismo: cada vez que valoramos personas por lo que son y no por lo que hacen terminamos en genocidio. Pero no creo que sea casual que la glorificación identitaria narcisista de cualquier detalle que nos permite sentirnos especiales se haya olvidado de ensalzar o promover la única identidad que promueve valores y estructura social al margen del estado, ahora que la religión como referencia ética y vital de una mayoría se puede dar por eliminada en occidente.

[Imagen: Colapso, hecha con Midjourney.]

Lo que tu llavero y un truco de magia tienen en común

La neuropsicología ha mostrado que la memoria a corto plazo dura entre 15 y 30 segundos, tras los cuales ha de ser codificada en la memoria a largo plazo o decaer. La razón por la que no encuentras tus llaves minutos después de haberlas soltado es parte de lo que hace un truco de magia imposible de reconstruir.

Shuja Haider, en la columna de NYT sobre Tamariz que comentamos el otro día

La mejor promoción de un idioma, producción intelectual relevante

Tuve la suerte de crecer disfrutando cada semana a Juan Tamariz en la televisión, uno de esos recuerdos eternos de la infancia. Por eso me ha encantado este perfil que publica el New York Times sobre esta leyenda viva.

Habría mucho que comentar y, sin embargo, hoy me quedo con este párrafo sobre un tema tangencial, no centrado en la magia.

In the mid-20th century, at the behest of Ascanio, Spanish magicians like Tamariz learned English in order to study the canonical literature of the craft then emerging from North America and the United Kingdom — in its way, a small act of rebellion against the parochialism of the Franco regime. But today, Wilson is one among many magicians of his generation who have learned Spanish in order to study the work of Tamariz.

Muchas veces oímos lamentos sobre si tal o cual lengua está en peligro y si es una pena que los niños estudien en inglés o que haya que fomentar la adopción de una lengua u otra por la vía legal.

La realidad es más sencilla: aprender un idioma requiere esfuerzo y si no hay retorno a esa inversión las personas estudiarán otro idioma. El factor más obvio es que ese idioma dé acceso a mercados, por ejemplo que sirva para encontrar un trabajo mejor pagado. Otra forma es la que se comenta al hilo de Juan Tamariz: que exista una verdadera creación intelectual de élite en el mismo.

Para eso necesitas tener pensadores de primer nivel, científicos de primer nivel, artistas de primer nivel, empresarios de primer nivel, todos ellos produciendo conocimiento que el resto del mundo quiera conocer de primera mano, sin delegar en ediciones traducidas.

Ecocatastrofismo y predicciones

Remains of a post-human city

En el tren leía hoy un buen artículo de Noah Smith sobre ecocatastrofismo del siglo pasado, ya que pese a ser un tema de actualidad, el mismo ha dado mucho que hablar desde la década de 1960. De hecho, entender que no es la primera vez que el ecocatastrofismo es de actualidad y qué salió mal en las predicciones en aquel momento nos ayuda a entender las reacciones en torno al cambio climático.

Una frase curiosa extraída del mismo, traducida al vuelo:

Obviamente, nada de eso sucedió jamás. ¿Pero por qué? De hecho, hay una serie de razones. Pero el principio más relevante aquí es que proyecciones extremas de tendencias recientes tienden a no materializarse.

En aquel momento, la preocupación era el aumento de la población y el agotamiento de los recursos. Los decrecionistas actuales, que enmarcan su petición en el impacto humano sobre el medioambiente y el cambio climático, son en realidad un eco de aquellos decrecionistas originales. Y las predicciones eran apocalípticas: morirían en unos años millones de personas en Estados Unidos e Inglaterra morirían de hambre. Ese en unos años se refería a la década de 1980; nada de eso sucedió.

Además de la consabida habilidad de los expertos para errar en sus predicciones, hay dos motivos principalmente que contribuyeron a que Ehrlich errase escandalosamente en sus predicciones:

  • Una nueva ola de innovación agrocultural ha permitido cuadruplicar la producción de alimentos sin aumentar significativamente los recursos utilizados para obtener esta producción.
  • Con la mejora de las condiciones de vida y el aumento del urbanismo hubo una disminución de la natalidad general global.

Al final la solución de la humanidad a los retos es la que siempre ha sido: más ingenio, más tecnología.

Por otra parte, la población aumenta pero el ritmo de crecimiento es mucho menor, hasta el punto de que el verdadero peligro en general podría ser que la población deje de aumentar y comience a decrecer. Gran parte de la prosperidad y el aumento de riqueza de la humanidad provienen de aumentar tanto la productividad de las personas con mejor tecnología como de aumentar el número de personas que producen más. Sin ese doble factor, no está nada claro que la mejora en las condiciones de vida continúe como lo ha hecho en los últimos dos siglos.

[Imagen: Ruinas de una ciudad posthumana, hecha con Stable Diffusion.]

Coche autónomo, responsabilidad en caso de accidentes y espacio en el coche del futuro

Car in the middle of the city at night

Si en un par de décadas el coche no lo condujere la persona sino el software, ¿quién sería el responsable en caso de accidente? Debería ser quien lo conduce, pero si el coche es autónomo la figura del conductor como la conocemos ya no es tal. En el escenario de máxima automatización, el coche va solo y eso abre opciones para repensar qué hacen las personas que van dentro de él.

Sin embargo, me barrunto que hordas de abogados de todas esas empresas que aspiran a controlar tu coche intentarán al mismo tiempo que la responsabilidad última siga siendo del ya-no-conductor. Y esto haría que no se pudiese repensar el vehículo.

Imposible saber a favor de quién se decantará esa balanza, pero tengo pocas dudas de que esa decisión legal habrá que tomarla. No obstante, no abriguen muchas esperanzas, en toda discusión suele tener ventaja el grupo mejor organizado. Y en este caso, los potenciales propietarios de grandes flotas de vehículos tienen ventaja.

Lo cual nos lleva a una derivada con impacto en el rediseño del interior de los vehículos. Supongamos que la figura del conductor ya no es necesaria. Nos sobran por tanto el volante y los pedales, pues ya no son necesarios. Eso libera espacio dentro de un habitáculo en general bastante limitado. Pero podríamos ir más allá: ¿no podrían los asientos delanteros volverse de forma que todos los viajeros se vean las caras? De esta forma, la tecnología nos devolvería más tiempo para estar más cerca de las personas, y no separados de ellas.

Ciencia ficción quizá, pero ¿por qué no? En cualquier caso, lo primero es que estamos lejísimos de tal cosa. Lo segundo es que aún cuando la técnica lo haga posible, no espero que la regulación legal favorezca ese tipo de revolución dentro de nuestros coches.

[Imagen: Car in the middle of the city at night, hecha con Stable Diffusion.]

Este blog usa cookies para su funcionamiento.    Más información
Privacidad