Ayer gracias a un tuit de Nuria / Editora, llegué a una noticia donde hablaban de «los cambios sufridos por el proyecto de ley que regula el conocido como «impuesto al sol»». El titular rezaba «Industria cambia el «impuesto al sol» por una nueva tasa al autoconsumo», y Nuria se preguntaba por el alcance del cambio. Aquí intento responder.
El enfoque del ministerio parece cosmético, y en cierto sentido lo es. El impuesto sigue estando ahí, en ese aspecto no cambia nada. Pero le han cambiado el nombre y han cambiado también los argumentos. Ahora se trata de un «impuesto de respaldo». En el que ya no te cobran por lo que generes, sino (paradójicamente) por lo que no generes. Te cobran la mera posibilidad de que en un momento de baja producción puedas conectarte a la red si tu producción no te alcanza para tus necesidades, de forma que la red actúa como respaldo a tu autoconsumo. La ley no prevé que puedas renunciar a ese respaldo, ergo la tasa es irrenunciable.
Mi sensación es que han dado la vuelta al nombre y al argumento para evitar que un número suficiente de personas, bien coordinadas con unos buenos abogados, fueran capaces de demostrar en los tribunales algún exceso en el anterior dictado de la ley que forzara al Estado a devolver el dinero a los afectados, así como a reconocer la posibilidad a no pagar dicho impuesto por excesivo e injustificado (un precedente que el Estado quiere evitar a toda costa con el nuevo enfoque, o esa es la sensación que da). Con esta teoría del respaldo esta puerta parece mucho más pequeña, si bien huelga decir que no soy abogado (y puede que no sea mucho más pequeña, pero es la sensación que da).
Por entrar en números, y aunque no he visto eso en documento oficial alguno, me cuentan mis contactos en este mundo que se trataría de un impuesto de 9 céntimos por cada kilowatio-hora (9cent/kwh) producido, da igual si lo autoconsumes o lo inyectas a la red. La realidad es que el impuesto esta hecho porque en España ya se ha alcanzado hace bastante la paridad de red (es más rentable el autoconsumo que la compra de electricidad) y el impuesto hace que el autoconsumo con fotovoltaica deje de ser rentable en comparación con la compra. Cuando el coste de producción de electricidad fotovoltaica siga bajando y se vuelva a alcanzar la paridad, la solución para el ministerio será fácil, rápida y poco imaginativa: sólo hará falta volver a subir el impuesto un poco más.
Lo cierto es que esto huele a gran favor a algunas empresas con intereses en la venta de electricidad y con las que las llamadas puertas giratorias desde el gobierno a la industria funcionan de maravilla. Al menos, para quien se beneficia de ellas, porque a los demás ya vemos los efectos que nos traen: electricidad más cara, si te gusta, electricidad más cara, si no te gusta.
Actualización (2015-06-09 @ 18:10): me comentan por e-mail que el decreto mantiene la posibilidad de que un generador que no se conecte en absoluto a la red eléctrica no pague nada en absoluto. También me hacen notar el alcance y aplicabilidad del concepto de «paridad eléctrica», que no parece tan claro como me contaban. Y también me han comentado otras imprecisiones en el argumento-testimonio que he mencionado arriba que por hoy vamos a dejar en el tintero. En general, toca seguir leyendo sobre esto.
Resumen de este aporte:
- Las fotovoltaicas aisladas están fuera de la norma
- Las instalaciones fotovoltaicas individuales con respaldo de la red pagan los platos rotos de los abusos de las granjas solares
- En teoría tiene que surgir una nueva normativa que, aún pagando el precio lógico del respaldo en términos de cofinanciación de la red de distribución, facilite y hasta fuerce la tarificación en doble sentido empleando un contador digital que cuente lo que se reciba y lo que se entregue