Hoy tengo ganas de hablar de la guerras de la ofimática, que no es una sino muchas abiertas en distintos frentes. Mucho se habla de los navegadores, mucho se habla de linux. No es que no se hable de la ofimática, pero desde luego yo nunca me había metido al tema. Voy a intentar ver cuál creo que es la mejor opción y para ello voy a dar un repaso breve a los tres grandes competidores del momento: Microsoft Office, OpenOffice.org y las opciones web con Google Apps a la cabeza, más que nada por el efecto marca de Google.
- Microsoft Office
Sin duda, Microsoft Office es para muchos de nosotros el mejor producto de Microsoft. No sólo porque es un software bien hecho, sino por su gran éxito e incluso por el valor añadido que aporta como marca: mientras todos le tiran piedras a Windows, con Office es otra cosa. Sigue siendo Microsoft, sigue siendo privativo, sigue utilizando la escasez y el versioneo como negocio. Pero al menos funciona bien. El problema es que se empeñan en cobrarte un precio desmesurado (en concreto, unos 440 euros por MS Office 2007 Standard -sólo Word, Excel, Powerpoint y Outlook-) cuando sólo incluyen pequeñas mejoras desde una versión anterior. Desde Office 2003 incluye Palladium, tecnología DRM de Microsoft.
- OpenOffice.org
Pero Microsoft Office no está solo, tenemos también a OpenOffice.org. OpenOffice es software libre, y también gratuito. Poco a poco la gente va probando navegadores libres como Firefox, incluso algunas personas deciden instalarse sistemas libres completos como Linux… y entonces viene el problema: «¿Cómo utilizo Office en Linux?» En muchas ocasiones podrás explicar que Linux tiene OpenOffice, que hace lo mismo que el de Microsoft pero es libre y gratuito y que además lo pueden usar también en su windows, porque sirve para todos.
Eso bastará si la persona que nos pregunta quiere usar el procesador de textos, ahí OpenOffice da muy bien la talla. Con las hojas de cálculo se resiente un poco, pero aún pasa. Al igual que Excel, mejor si tienes software de cálculo para hacer las cosas realmente complicadas. Pero luego llegamos al punto negro de OpenOffice: el editor de diapositivas. Es aquí donde hay que reconocer que Powerpoint le lleva a Impress muchísima ventaja en usabilidad y esto tiene un problema para la ampliación de la cuota de usuarios: casi nadie va a instalar dos suites ofimáticas para usar un software distinto cada vez. Y ciertamente Impress no da todavía la talla.
- Google Apps
Esto aún no lo conoce mucha gente, aunque seguro casi todos los lectores de este blog están al día. Google ofrece una suite ofimática ligerita via Web. No está sola, también está Zoho, que he probado sin demasiado feeling a favor. Google Docs me pareció más cómodo de utilizar.
De momento Google Apps cuenta sólo con editor de texto y hojas de cálculo. Presumiblemente pronto tendrán también el editor de diapositivas (más aún desde que se sabe que CapGemini va a vender la suite de Google Office, ¿cómo vas a vender una suite incompleta? el editor de diapositivas está al caer). Google Apps no es software libre, pero es gratuito para uso personal. Hay una versión empresas que tiene un coste mucho más pequeño que la suite de Microsoft, rondando los 40 dólares (unos 30 euros) por licencia monousuario y año. Además tienes el punto de que tus datos están siempre a disposición de terceras personas (peligro para la privacidad) y el hecho de la dependencia constante que las aplicaciones web generan respecto del proveedor del servicio.
Resumen y elección del ganador (si es que lo hay)
Visto esto podría pensarse que Microsoft Office es imbatible y que ni Google con sus aplicaciones reducidas en funcionalidades (limitación de la web) ni OpenOffice con su (a veces) largo camino por recorrer podrían hacerlo cambiar. Pero la realidad parece ser bien distinta y en Redmond han debido verlo así cuando rebajan el precio de las licencias de Office para estudiantes hasta los 60 dolares (The Inquirer). 60 dólares son más o menos 45 euros, desde los 440 iniciales hacen una rebaja enorme y si la asumen es porque pueden hacerlo sin perder pasta (vamos, que por encima de ese precio están robando sin vergüenza alguna). Será que la batalla, pese a su implantación y cuota de mercado y pese al tirón de llamarse Microsoft, no la tienen tan ganada. Intentan luchar a tope por no perder usuarios como les está pasando con Explorer y con Windows (aunque más lentamente). Así que quizá es que ya le ven las orejas al lobo.
- Microsoft Office:
A favor.
- Un producto que funciona muy bien.
- Ayuda a limpiar un poco la imagen de marca desastre de Microsoft. Esto es una ventaja para Microsoft, pero no deja de ser un punto bueno desde el punto de vista de «producto».
En contra.
- Es carísima.
- No es libre.
- Sólo está disponible para Windows.
- Incluye sistemas de restricción digital.
- No incluye interoperatibilidad nativa con el único formato de documento reconocido por ISO en la actualidad: ODF.
- OpenOffice.org
A favor.
- Es gratuita y es libre. Dos ventajas.
- La mejor opción para el usuario doméstico (que no querrá pagar los 440 euros que cuesta Microsoft Office 2007 Standard).
- Es multiplataforma: Linux, Windows, Mac.
- El formato por defecto para abrir/guardar documentos es ODF: el estándar ISO para ofimática.
- Está aglutinando apoyos de grandes empresas como IBM, Mozilla y por supuesto su matriz, Sun para colaborar en su desarrollo.
En contra.
- Su rendimiento ha mejorado, pero podría mejorar.
- Si nos salimos del editor de texto (donde realmente da bien la talla), las aplicaciones no son aún tan completas como en la suite de Microsoft. Impress es el caso más evidente.
- Aunque puedes abrir archivos de Word (doc), ellos no podrán abrir los tuyos (odt) ya que la suite de Microsoft está diseñada para ser incompatible. A menudo necesitarás exportar tu trabajo como DOC para que un compañero pueda abrirlo. Una molestia si todos tus compañeros de empresa no utilizan también OpenOffice.
- Google Apps
A favor
- Gratuita.
- No necesitas software adicional. Esto es una comodidad que podría pagarse cara a la larga, pero para emergencias (estar en un pc ocasional, por ejemplo) puede estar bien.
- El empujón que Google le va a dar ayudado de su gran marca. Google ya ha puesto su editor de texto a un click de distancia de sus servicios más exitosos. Van a ser duros intentando que la usemos.
- Facilidad para editar documentos entre varios usuarios. Para redactar informes entre varias personas manteniendo una única copia maestra. Esto podría verse aún más potenciado cuando integren a JotSpot (proveedor de wikis), que adquirieron recientemente.
- Dejas el asunto de los backups de seguridad a Google (hacerlos y almacenarlos), quitándote trabajo de encima. La verdad los backups es algo que se pueden automatizar y ni siquiera lo notarías, pero es, hasta cierto punto, una comodidad.
En contra.
- No creo que muchas gente cambie la potencia de una suite instalada por el café descafeinado que ofrece Google. Por muy cool y muy dos punto cero que eso sea.
- Tus datos están en todo momento en posesión de otra persona, en este caso Google. Si eres una empresa no sé hasta que punto te agrada, si eres una persona no sé hasta qué punto debes admitirlo (vamos, que sí lo sé y no creo que lo valga).
Bueno bueno, con un poco de suerte pronto acabamos la anotación (gracias por llegar hasta aquí leyendo). ¿Y cuál creo yo que es la mejor opción?
- Pues por precio Microsoft Office es prohibitiva para la mayoría de nosotros. En un país de mileuristas pedir que nos gastemos esa pasta en software de ofimática es pedir demasiado. MS Office quizá es el software más completo, pero la ventaja que le saca a OpenOffice no vale los 440 euros que cuesta.
- Y si debemos elegir entre OpenOffice y Google Apps pues quizá alguien encuentre más ventajas en usar el servicio de Google… a mí no me compensa. Siendo ambas gratuitas (principal escoyo a la hora de elegir software por la mayoría de personas) resulta que OpenOffice es más potente que Google Apps y que además es libre. Pues no hay color, oiga.
Si tengo que escoger una suite, yo escojo OpenOffice. Supongo que mi elección no habrá sorprendido a muchas personas y habrá quién no se lo crea, pero de verdad he intentado ser objetivo.
¿Cuál suite ofimática habrías escogido tú?