Una negligencia administrativa pone en riesgo a 25 millones de británicos

Nos avisaba anoche Alvy, pero no tuve ya ganas de comentarlo. Hoy lo haré muy brevemente, porque después de lo que dije ayer sobre la cesión de datos desde la administración a las empresas, poco tengo que añadir si no quiero resultar pesado.

Lo sucedido en Reino Unido con los datos personales de millones de británicos sería para burlarse del patán del funcionario, si no fuera tan preocupantemente serio. Los datos de 25 millones de ciudadanos británicos comprometidos por una negligencia administrativa (El País).

¿En qué consiste la negligencia? Pues en tener los datos fiscales, bancarios y civiles de 25 millones de británicos y enviarlos de una oficina del gobierno a otra… por correo postal. Nada de enviarlo en mano, ni bajo custodia. Eso serían medidas lógicas, pero es la administración. Son la ley y juegan en otra liga.

¿En qué consisten los riesgos? Desde fraudes bancarios a suplantación de identidad pasando por un sinfín de abusos que se puedan derivar de todos esos datos. Una pifia memorable, sin duda, realizada por uno de los gobiernos que más ha apostado por la sociedad de control.

¿Y esta misma gente quieren hacernos creer que los datos privados que recogen sobre nosotros no serán objeto de abusos? Difícil me lo ponen, para decir la verdad.

Actualización (2007-11-22): Entre las mucha gente que comenta el asunto, Felix Haro hace un comentario interesante: A veces pasa.

Amazon, Kindle, el DRM y el derecho a leer

El derecho a leer es un relato distópico que va camino de dejar de serlo, para convertirse en realidad. Fue escrito hace diez años (febrero de 1997) y no faltó quien se lo tomó a coña, a paranoias de un viejo demasiado loco.

Richard Stallman es odiado y amado a partes iguales, pero hay que reconocer que hay asuntos para los que tiene una visión premonitoria. Entendió hace ya más de 20 años que el futuro del software caminaba por el software libre; muchos no lo han entendido. Y entendió hace ya 10 años que la venta de libros digitales acabará con el tradicional y saludable acto de compartir libros.

Es algo que en «el anarquista en la biblioteca» queda bastante claro: la tecnología avanza a un ritmo que las leyes no están siguiendo. Si las leyes no se reforman y afianzan para fortalecer la democracia, la tecnología inundará todos esos nuevos espacios creando limitaciones que terminarán por transformar nuestro mundo.

Por eso me llama la atención que haya quien se lance a aplaudir el nuevo juguete de Amazon. Un lector de libros electrónicos con el que más que comprar libros, los licencias. Y las licencias ya sabemos los problemas que han traído en el entorno del software. ¿Queremos repetir la historia?

Por suerte opino, como Carlos, que los libros son muy superiores a cualquier lector de libros digital que se haya inventado hasta ahora. Pero la sola posibilidad de que ese modelo proteccionista y privativo se imponga debería ponernos a todos sobre aviso. Pero nada, todos a disfrutar nuestra tecnosexualidad con el dichoso juguete.

Conmigo que no cuenten, a mi me gusta cambiar libros con mis amigos. Y compro más de los que puedo leer, pero al menos puedo hacer con ellos lo que quiero, no lo que Amazon no me prohíba hacer. Amazon prohíbe revender, prestar, compartir, … los libros que le alquilas (los libros incluyen Gestión de Restricciones digitales).

Los datos de la administración pública disponibles para las empresas

No creo lo que veo. Después de todo el debate que nos traemos con los datos personales y el uso que las empesas hacen de éstos (publicidad sobre todo), después de llegar a la conclusión de que la publicidad la tenemos que frenar nosotros porque los publicistas no lo harán (de eso comen). Ahora llega la administración pública y nos deja con la boca abierta.

Se realizan abusos con nuestros datos, a veces incluso por parte de la administración (Generalitat analizando informes médicos para ver el uso de la lengua). Convertir en legal el abuso. Claro, el estado dice que lo hace para favorecer el empleo, pero el verdadero motivo es que ahora no podrán multar a las empresas por disponer de información personal. Brillante.

¿Favorecer el empleo dando datos de la administración? Está por ver qué datos serán transferidos, pero vayámonos a los historiales médicos o al estado civil. No creo que tu historial médico (todos tenemos achaques antes o después) en manos privadas te ayude a encontrar empleo. Ni que una empresa pueda saber que recientemente «pusiste cese temporal a tu relación». Quién sabe si estás deprimido y borracho; o rejuvenecido… y borracho.

¿Quieren fomentar el empleo? ¿Qué hay de la revolucionaria idea de ayudar a los emprendedores que apuestan por el autoempleo? ¿Qué hay de desincentivar la compra de vivienda, que actualmente tiene una rentabilidad del 15% por desgravaciones? Los inversores saldrían a la calle con su dinero y eso crea empleo. Decir que dar mis datos personales y privados a una empresa ayudará a crear empleo es una aberración.

Un párrafo del BOE de 17 de noviembre de 2007:

La información generada desde las instancias públicas, con la potencialidad que le otorga el desarrollo de la sociedad de la información, posee un gran interés para las empresas a la hora de operar en sus ámbitos de actuación, contribuir al crecimiento económico y la creación de empleo, y para los ciudadanos como elemento de transparencia y guía para la participación democrática. Recogiendo ambas aspiraciones la Directiva 2003/98/CE, de 17 de noviembre de 2003, del Parlamento Europeo y del Consejo, relativa a la reutilización de la información del sector público, se adoptó con la finalidad de explotar el potencial de información del sector público

Tiene gracia que se acuerden de la «transparencia y la participación democrática» cuando se trata de dar información pública a las empresas y no cuando se trata de la adopción de estándares abiertos y software libre en la administración, verdadero vehículo para la transparencia en este sentido.

¿Qué mecanismos llevan al estado a pensar que las empresas facilitarán nuestra participación democrática si la función del estado es principalmente impedir que las empresas tengan una influencia proporcional a su riqueza? ¿El lobo cuidando del gallinero?

Para rematar la jugada tenemos de nuevo el papel de la Comisión Europea como ordenante al que no se le pueden pedir cuentas. El gobierno está transcribiendo a la legislación estatal una directiva europea de 2003. ¡Están obedeciendo órdenes! ¿Les suena el argumento? Claro, es el consenso de Washington. La creación de estructuras supraestatales ademocráticas que puedan gobernar el mundo sin miedo a que las siguientes elecciones puedan hacer fracasar sus planes. Así llegamos al corporativismo actual que presume como cierta la hipótesis de que cualquier empresa privada actuará mejor que una pública. Lo llaman economía, pero es ideología. Cualquier gasto será mejor si es realizado por una empresa privada. Un dogma.

Estoy indignado. Deudas de privacidad, corporativismo y morro (el morro suficiente para convertir en legal lo increíble). Esto nos lo ha contado Acalpixca, que también está que echa humo. Y a ver si tenemos suerte y alguno de los abogados-bloggers que habitan la blogosfera (pueden leer a algunos en mi feevy) se moja en este asunto. Será interesante conocer la opinión de alguien que realmente conozca esta materia.

TVE, ¿la tele de todos?

Eso nos cuentan desde pequeños, aunque si hacemos caso a lo que cuentan en Fanboy (via meneame), TVE retransmite algunas de sus emisiones con una «marca de agua» que impide que sean copiadas por receptores con esta capacidad. Este acto aparentemente inocente no lo es en absoluto, pues destruye nuestro derecho a copia privada sin ánimo de lucro, ese que ya hasta la brigada de investigación tecnológica ha reconocido.

TVE, ¿la tele de todos? Reconozco que veo poco la tele, pero pagar impuestos para que se malgasten en servicios que ni siquiera se adaptan a mis necesidades (como grabar un programa para verlo más tarde) es un timo.

Luego nos parecen lejanas las historias de la BBC emitiendo por internet sólo para windows (DefectiveByDesign) y con DRM, pero aquí las restricciones digitales las han llevado a la tele del salón, siempre confiriendo autenticidad a lo que cuentan en Fanboy (de momento no veo porqué habría de ser falso).

Alguien en el gobierno ha pensado que la industria de los contenidos le da más dinero que los ciudadanos, pero es falso. ¿Qué porcentaje del dinero del estado proviene de estas industrias y qué porcentaje proviene del IRPF? Se han confundido de malo, joder. Miserias públicas.

Bocados de Actualidad (39º)

Y aquí estamos, una vez más, suena Marlango y yo os traigo una ronda de Bocados de Actualidad, un conjunto de historias que no tuve tiempo (o ganas, jeje) de comentar. La trigésimo novena ronda de bocados la componen los siguientes enlaces:

Pásenlo bien, si a sus ciudades ya ha llegado el invierno (o el verano, según dónde me lean) no desesperen… aquí tenemos un día perfecto y yo pronto me iré a navegar la ciudad. Cuídense.

World of Warcraft, o cómo pagar por ser espiado

No se puede decir que sea un jugón, ni siquiera que lo haya sido anteriormente. Pero he de reconocer que los pocos juegos (casi todos) que he jugado tenían un denominador común: Eran juegos de Blizzard. Warcraft, Diablo, Warcraft 2, Diablo 2… Reconozco que me gustaron esos juegos y que jugué a ellos con frecuencia (a veces demasiada frecuencia, jeje).

Sin embargo hay algo que no habría estado dispuesto a aceptar ni entonces ni ahora; aunque está claro que mucho menos ahora: que Blizzard hubiera espíado mi ordenador para recoger información sobre mí. Y eso es algo que Blizzard ya hizo anteriormente (en 2005, rootkit) con World of Warcraft, un juego multijugador online con más de 8 millones de suscriptores (12 euros mensuales) pero de lo que los jugadores tuvieron la ocasión de librarse. Ahora Blizzard vuelve a la carga con una nueva versión de este spyware (TheRegister) dispuesto a recoger información sobre tu equipo y sobre tí (aplicaciones, url visitadas, todo tipo de información privada). Con el pretexto de evitar la piratería (que por otra parte les da igual pues es en los servidores de Blizzard donde se revisa la clave que te dará acceso) recogen un buen montón de información personal que vale mucho dinero si se usa con propósitos comerciales. Y para coger esa información personales recurren a espiarte intensivamente.

Vale, estamos de acuerdo en que no es un problema nuevo y que es el mismo problema de cualquier otro software privativo (como Windows XP o Vista, que también espías): la licencia te impone unas condiciones y las aceptas, si aceptas la licencia luego no des la vara. Lo que sucede es que me sigue llamando la atención que millones de personas pasen por ese aro sin darle mayor importancia. Y el caso de WoW es muy llamativo porque lo dicen abiertamente y a la cara: te vamos a espiar. Esto es lo que nos aparece si intentamos registrarnos, nos lo dejan bien clarito en la licencia y los términos de uso.

También hablan sobre este nuevo spyware en TheInquirer.

Comentario sobre la modificación del canon por parte del Partido Popular

La plataforma contra el canon por copia privada ha reunido un millón y medio de firmas. Es una realidad que no escapa a muchos de nuestros políticos, estamos hartos de robos a manos armada, estamos hartos de insultos y de miserables.

Eso ha llevado a que en un acto de ficción (o cinismo, elijan la palabra que prefieran), Mariano Rajoy, candidato Popular a las próximas elecciones legislativas (que no presidenciales…) esté dando vueltas al asunto del canon: En septiembre prometió un plan que acabaría con el canon y abarataría el ADSL (Internautas), y hace un par de días volvió sobre el tema para decir que van a modificar el canon en la próxima LISI, citando al diario ADN.

«Yo creo que el canon digital pone bajo sospecha a todo el mundo, y éste es un asunto en que, sin perjuicio de que haya que conservar la propiedad intelectual, lo vamos a modificar»

De acuerdo… la primera declaración parece pura mentira, y la segunda podría ser verdad. Lo que sucede es que podría ser verdad en un sentido radicalmente opuesto a lo que todos pensamos y queremos. Me da la impresión de que todo el mundo piensa «Rajoy miente» y no se dan cuenta que Rajoy dice algo que ya dijo en 2005 muy en serio, mientras se redactaba el (por aquel entonces aún) proyecto de reforma de la LPI. En su día ya nos hicimos eco en este blog: En 2005 el PP proponía eliminar el derecho a copia privada en la futura LPI.

Y. ¿cómo afectaría esta eliminación de la copia privada al canon digital? Pues evidentemente cobrar un canon por copia privada en un supuesto legal donde esa copia privada no está contemplada sería ilegal, de modo que el canon desaparecería. Pero lo haría no en el sentido que la lógica y todos nosotros pedimos y deseamos: si la vía para eliminar el canon pasa por no permitir la copia privada, es mucho mejor quedarnos con el canon. Además, una posible eliminación del derecho a copia privada desembocaría en una legalización de facto de los sistemas de gestión de restricciones digitales para impedir que tal acto ilegal tenga lugar.

Tras ver lo firme que este partido político se muestra respecto de las mentiras vertidas sobre otros asuntos, que ahora juran (perjuran, de hecho) no haber dicho nunca, confiar en que hayan modificado tan sólo un ápice su postura respecto de un asunto tan importante como es el de la restricción de copia y la propiedad intelectual.

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