Sobre licencias, posts, y suplementos a base de otras hierbas

Hace unos días me escribieron desde Baquía para comentar que iban a incluír un artículo mío (RFID en revistas: una reflexión) en un suplemento en PDF que sacan con periodicidad mensual. Les comenté que para mí era una alegría pero que curioseando por algunos números anteriores (nunca los había visto antes) no encontraba nota de licencia al respecto. Al no existir tal licencia se entiende que se opta por la licencia por defecto: el copyright más duro, la restricción de copia, redistribución y modificación sin permiso expreso del autor.

Sucede que mi post, como todo este blog, están publicados bajo licencia GNU FDL y claro, respeta todas esas libertades. El hecho mismo de que ellos puedan incluir ese artículo en su suplemento sin más que la atribución del mismo se debe, precisamente, a ello; esa es mi voluntad y no tengo nada que objetar. Pero sucede que si mañana alguien quiere tomar parte de su suplemento (y me da igual lo que pase con el resto de autores, sólo hablo por la parte que me toca) puede pensar que no tiene esos derechos. Quizá va a dejar de reutilizar un texto que yo le permito, expresamente, reutilizar; y preservar ese derecho en las obras derivadas de mi original es también parte de mi voluntad.

Cambié algunos correos con el redactor de Baquía y no puedo negar su cordialidad (ni la cortesía al avisarme de que reutilizaban mi post), pero de la respuesta me quedó un sabor agridulce: respecto de la licencia mencionan que «ellos no suelen poner pegas al uso de sus contenidos ni de sus suplementos, y que no prestan atención a esas cosas» (bueno, no literalmente, pero ese es el concepto).

Presupongo que no lo hacen con maldad y no es eso lo que me preocupa, sino el desinterés frívolo hacia un asunto tan complejo como es el problema de las licencias: uno de tantos daños colaterales de la nociva legislación en materia de restricción de copia. Y vale que desde Baquia se afirma que no ponen pegas con eso. Posiblemente es verdad, llevan años en esto y seguro que saben bien en qué ecosistema están viviendo. Tan sólo me parece que mientras la ley no sea, por defecto, más permisiva todo lo que nos queda a los que creemos en los usos más libres es hacer uso de nuestra capacidad de decidir y hacer respetar nuestras decisiones. El sistema de uso «en plan confianza» está bien, pero no cuesta nada dejarlo claro; para que conste y surta efectos donde proceda.

No es que me moleste especialmente lo de Baquia porque entiendo que ellos hacen un derivado con usos comerciales (y eso no me preocupa pues no veo que sea un problema), es que me irrita pensar que si alguien decide hacer un uso indebido (principalmente eso consiste en hacer obras derivadas que no se acojan a las libertades que preserva la licencia GNU FDL) no se podría hacer nada por evitarlo. Y si no piensan perseguirlo, ¿qué les cuesta poner una nota en la primera página par del documento ahí donde se vea pero no estorbe a la maquetación? ¿Para qué sirven las licencias si no se las respeta?

Y no quiero que se entienda esto como una queja a la gente de Baquía, cuyo esfuerzo valoro. Es más un canto triste: ¿qué queda cuando desde un medio serio no se toman en serio el problema de las licencias? Queda una leve desilusión; porque parece que hemos avanzado mucho pero que la mayor parte del camino está aún por andar.

El destino del plan terrorista

«El destino del plan terrorista no es alcanzar el triunfo sea cual sea la derrota del imperialismo norteamericano o la consecución del califato universal, etc. Estos son meros señuelos o autoengaños dentro de la lógica global de control; la consecuencia obvia e inmediata de sus exitosas campañas es el estímulo de la vía del control total, hacia un régimen parafascista de democracia débil en todo el mundo. El carnet de identidad, los códigos de barras, el chip subcutáneo, las pulseras electrónicas, el GPS, las cámaras de vigilancia por doquier, etc., ya no son invenciones para una distopía futurista sino artefactos perfectamente cotidianos, asumidos por la población en aras de la salvaguarda de su seguridad supuestamente amenazada por terroristas y criminales.»

Cibergolem, en Panel de Control.

Sobre la política del miedo, sobre qué representa verdaderamente la victoria del terrorismo y sobre el teatro de seguridad. Todo en un párrafo.

[Volví del puente; volví en avión así que mejor ni me pregunten]

Biblioteca Digital Hispánica: la privatización de la Biblioteca Nacional

Eso que yo afirmo en el título es lo que se preguntan en 20minutos en un artículo al que he llegado gracias a JA Millán.

Para esta digitalización se ha empleado un software privativo perteneciente a ExLibris, una empresa israelí, y al final de cada página digitalizada hay una nota de copyright: © Biblioteca Nacional de España.

Al pie de la página web la nota reza: © 2007 Ex Libris y Biblioteca Nacional de España.

¿Está la biblioteca nacional cercando el domino público contenido en la biblioteca nacional? Peor aún, ¿por qué ExLibris aparece como propietario de un monopolio de restricción de copia de unos libros que durante décadas han pertenecido a todos? ¿Tan sólo por ofrecer el software, tan sólo por escanear? Qué bajo vendemos nuestro patrimonio.

El dominio público reducido, justo cuando mucha gente lo amplía voluntariamente. ¿Sería posible imponer esa restricción de copia si los libros estuvieran bajo GNU FDL? ¿Qué opciones tenemos para apoyar la devolución si ésta se comporta a la restricción de copia de una forma tan débil como la licencia BSD se comporta al software libre? Sé que la virtud está en abandonar todo pragmatismo y pedir el ideal pero, ¿no es contraproducente a veces? Son preguntas que por más que lo pienso, hace tiempo que no logro responder.

Dudas chungas para un miércoles de lapso. Seguramente no verán un nuevo post hasta el lunes, si no salgo en las noticias es que estoy vivo; tan sólo lejos de mi teclado.

¿Por qué no sirve de nada que un pasaporte RFID esté cifrado?

Mucha gente no sabe que los pasaportes electrónicos son en realidad pasaportes RFID, cosas de la neolengua. De entre los que saben qué llevan realmente los pasaportes muchos desconfían, con motivos, de este tipo de sistemas. Pero, nuevamente, una parte de esos que alcanzan a ver que hay pastel podrían tener la tentación de relajarse cuando les dicen que los chips RFID de nuestros pasaportes tienen la información cifrada. Es una tentación, no hay que confiarse. El cifrado de un chip RFID es irrelevante cuando hablamos de seguridad, pues no supone ninguna solución.

¿Por qué no sirve de nada que un pasaporte RFID esté cifrado?

Un chip RFID emite siempre la misma señal. Una vez el chip se activa, emite aquella señal que está preparado para emitir. Esta información podrá ser emitida en claro o cifrada.

En cualquier caso, como el chip RFID emite siempre la misma señal es posible clonar esta información y empotrarla en un nuevo chip. Si la información estaba en claro, podrás saber qué has copiado y si estaba cifrada no.

¿Mejora el cifrado la seguridad de este pasaporte?

En absoluto. El problema de un chip RFID es que se puede clonar porque es «tonto» y emite siempre lo mismo. Si yo quisiera cometer un delito para el cual todo lo que necesito es un chip RFID que transmita al sistema una identidad que no es la mía, todo lo que necesito es clonar un pasaporte. No necesito leerlo, no necesito saber quién es el portador del pasaporte. Tan sólo necesito poder reemitir esa señal de forma que un sistema de detección el que sea piense que allí estuvo él/ella y no yo. Fácil, ¿verdad?

Pero si el cifrado fuera la solución, ya hace tiempo que habría dejado de serlo.

Porque estos pasaportes han sido clonados y crackeados, su información ha sido modificada.

¿Mi pasaporte es RFID?

Si tienes pasaporte español y lo renovaste después de agosto de 2006, sí.

IV Conferencia Internacional de Software Libre 2008 | Open Source World Conference 2008

El otro día andábamos con un par de amigos pensando en la IV Conferencia Internacional de Software Libre / IV Open Source World Conference que este año se celebra en Málaga, ya que hace dos años coincidió más o menos por estas fechas (además celebramos un Beers & Blogs multitudinario).

La verdad es que no vi nada al respecto pero hoy ya podemos ver algo de información en la página web de la UMA.

Al final se retrasa respecto de la cita en febrero y la IV Conferencia Internacional de Software Libre se celebrará en Málaga entre los días 20 y 22 de octubre, en el palacio de congresos como la última vez.

Sé que falta una jartá, pero así lo tengo por aquí apuntado y no lo olvido…

PD. Me sigue haciendo gracia que en español digan «software libre» y en inglés digan «open source»…

IBM quiere patentar las esperas en restaurantes

Del departamento de patentes estúpidas nos llega una de esas solicitudes de patente que debería hacer recapacitar sobre el asunto de las patentes a todo aquel que aún no crea que son absolutamente inservibles.

IBM quiere patentar un sistema para gestionar devoluciones (NdT: crediting) debidas a esperas en restaurantes. Dirán que eso de que te recompensen si la espera en el restaurante se alarga demasiado ya existe, supongo que los tiros de IBM van por automatizar esto. O eso espera poder hacer si le conceden la patente que ha solicitado (via Slashdot). Por supuesto no se trata más que de una solicitud, pero ya sabemos cómo funcionan estas cosas y más en aquel país. Es cuestión de tiempo pero de aquí a un año vista esto será una patente concedida.

Se preguntarán cómo piensa IBM automatizar el registro del tiempo que usted lleva esperando de pie a la entrada del restaurante, ¿no se les ocurre una respuesta? Lo cierto es que no tengo ni idea, pero se me ocurre una posibilidad que IBM podría utilizar (pues ya tiene patente al respecto): mediante RFID. Al fin y al cabo, IBM patentó el seguimiento de personas en espacios cerrados usando RFID (texto de la asignación de patente [pdf]). ¿Dudaban de la respuesta?

Otra de esas patentes que nos obligan a replantearnos la viabilidad (y sobre todo la inviabilidad) del sistema que otorga estos monopolios…

El desarrollo de tolerancia a las medidas de control

La lucha contra la sociedad de control no es una lucha a corto plazo, de hecho podría decirse que es la lucha eterna: imposición de control contra resistencia antidisciplinaria, pero sí es una lucha que se endurece con el paso del tiempo. En la lucha contra la sociedad de control el tiempo juega en nuestra contra. El desarrollo de tolerancia, entendida como capacidad de soportar estas medidas sin que nazca una sensación de desasosiego y rechazo a las mismas, es un factor dependiente del tiempo y que aumenta exponencialmente con el paso del mismo.

El hecho de que el tiempo sea nuestro enemigo se debe a que el tiempo favorece el desarrollo de tolerancia hacia las medidas de control. Con el paso del tiempo interiorizamos la existencia de controles que nos limitan, condicionan y adoctrinan. El proceso en sí de interiorizar el control ataca y debilita la oposición al mismo, pues sería como atacarnos a nosotros mismos. No desarrollamos tolerancia a la idea de estar controlado, a nadie le gusta sentirse controlado, sino que dejamos de percibir el control como tal creándose una diferencia entre el control real al que estamos sometidos y el control percibido. Esta diferencia entre lo real y lo percibido hace no seamos completamente conscientes de hasta qué punto existen controles y todo está vigilado, reduciendo toda posibilidad de oposición a esta vigilancia

El discurso sobre el que se construye este control en un mundo de redes está encaminado a enlazar directamente las medidas de control con la capacidad de gobierno de la sociedad actual. Los mensajes de la política del miedo y la guerra contra el terror persiguen crear un imaginario en el que un mundo distribuido no es gobernable en términos de promesas y de un futuro mejor, sino que la gobernabilidad misma pasa a estar definida en términos de seguridad, aunque en ningún momento se aclara si lo que estas medidas protegen es a los ciudadanos o a los poderes establecidos del ataque y la indiferencia por parte de esos mismos ciudadanos. Que la construcción misma de estas medidas y el modo en que se comunican al público constituye otra forma de control y manipulación social es algo evidente, aunque no nos adentraremos en ella en este capítulo.

En ese sentido, también la manera en que se construyen esos discursos, apelando al civismo y al patriotismo para favorecer esta asimilación, deben ser los primeros en recibir nuestras críticas, pues es con la ayuda de estos discursos que se logra que toda oposición, crítica y propuesta de reforma sea rechazada y marginada. De repente, alguien que se pone a las medidas de control es percibido como un cómplice de los delincuentes o un odioso antipatriota. Es el discurso el principal vehículo para la asimilación de estas medidas y el desarrollo de tolerancia al control.

El desarrollo de tolerancia a las medidas de control comienza a operar tan pronto éstas están operativas, ya que a la inclusión de éstas en nuestros hábitos (con la consecuente reducción de atención prestada, pues abrir la puerta con el transpondedor pasa a ser un acto mecánico y no un acto razonado) hay que unir que, debido al modo en que se justifican las mismas, muchas personas son automática e inconscientemente empujadas a aceptarlas. Sin embargo, en nadie es esta tolerancia tan acentuada como en las generaciones que nacen y crecen con posterioridad a la entrada en vigor de las mismas. Lo que estamos acostumbrados a utilizar desde que somos niños nos es más fácil de comprender, y aquello que entendemos con fácilidad nos da confianza. El proceso de asimilación de las medidas por parte de los jóvenes constituye un enorme factor en contra de la resistencia a estas restricciones y controles y por eso la oposición a las medidas de control es una lucha que, sin constituir una derrota asegurada a largo plazo, será más fácil vencer si evitamos que éste nuevo régimen se prolongue innecesariamente en el tiempo.

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