La wikipedia, el exceso de enlaces y la manía de poner todo a dos clics de distancia

Existe una tendencia creciente a enlazar a la wikipedia para todo, aporte valor el enlace o no aporte valor. Simplemente se enlaza a la wikipedia. Evidentemente, como todas los vicios de moda, enlazar a la wikipedia parece una virtud. Es moderno y por eso se hace en exceso. Sin embargo enlazar en la dirección equivocada o rellenar un texto con enlaces tontos que no aportan valor no es una virtud.

Voy a jugar a ser un blogger atrevido y da un pequeño consejo de diseño. ¿Cuándo un enlace a la wikipedia es claramente mejorable? Hay dos situaciones tipo: una en la cual estamos añadiendo demasiados enlaces y podemos prescindir de algunos y otra en la cual estamos enlazando a la wikipedia cuando podemos enlazar a una página con información más relevante (sí, hay páginas más relevantes que la wikipedia). Veamos un par de ejemplos.

Ejemplos

  1. Un blog, o en español también una bitácora, es un sitio web periódicamente actualizado que recopila cronológicamente textos o artículos.
  2. Coca-cola es una multinacional estadounidense que vende refrescos.

Estas dos frases son ejemplo de lo que no se debe hacer. Ambas están tan cargadas de enlaces que es difícil seguir el texto. El problema no es poner muchos enlaces: sé que hay que poner enlaces, la red son los enlaces, pero hay que saber cuándo ponerlos y cuántos poner.

1. Un blog, o en español también una bitácora, es un sitio web periódicamente actualizado que recopila cronológicamente textos o artículos.
En esta frase apostaría a que casi ningún enlace es realmente interesante, y seguro que todos recuerdan haber encontrado páginas así en algún momento (quizá recientemente). Quizá estaría justificado enlazar para Blog, por si alguien no tuviera claro el concepto. Pero la profusión de enlaces siguiente carga el texto y la vista. Aún así, es posible que en ese caso concreto unas negritas para resaltar un par de conceptos fuera suficiente. Es común enlazar para todo, nos puede pasar a todos y siendo preocupante me llama menos la atención.

2. Coca-cola es una multinacional estadounidense que vende refrescos.
Esta frase es más importante. Contiene el típico enlace que me ha llevado a escribir esta anotación. Está igual de recargada que la anterior con enlaces que son absolutamente prescindibles, pero además tiene otro tipo de enlace que podría ser prescindible o no, lo que es seguro es que apunta a una fuente equivocada: se trata del enlace al que dirige Coca-cola. Hemos enlazado a la wikipedia y no es que el enlace sea prescindible, es que Coca-cola tiene su propia página. De esta forma, si alguien quiere realmente visitar la página de coca cola no sólo no le hemos dirigido al destino, sino que le hemos puesto a dos click de distancia algo que podía estar a uno.

Y aún Coca-cola dispone de una sección extensa en la Wikipedia, pero en asuntos o temas minoritarios o que «no sean de interés enciclopédico» (sí, después de incluir la pelusilla del ombligo aún se borran artículos por falta de interés enciclopédico, pero eso es otra historia que se escribe mejor en una contextopedia) seguramente la descripción será más escasa y aún será más irrelevante enlazar a la wikipedia en lugar de a alguna otra fuente mejor informada.

Por supuesto se puede seguir enlazando a la Wikipedia cuando el enlace aporte valor, pero sin olvidar que lo bueno de internet (y más ahora que todos podemos contar nuestra verdad) es que la verdad está en cualquier parte. Si todo el saber universal no cabe en la wikipedia, tampoco caben todos los enlaces entrantes.

Y antes de que algún listillo me diga que he puesto un montón de enlaces estúpidos como esos que critico, que revise el html de esta anotación: todos los enlaces con carácter didáctico y totalmente innecesarios llevan su correspondiente nofollow. No suelo usarlo, pero era un asunto de coherencia personal. Y siéntense tranquilos, que no creo que vuelva a darles una clase de estilo en años. No es mi campo y además me ha quedao un pelín largo.

Probando Ubuntu 8.04 – The Hardy Heron Release – Beta

Desde hace un rato estoy probando la nueva beta de Ubuntu, o lo que es lo mismo: Ubuntu 8.04 LTS – The Hardy Heron (versión beta).

Tenía ganas de hincarle el diente a esta nueva versión de Ubuntu por varios motivos pero entre los que destacaré el principal: soy un enganchao de estas cosas. ¿Sorpresa?

De las novedades técnicas y de software de Hardy no voy a hablar mucho, lo podéis leer en muchos sitios, por ejemplo en Referenta. Voy a hablar de lo que me parece destacable de esta nueva Ubuntu.

El hardware. Diré antes que nada que la he instalado en un portátil clónico que tiene un Intel Core2Duo a 2GHz, con 2GB de RAM tarjeta gráfica Intel X3100 y Tarjeta wireless también Intel 3945. El portátil lo compré hace ya casi un añito y ha llevado mucha guerra, a pesar de lo cual se comporta de lujo, y me costó mucho menos de lo que algunos equipos de marca con hardware muy similar costaban tan sólo hace un par de meses. Esto no aporta nada a mi impresión sobre Hardy (como mis avezados señores ya habrán comprendido), pero lo digo para que la gente le deje de tener miedo a los portátiles clónicos; en mi experiencia está totalmente injustificado y es contraproducente si quieres usar Linux.

Vamos a lo que vamos. Primeras impresiones.

  • 25 minutos de instalación limpita. Meter el cd, iniciar en live mode. Da la opción de instalar completamente automatizada, autodetectando espacio libre en disco. Pero a mí eso no me gusta. Tomé el camino manual y tras configurar un par de cosas (principalmente, me gusta tener /home en una partición separada porque ahorra muchos sudores fríos en momentos de crisis) me pude levantar del escritorio. En total, el proceso de instalación no han sido ni 25 minutos. Brillante.
  • Sin drivers privativos. En versiones anteriores, Ubuntu reconoció todo el hardware de mi portátil a la primera y sin problemas, pero me quedaba la espina de que mi tarjeta wireless requería drivers privativos para funcionar. Desde esta versión los drivers de mi tarjeta wifi son también libres. Magnífico.
  • Compiz viene activado por defecto. O al menos a mí se me activa por defecto ya que mi tarjeta gráfica tiene drivers libres y no da problemas de detección ni configuración
  • El nuevo gnome me encanta. Más limpio y ligerito en los menús y completamente traducido sin necesidad de descargar el «soporte adicional de idioma» que nos ha acompañado desde la ya mítica primera versión de Ubuntu Warty Warthog. Otro punto extra.
  • Sin Flash en Ubuntu 64 bits. ¿El punto negro? Como siempre, el punto negro no es achacable a Ubuntu sino a terceras partes. En este caso, y dado que yo uso Ubuntu 64bits para aprovechar mejor mi procesador, sigo sin tener Flash para Firefox. La culpa es, obviamente, de Adobe que parece decidida a no sacar versión de su plugin para Linux 64 bits. ¿Solución? Swiftfox, como ya comenté.
  • No es ninguna revolución estética ni de software respecto de las anteriores, pero sí que se la ve muy bien acabada. Creo que no me gustaba tanto una beta de Ubuntu desde la Dapper de hace 2 años. Ciertamente se ve que se han tomado en serio el soporte de larga duración que piensan darle y han hecho una versión que promete ser muy estable.
  • Que no sea una revolución y que sea muy estable significa que es perfecta para iniciarte en GNU/Linux y comenzar a dejar atrás a Windows, cuando salga la versión estable el próximo 24 de abril; claro, no queremos iniciarnos con una beta (nadie querría).

En resumen, la nueva versión de Ubuntu pinta muy bien a un mes escaso de su versión final. Si usas Ubuntu no tendrás excusa para actualizar el equipo, aún si eres de esos que prefieren quedarse con una distro algo más vieja pero más estable. Si aún vives en Dapper (sé de algunos…), Ubuntu 8.04 es lo que estabas esperando para actualizar tu sistema.

*** Enlaces: Página oficial de Ubuntu | Plan de publicación de Hardy | Categoría de Software Libre y página de Ubuntu en este blog.

Photoshop Express y los derechos de autor de los archivos

Muy rápido. Todo el mundo habla de Photoshop Express, Antonio Ortiz dice que mola bastante y no hay porqué dudarlo. Pero parece que no es oro todo lo que reluce, algo que era de esperar viniendo de quien viene este producto: y el problema viene como casi siempre de la mano de los derechos de autor de los contenidos almacenados en el sistema.

Adobe te da 2GB para que almacenes, cuelgues, compartas, … fotos. Lo que te meten en la letra pequeña es que estás entregando a Adobe el control sobre todas tus fotos (via TheInq). No que Adobe quiera atribuirse la autoría (eso no podrían hacerlo en muchos países, entre ellos España, porque la ley así lo indica), es que cedes a Adobe una licencia global, libre de royalties, no exclusiva, perpetua, irrevocable y totalmente sublicenciable para distribuir, derivar beneficios o cualquier otra remuneración de la reproducción, modificación, adaptación, publicación, traducción, representación pública y reproducción pública de tus contenidos.

Estoy seguro que rectificarán esto. Ya lo han intentado otros (YouTube con los vídeos y MSN con ¡los archivos compartidos con tus contactos! -no sé si esto último es cierto o sólo lo he soñado-) que cuando se ha levantado la polémica han dado el paso atrás. Pero es el concepto: la sola idea de diseñar la licencia de esa forma es toda una declaración de intenciones.

Mucha miga tiene esto. Más aún cuando el principal valor de esto es que tiene «un gigante» detrás, cuando Flickr/Picnik (servició que dejé de usar) también tiene otro gigante detrás: Yahoo!

A mí, personalmente, me pueden ir esperando sentados. Pero espero que los que se decidan a usarlo tenga muy claro qué tipo de modelos está apoyando.

*** Relacionado:
Todos quieren ser digg
Nielsen y las marcas de agua

La jukebox global

Pasar de un modelo de venta a un modelo de suscripción es la mayor de las ambiciones de la industria del copyright; su sueño dorado. Vende suscripciones siempre que puedas, dicen. Este modelo de subscripción es también conocido como el modelo de la jukebox o la jukebox global, en alusión a la clásica máquina de música en la cual se introduce una moneda y suena una canción a elección del pagante. En internet y en la actualidad el modelo de jukebox está encarnado en los sistemas de streaming, el mismo streaming que no nos gusta en absoluto (precisamente por este motivo).

El modelo de la Jukebox pretende, por otra parte, sustituir al DRM que poco a poco ha ido perdiendo apoyos y constituye una huida hacia adelante por parte de la industria. Pero un modelo tan terriblemente injusto por la desigualdad que crea tiene, necesariamente, que ser vendido adecuadamente: la simplicidad que ofrece el desentenderte de organizar los archivos es ese señuelo; ahora «simplemenente» los descargas de nuevo. Nadie te comenta que entonces dependes totalmente del proveedor, nadie comenta porqué precisamente ahora que para nosotros es más fácil almacenarlo todo (los discos duros son enormes y no hay que estar volcando todo en cd’s ni dvd’s todo el tiempo), por qué precisamente ahora, se impulsa estos sistemas de streaming con tanta fuerza mediática. Evidentemente alguien (la industria) guarda sus cartas y presiona nuestra jugada.

En el modelo convencional la opción por defecto sería siempre guardar los datos, sean datos de audio (como una canción, un programa de radio, o un podcast) o de vídeo (como una película, un pequeño vídeo de youtube o una noticia informativa). Una vez decidamos que no queremos volver a verlos tendríamos libertad para eliminarlos, pero si decidimos volver a verlos podremos hacerlo sin depender del nodo que nos sirve los datos.

En el modelo de la jukebox, cada vez que queremos oir algo tenemos acceso a ello de forma remota, por tanto hay un servidor que controla absolutamente la transacción. Además, el DRM que suelen incluir estos ficheros hace técnicamente inviable para muchas personas su disfrute, los subyuga a las condiciones del emisor y el precio deja de ser justo para ser impuesto.

Con el aumento de las capacidades de transmisión de datos a través de internet se ha potenciado en los últimos años la emisión de datos en streaming, amparándose en la idea de que no necesitas almacenar esa canción o vídeo ya que apenas tardarás nada en volver a acceder a la red y acceder a los contenidos de nuevo. Se oye una canción o se ve una película pero ésta no se almacena permanentemente en nuestro sistema. Si se alcanzara un punto en que nadie tuviera un almacén de datos local, para acceder a una determinada información habría que ceder a las condiciones impuestas por la industria. Por lejano que pueda parecer, el sistema de «la jukebox global» va ganando terreno poco a poco, aunque de forma inadvertida. Un ejemplo fue el anuncio, aplaudido desde muchos sectores, de Last.fm de permitir oir la canción que se quiera un número limitado de veces; estos archivos tienen DRM pero seguramente habrá quien acepte este sistema y deje de tener almacenada su propia copia no restringida del fichero. Otro paso podría tener lugar en los próximos días de confirmarse los rumores que apuntan hacia Apple ofreciendo un sistema de suscripciones a través de su servicio iTunes junto con la compra del iPod (ArsTechnica). iTunes actualmente permite descargas de pago de música con DRM sobre la que el que paga no tiene casi ningún derecho ni libertad de uso. Además constituye un nuevo intento de vender a una persona algo que no está intentando comprar: si quiero un iPod quiero un iPod, no pagar una suscripción para escuchar música cargada de DRM.

Este modelo, que puede parecer lejano a muchas personas, está más asentado de lo que parece y se consolida con cada reforma legal que tiene lugar en este ámbito. El problema es que una vez se cancela la suscripción se pierde todo acceso a los ficheros, incluso a los que tuvieras almacenados localmente, como sucedió con la Google Video Store. En aquel caso la presión popular y el daño a la imagen de la marca que conllevaron las protestas guiaron a Google hacia una rectificación, la próxima vez podríamos no tener tanta suerte.

Los modelos de suscripciones en general, y la jukebox en streaming en particular, son un modelo a evitar en todo lo posible. Un buen día podríamos no tener otra alternativa que la dependencia de muy pocos agentes que además demuestran no tener respeto por nada que no sea el dinero contante y sonante.

RFID en el transporte público del Segrí

Me envían al buzón (¡gracias!) un enlace al diario La Mañana: «Los autobuses del Segrí tendrán billete integrado a partir del lunes».

Me quedo con este párrafo:

La integración tarifaria del Segrí, la segunda que se realiza en Catalunya tras la del área de Barcelona, es pionera en el país, por el sistema de títulos de transporte sin contacto que se utiliza. Se trata de un método que ya se usa en los autobuses de la ciudad de Lleida. Este sistema permite utilizar el transporte público con un título recargable que se valida mediante un chip y unos aparatos de lectura incorporados en la mismos vehículos y estaciones de los FGC. Está previsto que se extienda al resto de Catalunya en los próximos años.

Bueno, al resto… excepto a Barcelona, claro [Nota: parece que en Barcelona aún no funciona los abonos con RFID y yo pensaba que sí, de ahí mi ironía (ahora probada errónea), gracias por el aviso, David]. Aparte de eso, toda la mercadotecnia habitual:

  • Miles de personas que se benefician. ¿Beneficio bruto o neto? El valor lo da el beneficio neto y eso se hace contrastando los beneficios que ya otorga el sistema actual. Si se refieren a los trasbordos, los buses de sevilla incorporan trasbordos en sus abonos de todas la vida. No son medidas técnicas, son medidas políticas. Lo que hace falta es voluntad de llevarlas a cabo. En Málaga, donde tenemos RFID en el abono desde hace ¿10 años? aún no hay trasbordo entre autobuses y te obligan a pagar. La tecnica lo haría posible, la voluntad política lo impide. Así que el «nuevo chip» no sería un avance en sí mismo, como quieren hacer pensar. Eso sí, miles de malagueños también nos «beneficiamos», eso siempre.
  • Pioneros. Repito: en Málaga debe hacer 9-10 años (cuando yo entraba a la Universidad) que tenemos este tipo de abonos. En su día la vendieron como lo más ya que ejemplificaba el éxito de la UMA: un proyecto de fin de carrera desarrollado en la facultad de telecos que llegaba al mundo real. Pero bien, en Lleida son pioneros. Si pionero es ser el primero en tu pueblo pues vale, pero si acotamos mucho el rango las medallas y la pionería dejan de tener sentido. Si lo que quieres es que la gente trague sin más, no hace falta usar palabras tan sofisticadas. Diles que ahorraran tiempo aunque luego pongas doble puerta como hacen en París con su Navigo.
  • Tarjetas inteligentes. En el mismo correo me avisan: en las pruebas parece que si te despistas y acercas la mano dos veces te cobran dos billetes. ¡Menuda inteligencia gasta la tarjeta! Aquí la tarjeta ha demostrado ser absolutamente estúpida: ni trasbordos nos dieron. Estarán esperando para introducirlos en 2027 cuando se inaugure el metro, justo un año antes de que las humedades se lo coman y lo vuelvan a cerrar.

Muy poco que añadir. Otra área de transportes que se «moderniza», quizá con alguien de suerte habrá gente capaz de viajar gratis (siempre a costa de otros, claro). Benvinguts als temps moderns (perdón por las faltas de ortografía).

Mileurismo

CAMAREROS historiadores, filólogos teleoperadores, arquitectos que ejercen de arquitectos para un arquitecto que les paga como a delineantes a tiempo parcial (a cambio de una formación que paga el dilettante a precio oculto de máster del IESE año tras año), economistas dependientes en una franquicia de relojes, pilotos convertidos en profes de autoescuela, ingenieros dando clases particulares de ESO, licenciados en Derecho de comerciales de alto maqueo, Audi, blackberry y bajos e inciertos ingresos. Este poliedro del mileurismo español no es una elucubración: algunos de los ejemplos me quedan cerca.

Mileurismo es un término creado por una chica española al volver de un Berlín en el que se encontró con jóvenes que podían independizarse y vivir con dignidad, llegando a fin de mes y hasta ahorrando. Le alucinó que en un país mucho más rico que el nuestro los precios fueran iguales o inferiores a los de esta España tan cara para los españoles.

José Ignacio Rufino, en el Diario de Sevilla

Joven y sobradamente tieso se llama el artículo, retrato amargo del panorama que tenemos. En España, hemos asumido leyes y prácticas sociales de un mundo rico, pero nuestra realidad no está a la altura, reza el subtítulo. Bueno, supongo que entonces habrá que cambiar esta realidad de mierda que nos ofrecen.

Lo vi gracias a RaveN y qué quieren que les diga. Los que hemos estado en Alemania el tiempo suficiente para notar el coste de la vida seguro que estamos de acuerdo en que la sensación que te queda es precisamente ésta.

El MI5 quiere los registro de transporte para espiar a los ciudadanos

Cuando alguien habla abiertamente de lo inocuo que resultan la mayoría de registros personales (que no paran de aumentar en número) que existen y en los que nuestra actividad queda registrada para siempre no puedo por menos enarcar una ceja y negar silenciosamente. A veces, cuando sé que mi interlocutor está dispuesto a conversar sin discutir o enrocarse estúpidamente en su banda, argumento a la contra. Vigilancia social y seguridad no van de la mano, son hechos probados.

Cuando alguien esgrime que los estados deben ser los garantes de nuestra seguridad última tampoco me quedo muy satisfecho, visto que en el s. XX los democidios (asesinatos de personas a manos de su propio gobierno) se llevaron muchísimas más victímas que todas las guerras, atentados y brutalidades «enemigas». Cuando alguien insiste en que los registros personales de acceso a edificios o transportes (en su mayoría gestionados gracias a las nuevas posibilidades de la RFID) sólo serán objeto de abuso en un caso extremo tengo el síndrome del paranoico por una décima de segundo. Luego despierto y me reafirmo en mi postura: que seas un paranoico no significa que no vayan a por tí.

El MI5 ha solicitado acceso legal a los registros de viajes de pasajeros al transporte urbano de Londres, gestionado mediante una tarjeta RFID (Oyster Card). (the guardian vía slashdot). El MI5 es el grupo de inteligencia del gobierno británico. ¿Para qué quiere acceder al registro masivo de millones de personas entrando y saliendo del metro y de los autobuses de Londres? ¿Acaso son todos terroristas?

Y aún cabe una posibilidad más: que el MI5 lo que quiera sea un cheque en blanco. Es probable que el MI5 ya haya consultado esos registros anteriormente (la NSA estadounidense espía sistemáticamente a sus ciudadanos, ¿por qué no iban a hacerlo los británicos que sufren una vigilancia estatal mucho más agresiva?). En el caso de que el MI5 ya tenga acceso a esos ficheros, blindarles las espaldas legalizando esa intromisión es la peor resolución posible y agravaría la herida.

En un momento en que hasta el Wall Street Journal se atreve a denunciar el auge del totalitarismo en occidente, la petición de esta carta blanca debe ser mirada con recelo y, por descontado, su concesión debe ser rechazada de plano, la sociedad de control no es deseable y lo único que nos ayuda a evitarla es salvaguardar legalmente nuestras libertades de movimiento y comunicación.

La noticia tiene ya unos días, apareció el día 16, pero yo la he visto hoy porque he pasado unos días fuera de casa; precisamente en Londres. Tengo pendiente contar algunas impresiones que tengo de la ciudad, a la que no había ido en un tiempo.

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