Premio Gran Hermano Francia 2007 para el colectivo Refus ADN

Hace unos días se entregaron los premios Gran Hermano Francia 2007 a las personas o colectivos que durante el año pasado han atentado contra la privacidad. Hay merecidos premios-castigo para varias personalidades y los podéis ver todos en la página de la organización (via EDRi).

Sin embargo, en vez de comentar los premios negativos me voy a quedar con la mirada positiva: el premio Voltaire de la vigilancia que le han dado al colectivo Refus ADN, que ha sido el colectivo que organizó la campaña de rechazo a la base de datos de ADN propuesta por el gobierno francés.

En su día hablamos del proyecto francés de base de datos para expulsar inmigrantes (xenofobia mediante la tecnología, sin tapujos) y de Touche pas à mon ADN, la campaña que promueve información sobre este plan del gobierno francés.

Sin duda importante que estas acciones reciban algo del apoyo que se merecen, pues la labor que hacen es muy importante.

*** Otras ediciones: Premios Gran hermano Francia 2006.

La falacia de la videovigilancia y el barometro del CIS

Las encuestas las carga el diablo, es cosa sabida. Ahora lo vamos a ver.

El último barómetro del CIS habla bastante de privacidad, aunque esa palabra se usa sólo en un par de ocasiones. He llegado hasta él desde El Mundo, donde se señala que un 73% de las personas dicen estar a favor de la videovigilancia. El dato me ha parecido tan terrible que he corrido a comprobarlo con mis propios ojos; evidentemente, la respuesta no era tan sencilla como el no-redactor del El Mundo ha dejado entrever.

¿Está usted a favor o en contra de la videovigilancia? 73% a favor, 15% NS/NC, 9.5% en contra. El resultado no es tan malo como parece: pese a la propaganda continua hay un 25% de las personas que no están a favor de la videovigilancia. Sin duda, a poco que comience a verse que esto no sirve de nada es de esperar que este porcentaje subirá.

Sin embargo, el resultado curioso lo encontramos cuando se matiza la pregunta anterior y se añade un dónde. Se preguntan diferentes posibles ubicaciones para que se diga si se está a favor o en contra de la colocación de videocámaras en esa ubicación.

Las ubicaciones preguntadas son bancos, comercios, comunidades de vecinos, lugar de trabajo, guarderías y colegios, transporte público, calles y hospitales. ¿Se les ocurre una ubicación que no se incluya en todo lo anterior? Pues resulta que en todas esas ubicaciones hay más gente en contra que a favor de la instalación de videocámaras.

La conclusión parece clara: la videocámara está bien para vigilar cosas críticas pero no para el día a día. Y es eso lo que la gente dice si combinamos esas dos respuestas: no se pregunta por comisarías, cuarteles o bases militares, pero supongo que la gente estaría a favor de eso. Preguntados por si quieren una cámara en su mesa del trabajo, en el colegio de sus hijos, en sus barrios, en el autobús o en su carnicería, la gente está mayoritariamente en contra.

¿Queda claro que las encuestas las carga el diablo? Eso sí, algunos periódicos ya tienen el titular (y subtitular) que querían. No hay nada como no analizar lo que uno se lee.

Otras respuestas que me han llamado la atención son:

  • Más de la mitad de la gente afirma denegar el permiso para usar los datos personales que se recogen en formularios. Sólo una de cada cuatro afirma dar ese permiso.
  • Más del 50% de las personas no tienen mucha confianza en el uso que las empresas hacen de nuestros datos.
  • El 20% de las personas no saben lo que es el SPAM, ya que hay un 20% que dice que jamás lo ha recibido y entiendan que crea que eso es imposible (lamentablemente).
  • El 76% de las personas ha solicitado alguna vez que sus datos sean borrados de algún fichero de datos personales.
  • Más del 70% afirman preocuparse poco o nada por el intercambio de ficheros en p2p. Ojo, esto es chungo: hay casi un 20 al que sí le preocupa (aunque quizá lo que les preocupa es que los llamen ladrones, no se especifica).
  • Sólo el 6% cree que el terrorismo es un problema que realmente le afecte.
  • Casi el 60% afirma leerse las políticas de privacidad de todas las webs que visitan; ja, ja, ja (no se lo creen ni ellos, no les quedaría tiempo pa salir ni del buscador si lo hicieran).
  • Hay más gente que no usa internet porque no sabe que porque no le interesa. ¿Queda clara cuál es la verdadera brecha digital? Hay que educar.
  • Más del 50% desconoce la existencia de la Agencia Española de Protección de Datos, aunque más del 50% sabe que hay una ley que protege los abusos sobre nuestros datos (la LOPD, aunque si preguntan el nombre seguro que ese porcentaje bajaría…).

Está todo en el CIS de febrero de 2008.

Apagando las cámaras

Imagina que instalas un montón de cámaras de velocidad para aumentar la recaudación de impuestos (digo… las multas) y descubres que la gente corre menos de lo que esperabas y que las multas descienden. ¿Qué haces con las cámaras? Apagarlas.

Así que la pregunta que queda es: ¿las instalan por nuestra seguridad o para cobrar más impuestos? Respóndanse ustedes mismos después de leer el artículo en MSNBC (via Schneier).

Acojonante, pero así son las cosas. Supongo que subirán las multas a los pobres diablos que se pasen de la línea, para compensar las pérdidas.

RFID para controlar estudiantes

En Chicago han estado utilizando RFID para monitorizar el comportamiento de estudiantes, los resultados de la experiencia se han hecho públicos y, al menos a mí, no me sorprenden ni lo más mínimo.

Resulta que lo que hicieron fue lo más típico: incluir un chip RFID para entrar y salir del instituto; algo que millones de personas hacen cada día para entrar y salir de su trabajo. De esta forma se optimizaba la acción de castigo sobre los alumnos que estaban obligados a asistir a tutorías y clases especiales, de forma que si no iban se les castigaba sin salir del centro para el almuerzo (un control que también dicen que se ha mejorado con esto, aunque yo pienso que para eso no hacía falta en absoluto). Los alumnos fueron obligados a portar la «galleta» de identificación durante la estancia en el colegio. La historia está en RFIDJournal.

El resultado es que la utilización de este sistema y las mejoras en la actividad de castigo sobre los alumnos modificó la forma de actuar de los mismos, que se muestran «mucho más dóciles y obedientes». Esto no es una sorpresa, si la RFID modificó el comportamiento de un montón de hackers en la CCC, ¿qué no va a hacer con un grupo de niños?

Y esta idea nos lleva directamente a la idea de imponer controles a edades más tempranas para que los jóvenes desarrollen tolerancia al control.

Un ejemplo de libro de cómo (empezando por los niños) se introducen estas cosas y porqué (se acostumbran y dejan de oponerse).

PD. el colegio no da el nombre para no «llamar la atención». Con lo dados que son a colgarse medallas de pioneros y modernos, ¿nadie se sorprende de que no busquen publicidad precisamente para este asunto?

Relacionado:
La sociedad de control

Azureus y ONO

ONO

Azureus es uno de los clientes de BitTorrent más utilizados y desde hace mucho tiene en su wiki una lista de «Bad ISP» no recomendados donde incluye a todos esos ISP que no respetan la neutralidad de la red y actúan en contra del P2P. Es una de las listas más respetadas de este ámbito, si no la que más.

Lo ví hace muchos días en alguno de los feeds que leo; no recuerdo cuál pero ahora está en muchos sitios: Azureus ha incluído a ONO en su lista de ISPs no recomendados (Bandaancha) debido al filtro del tráfico P2P que ejecuta de forma permanente desde hace ya mucho tiempo.

*** Relacionado:

Bocados de Actualidad (55º)

Se acaba marzo y lo hace al ritmo de lo nuevo de Mark Lanegan que ha regresado con The Gutter Twins, donde se ha aliado con Greg Dulli (ex-Afghan Whigs); todo un señor disco, qué pena me va a dar no verlos en Madrid el 25 de abril. Eso sí, antes de que el mes desaparezca tras la bomba de humo, aquí va la quincuagésimo quinta ronda de los Bocados.

  • Foncu y Ubuntu como el sistema que más resistió en el reto para asaltar los tres sistemas operativos de los más corrientes (Microsoft Windows Vista, Ubuntu GNU/Linux y Mac OS X). Estos concursos no son determinantes pero pueden dejar mal a tu sistema si no dura ni dos minutos (como le pasó a Mac OS X).
  • Banda Ancha y una lista de sitios para comprar soportes de almacenamiento que no paguen el canonizado impuesto revolucionario.
  • Schneier y la mentalidad que nos hace pensar en clave de seguridad
  • Vallesin nos recuerda que renunciar a una licencia de Windows preinstalado es imposible en España. Yo tengo un remedio: compra clónico sin sistema preinstalado.
  • Alkar y por qué Google News no ha llegado a nada.
  • La pastilla roja propone redefinir el concepto de privacidad. No estoy de acuerdo con ello, pero aún me parece una lectura interesante.
  • En Genbeta nos mostraron algunas aplicaciones para visualizar de forma rápida las fuentes de nuestro sistema Ubuntu.

Menos que de costumbre; pues claro: es que esta vez he conseguido no hacerlo a los 15 días. Me voy a la calle a tomar algo al solecito.

El cambio de hora y la eficiencia bélica

Esta noche se cambia la hora (durante la noche se adelantan los relojes así que dormiremos una hora menos), comienzan los bailes de cifras en el telediario para los que leer Malaprensa es un bálsamo infalible. Sin embargo, este año he visto una novedad en estas informaciones: avisan de que el ahorro energético es prácticamente nulo.

Algo que a muchos ya no nos sorprende, aunque los ecologistas dicen que no se ahorra porque no estamos concienciados. A pesar de que la idea de cambiar la hora surge durante el s. XIX en inglaterra, como respuesta a una sociedad que tras la revolución industrial se apuraba en optimizar su productividad, no fue hasta 1916 que realmente se utilizó. Y los primeros en hacerlo no fueron los ingleses, sino los alemanes que no buscaban detener el cambio climático ni bajar la factura de la luz, sino que perseguían con esto mejorar la eficiencia bélica de sus tropas durante la Primera guerra mundial.

Así pues no es de extrañar que esta medida no sirva para ahorrar demasiado, no fue diseñada para ello sino para hacer de los ejércitos una maquinaria activa durante una hora más (engañando a los soldados con despertadores por la mañana y dejándolos que la luz del sol los mantuviera pegando tiros durante una hora más por la tarde, en el otro sentido del cambio horario). Claro, en tiempos de paz sirve para que trabajemos desde más temprano y nos quede tiempo para pasear por nuestra ciudad supermercado antes de que las tiendas cierren.

Fin de la historia.

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