«¿Qué significa «amigo» para tí?
Una palabra de la que se abusa tan erróneamente.»– Layne Staley, Frogs (Alice in Chains, 1995).
No son amigos, se llaman contactos.
«¿Qué significa «amigo» para tí?
Una palabra de la que se abusa tan erróneamente.»– Layne Staley, Frogs (Alice in Chains, 1995).
No son amigos, se llaman contactos.
Hace un día raro, indeciso entre nubes y claros. Una semana más tenemos aquí los Bocados; sexagésimo primera edición esta vez. La música la pone Marlango, que nos visitan esta noche.
Y es domingo. Ya saben donde no tienen que buscarme :)
Hace un par de días comentábamos que Charter (8º operador de Estados Unidos) pensaba utilizar un sistema publicitario basado en la intercepción y modificación del tráfico web que solicita y recibe el cliente. Algo parecido a lo que Phorm hace para algunos ISP del Reino Unido.
Mientras en UK hubo todo un escándalo, en EE.UU. el tema parece haber pasado desapercibido. Desapercibido para casi todos, pero no para dos congresistas de aquel país que ya han escrito a Charter para comunicarle que «yo de tí no lo haría forastero», vamos… que tienen dudas sobre la legalidad de esa acción y habría que estudiarlo antes. Según cuentan en TheRegister, la empresa no habría (aún) contestado a la misiva que, por otra parte, no hace hincapié en la neutralidad de la red sino tan sólo en que el sistema debería ser opt-in en lugar de opt-out. Una vergüenza.
Una vergüenza, porque que les den el aviso es buena noticia, pero que se centren en lo menos importante es un peligro, porque se dejan de guardar las implicaciones más importantes.
Por supuesto, nada de esto se aplica a nuestra legalidad, pero es que yo no creo que aquí eso fuera considerado más legal. Y más nos vale estar atentos, las malas costumbres se transmiten como la gripe.
Me van a disculpar que incluya en el blog un post «local». No es la primera vez que hablo de cómo nos arrebatan todo lo que nos parece importante en esta ciudad. Cierran el último reducto de cine de calidad de esta ciudad: el teatro albéniz (vale, que da el Alameda, pero no es lo mismo y todos los sabemos). Esta ciudad sin alma que entierra sus lugares, su cine, su última playa. Esta ciudad sin alma que arrebata los espacios públicos a las personas: prohibido beber en la plaza de la merced, prohibido patinar en la plaza de la marina. Prohibido salir a la calle sin consumir, andar sin gastar dinero. Respirar sin pagar. Prohibido. Vivir.
El cine albéniz está unido a esta ciudad como símbolo del buen cine que pudimos disfrutar. El mismo buen cine que ahora perderemos, pues ver cine de autor en los escenarios de odio ocio industrial como Plaza Mayor es de locos. No es que no pongan esas películas, que no las ponen, es que el mismo contexto es una perversión sádica de ese cine.
Este domingo el cine albéniz cierra sus puertas, y hay convocada una concentración (domingo, 18h) contra su cierre, obligado por una expropiación llevada a cabo por el ayuntamiento que, como siempre, no sabe hacer las cosas de otra forma.
Reproduzco a continuación una anotación de Vive Málaga.
El título lo dice todo: el cine Albéniz, el mejor cine de Málaga, cierra sus puertas para siempre.
Será este domingo 18 de mayo, como consecuencia de una expropiación por parte del ayuntamiento. De verdad que no sé cómo expresar todo lo que siento alrededor de este asunto. El cine Albéniz esconde para mí, y para casi todos nosotros, momentos inolvibles. Y no sólo eso, es también el último reducto de cine de calidad en la ciudad. Porque sí, con el cierre del cine Albéniz se nos va la cinemateca y todas esas pelis de autor que desde luego no nos van a poner en los macrocomplejos de ocio industrial que quieren vendernos. Málaga 2016, capital cultural.
Sí, seguro.
Por supuesto, todo motivo oficial hay que tomarlo con oído crítico. Dirán que lo hacen para restaurar las ruinas del teatro, pero es mentira: el mismo consistorio que permitió que la judería y calle Granada se redujeran a polvo para construir un lujoso hotel (aún en construcción) en el corazón del centro no puede ahora convencernos de que lo que importa es conservar nuestro patrimonio.
No se trata de ser ñoños. Se trata, como siempre, de reclamar lo que es nuestro. Se trata de alzar la voz para que esta ciudad la hagamos entre todos y no sólo la hagan los que siempre están prestos al pelotazo y al cheque. Los malagueños que vivan en la ciudad dentro de 50 años tienen derecho a saber cómo era la Málaga romana, y la árabe; y tienen derecho a saber cómo fue la Málaga de los siglos XIX y XX, esa que lágrima a lágrima nos roban para siempre. Y nuestros hijos les pertenecen, ellos no habrán oído hablar de las fronteras de la ciudad árabe, antiguamente ubicadas en calle Beatas, ni de la extinta judería de calle Granada, ni del cine Albéniz. Por eso nos toca a nosotros protestar por ello.
Por eso, el próximo domingo, último día en que el cine abrirá sus puertas, hay convocada una concentración en sus puertas. Será a las 18h. No estaría de más asistir, por hacer bulto, para que al menos la gente se entere que el robo no es impune, que sabemos lo que están haciendo.
Nada que añadir.
En Xkcd, siempre tan diestros, han hecho del «asuntillo» de seguridad de Debian el tema para su tira de hoy. Por cierto, llamando a las cosas por su nombre: Fiasco.
¿Ubuntu es Windows Vista con más temas? Dios, me lo tomaré con sentido del humor ;)
Hace un par de días supimos que se había descubierto una «debilidad criptográfica» en la herramienta encargada de generar pares de claves para servicios SSL de Debian. Por supuesto, sistemas basados/derivados en Debian también estarían afectados. Habló de ello mucha gente y yo me quedo con la historia en Barrapunto, que ha hecho un buen seguimiento del asunto.
Dejando al lado la semántica minimalista de la «debilidad criptográfica» (si esto le sucede a Microsoft estaríamos hablando de un «agujero de seguridad crítico») yo lo primero que pensé, por la parte que me toca, es que soy usuario de Ubuntu (distro basada en Debian) y que quizá GnuPG estaría afectado por este problema que reduce las claves posibles desde 21024 a 215 (unas 30.000 posibilidades que serían asaltables en poco rato usando fuerza bruta, como cuenta kriptopolis).
La buena noticia es que GnuPG no está afectado por este problema.
Así que en el caso de que hayas generado tus claves de cifrado GPG usando GnuPG no tienes nada que temer. Ese debería ser el caso de la mayoría de usuarios de GNU/Linux, ya que GnuPG es la herramienta de cifrado asimétrico que viene instalada de base en la mayoría (¿todos?) de sistemas de este tipo.
*** Relacionado:
La intercepción del tráfico web por parte de las telecos es una de las mayores amenazas para la libertad de expresión, para nuestra privacidad y también, por qué no decirlo, para la libre competencia. Esos tres motivos son suficientes (cada uno, por separado) para removernos en nuestro asiento de intranquilidad y conseguir que comencemos a buscar una solución a esta práctica rampante.
La intercepción y modificación del tráfico web (esto es, que tú solicitas ver una página web y tu ISP te la entrega modificada, siquiera mínimamente) ya ha alcanzado titulares en los medios en alguna ocasión. Recientemente, el caso de Phorm sacudió todo el mundo anglosajón y fue muy discutido en medios y círculos hispanos como una advertencia de lo que nos podría suceder a nosotros más pronto que tarde; una advertencia de lo que hay que comenzar a combatir ya para evitar que suceda.
¿En qué consiste el escándalo de Phorm? Básicamente, tu ISP se pone de acuerdo con una empresa de publicidad dirigida para interceptar tus peticiones web para analizar lo que lees y trazar perfiles vinculados a los gustos, aficiones e intereses de las personas que lo utilizan. Publicidad personalizada basada en hábitos y aficiones.
Lo malo de este tipo de prácticas es que bajo su discurso de la opcionalidad encubren un poderoso boomerang que puede volver contra nosotros de forma violenta si aceptamos el juego (en realidad está lejos de ser un juego) y lo lanzamos: si todas las compañías de telecomunicaciones alcanzan pactos similares con Phorm o empresas del estilo para realizar este análisis del tráfico web obtenemos la imposición de facto de un control que viola nuestros derechos más básicos (la privacidad y la libertad de información entre ellos, pero también -como ya menciono más arriba- la libre competencia.
El problema es que, siendo ilegal esta intercepción, resulta difícil evitarla. Más aún, las compañías pretenden utilizando la laxitud legal al respecto incluir estas cláusulas en las condiciones de uso del servicio. El último caso conocido es el de Charter, un ISP de Estados Unidos que ha anunciado que va a comenzar a analizar el tráfico web de sus clientes y a sustituir los anuncios que crea conveniente. (TheInq). Otras voces, por contra, comentan que aunque la tecnología permite el reemplazo de anuncios no piensan hacer eso por el momento sino que plantean acordar con los publicistas actuales la cesión de la información (más gente al tanto de todo lo que lees/piensas) para personalizar aún más los anuncios. Esta última posibilidad es sostenida según las fuentes de ArsTechnica.
Esta práctica tiene todos los problemas éticos del caso Phorm, añadiendo otro: atentar contra la libre competencia, ya que si Charter decide incluir una determinada publicidad en su lista negra y añadir sus propios anuncios, aunque una determinada web tenga publicidad contratada, ésta no se mostrará. Por supuesto, esto es un problema derivado de la violación que la intercepción y modificación del tráfico web supone del derecho básico a la neutralidad de la red. De hecho, de confirmarse este paso, Charter daría un paso tan grande que hace que todo lo que Phorm tiene de malo se vea pequeño, pese a la enorme magnitud de aquello.
Para los escépticos que aún piensen que Charter hace bien proponiendo esas condiciones (libre mercado, laissez faire) pues ya habrá otros que no lo oferten y ganen la cuota de mercado, un par de reflexiones: la primera hace alusión a la concentración del mercado de ISP. Si la red está cada vez más concentrada, el mercado de ISP adolece de una falta de frescura abrumadora con no más de 5 grupos (antiguos monopolios estatales privatizados-vendidos-regalados a amigos de los políticos de turno) que se reparten la mayor parte del mercado continental (BT, Vodafone, Deutsche Telekom, France Telekom, Telefónica). Si todos adoptan técnicas de este estilo, ¿dónde queda nuestra libre elección?
Si la primera no fuera suficiente, aquí va la segunda: imagina que el ISP de turno decide que no va a mostrar más anuncios de AdSense y que cada vez que aparezca un anuncio de AdSense lo sustituirá por un anuncio de su elección, cuyos beneficios no serán para el proveedor de la web sino para él mismo. ¿Qué consecuencias tendría eso para la libre competencia? Dramáticas. Por supuesto, Charter debería hacer frente a un aluvión de denuncias, pero mientras tanto uno por otro y la casa sin barrer: con el rendimiento económico de esas actividades podrían bien defenderse y los pequeños anunciantes/generadores de contenidos estarían inmediatamente fuera del mercado.
Pero es que siempre hemos dicho que en cuanto la neutralidad de la red desaparece, internet deja de ser lo que hemos conocido para convertirse en un coto cerrado, un medio absolutamente bajo control donde nada se publica si no tiene un músculo financiero enorme detrás. Un jardin vallado. Una televisión 2.0 donde nada se publica si no tiene el suficiente respaldo detrás.
Y todo eso, además, con violación flagrante e impune de nuestra privacidad. Si en Reino Unido se permite esto, habrá que estar preparados porque aquí las telecos ya hace tiempo que quieren romper la baraja y seguro que más pronto que tarde intentan adaptar este sistema.