Good Copy Bad Copy y The Codebreakers

Estos días aproveché para ver un par de documentales que paso a comentar.

Good Copy, Bad Copy. El título es una pista, pero en lugar de hacer la típica aproximación a la propiedad intelectual, el documental se centra no tanto en el derecho a copia en sí mismo, sino en el derecho a hacer remezclas, tomar samples, … vamos, que se mete de lleno en las obras derivadas. Tiene un momento de inspiración para explicar las consecuencias de que prohibieran a Girl Talk seguir distribuyendo su música en 2005, hecha con unas remezclas de música de los Beatles bajo la voz de Jay-Z: «los Beatles podían haber ganado algo de dinero, Jay-Z podía haber ganado algo de dinero, y Girl Talk podría haber ganado algo de dinero: ahora nadie ha ganado dinero. Bueno, sí: los abogados de los Beatles han ganado algo de dinero».

The Codebreakers. Mucho más recomendable que el anterior, es un documental que vi recomendado hace cientos de meses, creo que en lo de Ricardo Galli, y no había visto todavía. Aunque yo esperaba un documental sobre hackers y demás, la realidad fue diferente. Se trata de un documental sobre software libre, sobre las muchas e increíbles posibilidades que ha abierto en otras tantas partes del mundo (principalmente, en los países más pobres) y sobre las ventajas que tiene.

Si no quieren ver Good Copy Bad Copy no lo vean (aunque no está de más), pero les recomiendo desde ya que se busquen The Codebreakers en su p2p preferido. ¡Ya! No es tan absolutamente imprescindible como otros documentales de los que he hablado, pero de verdad que aprovecha (y además es cortito, no dura más de 40 minutos).

Entrevista con Lawrence Lessig

Andres Lomeña (periodista, amigo y reciente autor de Empacho Intelectual), que ya ha mandado alguna colaboración a este blog anteriormente (ver la sección de entrevistas) nos envía ahora una pequeña entrevista a Lawrence Lessig que hizo hace un par de semanas y que yo no he podido sacar hasta ahora.

Lawrence Lessig es catedrático de derecho en Stanford y bien conocido por ser el creador y principal impulsor de las licencias Creative Commons (que durante un tiempo usamos en este blog pero ya abandonamos en favor de la GNU FDL).

Sin más preámbulos, salvo agradecer a Andrés el esfuerzo y su colaboración, os dejo con la entrevista con Lawrence Lessig.

«Conservar la pluralidad en la red es esencial; eliminar windows no lo es»

Andrés Lomeña: Usted ha reorientado sus investigaciones hacia el tema de la corrupción, aproximándose a las preocupaciones de personas como Rose-Ackerman. ¿Internet corre el peligro de corromperse?
Lawrence Lessig: Estoy seguro de que hay aspectos del mundo digital que están corruptos en ese sentido, aunque esto no prevalece ni es especialmente relevante.

A. L.: Los flujos de usuarios están concentrados en unas pocas empresas como Microsoft, Apple, Yahoo o Google. ¿Sería necesario restablecer cierto anarquismo en la red?
L. L.: Conservar la pluralidad es esencial. Eliminar Windows no lo es. La clave es asegurar un equilibrio de libertad en cada estrato, no una libertad perfecta en cada una de esas capas.

A. L.: Creo que la revolución del P2P debería llegar al mundo editorial. Necesitamos iniciativas más potentes que el anquilosado proyecto Gutenberg. ¿Espera algún cambio?
L. L.: Pienso que el problema está en la ausencia de demanda. Crecerá, estoy seguro. Y cuando esto pase, la tecnología estará a la altura.

A. L.: No ha ocultado su apoyo a Obama. ¿Qué espera de él, una migración hacia Openoffice?
L. L.: Si Obama gana, sí, muchas cosas son posibles. Y si él pierde, mucho menos será posible. No creo que veamos un movimiento general hacia open office todavía. Desgraciadamente, para mí sería suficiente si Estados Unidos parara sus prácticas de tortura.

A. L.: Dígame su “dream team” de pensadores o activistas del ciberespacio.
L. L.: Yo incluiría a Benkler, Zittrain, Wales, Wu, Terry Fisher.

A. L.: Internet va a llegar a los móviles de forma masiva. ¿He aquí la próxima batalla?
L. L.: Esto es sólo el principio. El libro de Zittrain es un buen comienzo. Las obras de Wu también. En primer lugar, las personas deberían tener un sentido real de nuestras posibilidades y no estoy seguro de que lo tengan.

A. L.: ¿Es usted una amenaza o molestia para alguien? Al fin y al cabo, encabeza un nuevo escenario contracultural.
L. L.: No pienso demasiado sobre esto, pero hay bastantes evidencias de que estoy molestando a muchos. No sé muy bien por qué motivo. No estoy de acuerdo en que hayamos empezado un movimiento sólido aún, aunque tengo la esperanza de que éste llegue en la próxima generación.

A. L.: Parece que usted apoya el “diseño inteligente”. Desde Europa tenemos miedo de este lavado de cara del clásico creacionismo. Como agnóstico estoy preocupado.
L. L.: No apoyo el diseño inteligente. Sólo defiendo el derecho de las personas a hacer películas sin ser hostigado por los propietarios del copyright [esta polémica resurge con el documental Expelled].

Esto es todo. Una entrevista cortita pero con alguna que otra respuesta interesante que nos recuerda que uno de los problemas de la red es la concentración en unos pocos nodos. Por cierto, en cuanto al libro electrónico y su hipotética vinculación al p2p me ha sorprendido que opine prácticamente igual que David de Ugarte: el problema está en la ausencia de demanda.

*** Relacionadas:
Entrevista con Howard Rheingold.
Entrevista con Richard Stallman.

Internet bajo control en la sociedad digital

Está claro que la UE, ahora que hasta los menos sagaces hablan a hurtadillas de la falta de democracia que tenemos, ya no tiene mucho que perder en términos de imagen.

Así que se ha decidido a aplicarnos nuestra propia terapia de shock, todo de golpe y sin tiempo para meditarlo: 65 horas a la semana, control, inmigración. Todo para degradarnos: nunca más ciudadanos, en adelante seres inferiores.

Nuevos esclavos que, de prosperar la nueva tentativa de la UE pondría la sociedad de control justo donde la quiere una institución formada por personas a las que nadie vota, sobre las que nadie tiene el más mínimo control ni influencia para expulsarla de sus cargos. El resto, los ciudadanos, nosotros, veríamos esfumarse ante nuestros ojos todo lo que de bueno nos podría traer la sociedad digital.

La votación tendrá el lunes en el comité de mercado interno y protección del consumidor (¿protección de quién? supongo se refieren a protegerse ellos de los consumidores), y de salir adelante deberá ser refrendada el próximo septiembre en el parlamento europeo. Aún hay hueco para la esperanza, pero la sociedad digital bajo control está cada día más cerca.

Por cierto, ya me dolería acertar, pero hace tan sólo unas semanas hablé del final de las tarifas planas y ya decía que no me extrañaría que hubiera legislación al respecto, porque todos tienen ambición de controlar la red. Nada como ver este proyecto aprobado ayudaría al final de las mencionadas tarifas planas.

Europa pretende controlar absolutamente internet (fin de la neutralidad, filtrado de contenidos, espía de telecomunicaciones). Nos lo cuentan en La quadrature du net, donde he llegado vía Informática verde vía E500.

La fotografía y la abundancia

Corren buenos tiempos para la lírica, pese a lo que hayan podido escuchar. Y a pesar de eso, hay quienes se obstinan en hacer lo blanco negro y poner cara de refugiado triste para intentar que le den lo que, equitativamente, le pertenece a otro. La tecnología nos abre puertas y ventanas que algunos intentan cerrar con leyes. Hoy vamos a hablar de fotografía y derechos de autor.

Sucede que un grupo de fotógrafos profesionales quiere cambiar la Ley de propiedad intelectual porque consideran que sus fotografías no están protegidas en la actual ley. En concreto quieren quitar la «odiosa» calificación de meras fotografías para todas las fotos rápidas que hacemos en un segundo (como las que enseñé en el post del otro día). Lo piden en el Manifiesto por un cambio en la protección legal de la fotografía disponible en Fotografía natural.

Por supuesto, no puedo estar más en desacuerdo ni en lo que piden ni en el fondo mismo de lo que ellos creen que es un problema.

¿Realmente hay un problema con la protección legal de la fotografía? Ellos argumentan que hoy en día cualquiera te coge una fotografía y la usa para algo y que la mayoría de las veces ni siquiera se puede reclamar porque las «meras fotografías» no están protegidas por la LPI (sí lo están las artísticas). Claro, todo esto es subjetivo y casi sería discutible: ¿qué es arte? ¿qué está preparado y qué no? ¿a qué huelen las nubes? Sin embargo, creo que no vale la pena discutirlo. ¿Acaso lo que están pidiendo algunos pocos fotógrafos es que se les den los mismos privilegios que la ley ya otorga a esos que siempre ganan algunos euros?

Hace ya 8 meses que se superó la cifra de 2000 millones de fotografías sólo en Flickr; no me sorprendería que ya fueran casi 3000 millones. Y Flickr sólo es una de las páginas de internet dedicadas a la compartición de fotografías. Nunca bien visto por nuestros lares, Photobucket tenía hace un tiempo hasta 7 veces más visitas que Flickr (y posiblemente, muchas más fotos que éste último). La lista de estas páginas donde todos podemos subir nuestras fotos no acabaría nunca: Zooomr, Smugmug y el omnipresente Google con Picasaweb también tienen una gran comunidad de usuarios. Y una gran parte de todas esas fotos están licenciadas para permitir todo tipo de usos.

Una cámara digital utilitaria que no tenga excesivas prestaciones no vale ni 100 euros. Millones de personas tienen así, desde cien euros, la posibilidad de hacer muchas fotografías; sin más gastos, sin carísimos revelados para tener veinticuatro fotos de nada. Y muchas serán chapuzas; pero otras serán buenas fotos. Las cámaras digitales democratizaron la fotografía porque todo el mundo las podía hacer y ahora un grupo de selectos fotógrafos profesionales quiere que sus fotos estén más protegidas. ¿Para qué? En un mercado sobresaturado de fotografías, imponer restricciones de uso a las tuyas propias es dispararte en tu propio pie. En un mercado abundante, la visibilidad lo es todo y querer generar escasez de fotografías justo ahora que por fin tenemos abundancia es deleznable. O acaso quieren beneficiarse de la red: tener un enorme y gigante escaparate, en gran atrio desde el que mostrar las fotografías para luego decirte se mira pero no se toca.

Lo siento chicos: no puede ser todo a la vez; así son las cosas y así es la red. Si quieres proteger una fotografía porque ya tiene un valor (digamos que es un trabajo por encargo) no la subas a la red. Cualquiera que haya tenido una idea alguna vez sabe que parte del valor de la idea reside en mantenerla en secreto hasta el momento correcto. Esto se aplica a los negocios y en general a cualquier nuevo proyecto que alguien pueda tener. También a las fotografías. Si es una fotografía hecha por encargo, ya está pagada; si la vas a usar para hacer autopromoción, te conviene su máxima difusión y si pretendes hacer fotografías para colgarlas en la red y esperar que alguien te las compre tengo una mala noticia: con miles de millones de fotografías ahí fuera, ese modelo de negocio está en extinción; y tu fallido modelo de negocio no es mi problema. Millones de personas en todo el mundo no te cobran por el acceso a sus blogs, e incluso te empujan a que los copies: mi blog por ejemplo, puede ser copiado y republicado donde sea: si tienes la habilidad para ganar dinero de alguna forma adelante. La única condición es que no se me plagie. 20 minutos no te cobra el diario en papel… la lista de ejemplos sería interminable. Y sin embargo, mucha gente ve en esta forma de hacer las cosas una posibilidad. Eso es porque buscaron formas diferentes de rentabilizar el trabajo.

Intentar endurecer las leyes de propiedad intelectual para mantener un negocio que se hunde sólo no es el camino. Así que más nos vale luchar precisamente por lo contrario: que la LPI deje de ser un laberinto que pronto no nos dejará ni pensar, que nos dejemos de historias que ya está bien la cosa aquí todo el mundo quiere proteger la intelectualidad de lo cotidiano (¿están las arrugas de las sábanas protegidas por derechos de autor? ¿y la suciedad de las ventanas? ¿las manchas de los pantalones?).

Pero de eso hablaré otro día: hoy nos quedamos con el sabor agridulce de ver cómo otro grupo de lumbreras encuentra en la invención de unos derechos inexistentes el único refugio ante los cambios que imponen los tiempos. Siempre lamentamos que 12 años después de Napster la industria de la música no lo haya entendido pero, ¿qué hacemos con esta gente que 12 años después de Napster no sólo no lo entienden sino que además se ponen meramente dignos? La red es así: la red es abundancia. Y en condiciones de abundancia querer hacer negocio a base de escasez es introducir en el sistema fricciones de las que el sistema intentará zafarse. Mejor invertir el tiempo buscando la forma de hacer negocio en condiciones de abundancia, ¿no creen?

Y ahora, les dejo: hay una ciudad bonita a la que tirarle fotos y no me voy a quedar aquí sentado en mi portátil :)

Cómo enfocar el problema de la investigación

«En el año 2006, yo estaba en Londres y allí se debatía sobre por qué en los últimos años el Reino Unido no había recibido ningún premio Nobel. En España, en esas fechas, el debate era la celebración del centenario de nuestro único Nobel, el de Cajal.»

Carlos Elías, químico y profesor titular de Periodismo en la Univ. Carlos III
(vía The Big Bang Blog)

Es tan triste, y tan cierto, que dan ganas de quemarlo todo. ¿Por qué ningún científico que trabajara en el territorio español ganó un premio Nobel en los últimos 100 años? Porque no se enseña la ciencia, no se educa para la ciencia y no se invierte en desarrollar ciencia. En España todo lo que no sea urbanismo y/o servir copas no tiene futuro. Spain is different.

Por Europa


Yo[1].

Mi portátil clónico con su pegátina de la EFF.

Y mi mochila del EBE[2] con sus brochecitos de fieltro.

Yo, mi portátil y sus pegatinas, mi mochila y sus broches. Todos nos hemos ido de excursión por Europa este verano. Es por eso que el blog se actualizará con una frecuencia menor de la habitual, aunque intentaré encontrar algún hueco porque, como siempre cuando uno viaja, acumula experiencias y reflexiones que son merecedoras de ser compartidas y debatidas.

Pero eso será en otro momento. Por ahora sólo avisarles que no borren el feed, que seguimos vivos y todo eso y que la falta de tiempo hará que, seguramente, tan sólo hable de cosas importantes. SNR por las nubes en los próximos meses :)

Notas al pie:
[1]: Huelga decir que ese no soy yo, sino el mísmisimo señor Maligno [La imagen la he montado en 1 minuto a partir de otras disponibles por ahí].
[2]: Exorcizada de la marca del Maligno (sí, el mismo Maligno) por el método Foncu con la ayuda inestimable de los compinches de siempre.

Dilbert y la tolerancia al control

Una tira de Dilbert que enlazó hace unos días Bruce Schneier.

El tema de la tira no es sólo la vigilancia en el trabajo, sino el desarrollo de tolerancia a esta vigilancia. Nos acostumbramos, comenzamos a contemplar los sistemas de vigilancia como algo habitual, cotidiano: algo que lleva con nosotros «tanto tiempo» (en realidad, puede que lleve poquísimo, pero ya estemos habituados) que no es más que mobiliario.

Yo estoy seguro que en mi curro ya pocos reparan en que hace menos de un año pusieron un par de cámaras que vigilan quién entra y sale del edificio.

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