Pasaportes RFID en Francia

Uno a uno, los estados europeos van introduciendo los pasaportes con chip RFID (España hace ya un par de años que los emite). El último del que tengo conocimiento es Francia, que planea comenzar a emitirlos en junio de 2009 (rue89).

Por supuesto, a mí me parece mala idea meter en documentos oficiales información biométrica que puede ser leída a distancia y por cualquiera, ya que la seguridad de esta tecnología ha sido probada insuficiente en repetidas ocasiones (clonado, lectura y modificación de datos en el pasaporte). Además, ni siquiera sirve que el chip cifrado (aunque nos proteja del scamming ocasional, no servirá frente a alguien que quiera llevar a cabo suplantación de identidad). Por la propia naturaleza del funcionamiento del chip: no sirve de nada que esté cifrado porque emite siempre la misma información y el atacante no necesita saber qué información hay, tan sólo necesita poder copiarla en otro chip que luego engañe al sistema.

En fin, tan sólo informar que la cosa sigue ahí, aunque ya no salga más en las noticias. Si yo fuera francés, ¿qué haría? Renovar mi pasaporte antes de que me den el nuevo con RFID, así lo tendría sin chip durante un tiempo. Y si no llego a tiempo para eso, pues pillarme una funda anti-RFID, que funcionan muy bien.

Y por supuesto, si de mí (y de mucha más gente, que lo sé bien) dependiera: estos chips no estarían en documentos oficiales.

Hosting en España y cumplimiento de la LOPD

¿Qué sucede cuando intentas contratar un hosting en españa que se ajuste debidamente a la LOPD? Sucede que puedes acabar como Marlon Brando en Apocalypse Now… The horror, the horror. Cuando intentas contratar un servicio de hosting en España y preguntas por la LOPD para asegurarte que no vas a tener problemas legales debido al mal uso que la empresa prestadora del servicio haga de tus ficheros, la respuesta es desoladora.

O eso es al menos lo que le ha sucedido a Felix Haro, que realizo una prueba hace unas semanas (de cuyo primer paso creo haber dado cuenta hace ya unas semanas, en los bocados, aunque luego no haya encontrado el momento para contarlo todo). La prueba consistió en enviar una solicitud (mediante correo-e) a diversos proveedores de hosting para ver qué ofertas tenían cuando se les pregunta por el cumplimiento de la LOPD. Félix tan sólo quería asegurarse de que al contratar un servicio de hosting se va a cumplir la Ley Orgánica de Protección de Datos.

El experimento, como avanzaba arriba, resultó desolador y la mayoría de empresas de hosting no tienen nada previsto al respecto, e incluso hay los que con un desconocimiento absoluto intentan venderte la piel del oso que ni siquiera han visto correr.

En la mejor de las respuestas que recibió Félix, la empresa no tenía nada previsto pero al menos avisaban de ello. Visto el desastre que acarreó la (por otra parte necesaria) pregunta de Félix, eso es todo un éxito. El problema es que la mejor respuesta daba un resultado insufuciente: la verdad es que la mayoría de empresas de hosting españolas no están adaptadas a la LOPD. Luego nos quejamos si nuestros datos van a viajar al extranjero a países con menor dureza en materia de protección de datos, pero la verdad es que si no conseguimos que esto se cumpla aquí dentro, tanto da que los datos viajen o no viajen: estamos vendidos igual.

Autoridades autoproclamadas

Hoy vamos a hablar de otra forma posible en que a los ciudadanos se nos escapa el control de nuestra libertad, empezando por nuestros derechos laborales.

Esta otra forma de que nos hagan el mechero es a través de las instituciones autoproclamadas como autoridad en un ámbito concreto. Digamos, un colegio gremial profesional (informáticos, químicos, azafatas de congreso, artesanos del algodón de azúcar) o una federación deportiva. Entidades que se autoproclaman la máxima autoridad en una determinada materia y a partir de ahí interpelan a las diferentes autoridades de tú a tú.

Que instituciones de este tipo se autoproclamen portavoces de algo y se les conceda el premio a la osadía de recibir ese trato es un peligro, pues estas instituciones obedecen a intereses espurios, adolecen de un espíritu democrático bastante reducido y la forma en que gastan su dinero suele ser oscura (y nada se puede hacer con eso, pues no es una entidad pública obligada a rendirnos cuentas de lo que hace con nuestro dinero). Que entidades con estas carencias democráticas y de interés general obtengan un poder elevado es sin duda un problema.

Sin duda, ninguna otra institución de este tipo ha llegado hasta ahora tan lejos como lo han hecho las instituciones que se encargan de regular el fútbol internacional (FIFA, EUFA). En Breve historia del futuro (Jacques Attali, 2007), que leí hace un tiempo con sensaciones agridulces y comentaré un día de éstos si me encuentro con ganas, se comentaba precisamente este punto y hoy no he podido evitar pensar en ello al ver una noticia en el 20minutos: Michel Platini (presidente de la UEFA) quiere que el deporte esté exento de las leyes de competencia europeas.

Resulta que Platini es presidente de la UEFA, autoproclamada institución dirigente del fútbol europeo. Se le da el privilegio de reunirse con todos los ministros de asuntos europeos de los Estados de la UE. Y, ¿qué dice en esa reunión? Que las leyes del deporte no son las del mundo real y que las leyes de competencia no sirven, que los clubs deben «poder formar» a sus jugadores.

¿Alguien ve qué significa eso? Eso significa que Platini quiere que la ley de movildad laboral en la UE no se aplique al fútbol. Quiere restringir el número de jugadores de otros estados que juegan en un equipo de fútbol.

Quizá algunos estarán de acuerdo con Platini… eso es porque no lo han pensado bien. La UEFA no defiende el interés general sino el suyo propio. Los que estén de acuerdo con Platini que se planteen, por un momento, si estarían de acuerdo con un autoproclamado portavoz de informáticos, físicos, científicos, azafatos de congreso, diseñadores, … que dijera que la ley de movilidad laboral europea no se aplique, cada uno en su propio sector. Sin duda es el reverso aún más tenebroso de la falsa globalización.

Y piensen por un momento que no hay nada que puedan hacer por evitarlo ya que no habrá elecciones generales para votar a ese portavoz autoproclamado.

Supongo que a estas alturas del post ya todos hemos llegado a la conclusión de que a este tipo de instituciones hay que someterlas a un control público antes de que se le otorguen poderes de intermediación y representación a tan alto nivel. Si no lo hacemos, seguro que más adelante lo echaremos de menos. Mucho me sorprendería que la UE no hiciera caso a las peticiones de las federaciones de fútbol y cediera a sus pretensiones al menos parcialmente.

OpenOffice.org 3 beta 2 nativa para GNU/Linux AMD64

Esta semana me he llevado una grata sorpresa. La cosa es que fui a la página de OpenOffice.org para buscar la última versión beta disponible de OpenOffice.org 3 para Mac OS X (que estoy utilizando por imperativo laboral), ya que es hasta el momento la única versión nativa para este sistema.

La sorpresa es que me encontré que había una segunda beta disponible desde el día anterior y no lo había visto comentado en ninguna parte. Por eso pongo el aviso, por si alguien está utilizando OpenOffice.org 3 Beta y quiere actualizarse.

Como añadido, ví que OpenOffice.org 3 Beta2 cuenta con versión nativa para arquitecturas Linux 64 bits, todo un favor pues hasta el momento yo había tenido que utilizar la versión para i386, instalada forzando la arquitectura y tirando de todas las librerías de 32 bits que también tuve que instalar (aunque éstas ya estaban para Swiftfox). La descarga básica se puede hacer desde la página misma, pero si queremos descargar la versión para Linux 64 hay que buscar directamente en el FTP de cualquiera de los servidores espejo. Eso sí: sigue sin haber language-pack en castellano para esta versión beta.

OpenOffice.org 3 beta es muy estable, aunque por ser una beta no la recomiendo a todo el mundo (sobre todo si te va la vida en la estabilidad de tu computadora) creo que es apta para la mayoria del público y sin duda añade algunos detalles interesantes dado el entorno en que vivimos (dominado por los sistemas víricos de Microsoft Office), como la posibilidad de ver y dejar comentarios al texto al estilo MS Word (buena opción para desarrollos en equipo).

Ni que decir tiene que si hace ya unos meses en mi comparativa de microsoft office contra open office y google apps el ganador era OpenOffice, con esta beta no caben lugar a las dudas: sigue siendo la opción preferida.

Por qué el cifrado no es suficiente

Ahora que Europa no es sino una república bananera cualquiera, aparecen de repente los que dicen que la solución es «encriptar internet». Vale, empecemos por aclarar que las cosas no se encriptan, se cifran; pero eso es lo de menos.

Lo malo no es esta idea: un pésimo plan es mucho mejor que no tener ningún plan. Me sorprenden los otros: los coros, la multitud fervorosa. Aquellos que cuando les aprueban la retención de datos, la lpi, la lisi, y todas las nefastas leyes para nuestros derechos básicos se deshacen en estúpidas luchas partidistas y no mueven un pelo porque parece que no va con ellos ahora quieren batallar porque les han tocado el eMule. Que no es poco, cuidado, y que por supuesto es algo que hay que defender: pero que ya manda webs que aquí la gente sólo se mueva con el asunto del canon (y relacionados), con la de cosas importantes que se están decidiendo en este momento (por lo demás, un momento histórico cuyas consecuencias se verán más adelante con toda seguridad).

Y hoy, cuatro valientes de The Pirate Bay dicen que hay que cifrar internet (IPETEE) y la multitud aplaude enfervorecida, como si estuvieran dispuestos a aceptar ese cifrado, como si estuvieran dispuestos a poner su granito de arena. La misma gente que se vanagloria de usar el webmail de Google como su cliente de correo predeterminado (habiendo renunciado a los clientes locales), la misma que sólo sale de casa a manifestarse si la manifestación consiste en enfundarse el uniforme de camorrista para acabar mirando mal a todo el que no actúe como el resto de la manada, la misma masa que aunque los políticos de siempre se burlen de nosotros luego van y los votan de nuevo.

La misma masa que cuando les dices, «por favor, cifra tu correo» te contesta: «are you from the past?» imitando a nosequién sin pararse a pensar que no hace gracia que 10 personas distintas te digan a lo largo del día «are you from the past?». Los mismos que escogen siempre el camino fácil hoy quieren cifrar internet. Bueno, o al menos eso dicen (que de ahí al mundo real hay un trecho). ¿Ésos son los que hoy quieren cifrar internet? Para llorar, si no fuera tan serio.

Supongo que no han entendido que el gran hermano no necesita saber lo que circula por tu conexión (y menos en un sistema donde la presunción de inocencia está cada vez más devaluada): conocen cuáles son los dispositivos de envío y recepción, también tienen el registro de IPs, en el caso del correo tienen también la dirección de salida del mensaje y la de entrada. Estoy harto de escuchar tonterías a destiempo: cifrar no soluciona éste problema concreto (aunque soluciona muchos otros y desde luego animo a todos a cifrar el correo).

No señores, no: esto no se soluciona cifrando. O se para la deriva de control de la UE o las medidas técnicas no servirán de nada. Cuando amenazan nuestra privacidad, el problema no es técnico ni tecnológico, sino legal. Hay que hacer menos coros a ideas bonitas pero desesperadas y poco alcanzables, y dar más caña protestando contra las medidas que se vienen. Septiembre está a la vuelta de la esquina, no perdamos ni un minuto.

ACTA: Acuerdo de comercio anti falsificación

ACTA (Acuerdo de comercio anti falsificación) es el nombre con el que los EE.UU. han bautizado su última creación, pendiente de ser ratificada ahora por el G8: un acuerdo multilateral sobre propiedad intelectual que convierte a los viajeros en contrabandistas a la mínima ocasión.

Supongamos, por ejemplo, que yo quiero viajar desde España a EE.UU., a Suiza, o a Canadá (todos ellos con leyes como la DMCA o similares, que no permiten la copia privada): la policía de aduanas tendrá capacidad para obligarme a abrir mi portátil (o mi Meizu), mirar si hay dentro archivos que deben someterse a la legislación de derechos de autor y, si los hay, aplicarme las leyes anti-contrabando (The Guardian via ¿QVAV?).

¿Tu privacidad? Por los suelos. ¿Tus derechos (como el derecho al honor y el derecho a ser considerado inocente)? Por los suelos.

Utilizar la maquinaria militar para someterte a controles de todo tipo con la excusa de defender la economía nacional y a los autores que viven como marajás (o como majaras, je!) gracias a una industria que hace años que vive por encima de sus posibilidades, ya que su negocio está obsoleto. Hay un post en este blog que habla sobre todas estas cosas: La sociedad de control. Si tienen un minuto les recomiendo que lo lean.

Por cierto, el documento se ha filtrado en WikiLeaks (esa pequeña aldea que se resiste al césar y que, por cosas, han intentado cerrar).

Hay que veranear duro

Si nos fijamos en el diccionario de la RAE, veranear significa irnos a pasar las vacaciones de verano a un sitio diferente al que pasamos el resto de nuestra vida.

Si salimos de la RAE y miramos hacia el distrito político de Bruselas, ese barrio lleno de edificios enormes absolutamente acristalados porque en los 90 ya todos los arquitectos han comprendido que nadie se gastará en un edificio lo que la piedra que los viejos monarcas absolutistas gastaban en sus residencias palaciegas, el término veranear adquiere un nuevo sentido. Desde una ciudad que muy pocos visitarán en su vida, un montón de personas está decidiendo cómo se organizará esta sociedad en las próximas décadas. Lo que están decidiendo supone una ruptura con el contrato social que Europa pactó durante la segunda mitad del s. XX (después de la segunda guerra mundial).

Las medidas para poner Internet absolutamente bajo control han prosperado en uno de los comités que las debatían (IMCO), mientras fueron rechazadas en otro (ITRE). Eso significa que el próximo mes de septiembre, el europarlamento votará sobre esta misma cuestión.

Pues de aquí a ese día hay que darles un verano de movilizaciones, empezando ya: si estás con tus amigos y alguien saca el tema del p2p, cuéntales lo que pasa; si alguien te pide que le bajes una película «porque yo no sé cómo», cuéntale lo que pasa; si alguien se queja de que los telediarios siempre dicen lo mismo a favor o en contra (según canales) de las mismas personas, cuéntale lo que quieren hacer con la red; manda correos a aquellos que crean que pueden estar interesados en el tema; coméntalo en tu blog; todo lo que siempre hacemos pero con un punto importante esta vez: hay que hablarle a las personas que no están en la red. Hay que salir al mundo real, porque si no salimos del salón de casa y de nuestro blog, no informaremos a nadie que no esté ya en la red (y si está en la red, seguramente no necesita que le informes).

Lo que está en juego no es el p2p, lo que está en juego es el futuro de la libertad.

Hay que informar a los que no lo sepan. De aquí a septiembre hay todo un verano por delante: de aquí a septiembre toca que veranear.

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