Bocados de actualidad (69º)

Estuvimos muchos días sin aparecer por el blog (este mes ha sido el menos activo desde que este blog abrió sus páginas). Quizá algún día les cuente porqué (pero no apostaría por ello), de momento quédense con las noticias: es probable que en los próximos días estemos de vuelta a la normalidad.

Como no he tenido tiempo para escribir ningún post así muy elaborado, y como es domingo y en este blog solía haber un pequeño post los domingos, he pensado que lo mejor sería mandarlos de turismo-web a leer algunos posts que me han gustado de los que he leído últimamente. En otras palabras, aquí una ronda de Bocados de actualidad que será la sexagésimo novena. A ritmo de Rufus Wainwright, que esta semana dará un concierto sin su banda en el Teatro Cervantes de Málaga.

  • El club del tetraedro nos avisó del vigésimo quinto aniversario del movimiento GNU.
  • Jorge Cortell y los niños de primaria siendo adoctrinados en materia de derechos de autor. Pánico.
  • Acalpixca y la vergüenza de Ignasi Guardans en el debate de las enmiendas torpedo. Arnau también lo dejó en el sitio que se merece.
  • Al hilo de mi anterior post sobre el fin del estado del bienestar, Acalpixca habla de cómo se vive esto en Reino Unido. El panorama no es halagueño.
  • Fernando Tricas y la dejadez que mostramos hacia nuestra intimidad.
  • Cyberfrancis se queja del lamentable estado en descomposición del centro de Málaga. Qué quieren que les diga, tiene más razón que nadie.
  • Esta Europa NO y el «registro voluntario» de blogueros. Sí, voluntario; y mi abuelo pirotécnico.
  • Se han aprobado 3 de las 5 enmiendas torpedo. Podía ser peor pero se trata de un retroceso en la libertad de la red. Hablan de ello en Informática Verde.

Como lecturas para un domingo lluvioso ya está bien. Seguro que hay en la web mucho más y mucho más interesante, esto es sólo algunas de las cosas que me he encontrado por ahí en las últimas semanas. Y me marcho por hoy. En breve más.

La desaparición del estado del bienestar

El estado del bienestar es una cosa un tanto compleja pero que, en cierta medida, tenemos todos en la cabeza: un estado del bienestar es aquel en el que las personas se dotan a sí mismas de una organización tal (habitualmente personificada en el Estado) que garantiza la protección social para todos los firmantes del pacto (incluso aquellos que aunque quisieran no tienen la opción a no firmar el pacto). Esta protección incluye prestaciones por desempleo, servicio de sanidad, acceso a la educación y a servicios sociales básicos, garantía de los derechos y libertades fundamentales.

En las últimas décadas no cabe duda de que si hay un modelo del bienestar en el mundo ese es el que se desarrolló en la Unión Europea tras la sangrante y atroz primera mitad del s. XX. Es evidente, sin embargo, que de un tiempo a esta parte este estado del bienestar está de capa caída y cada vez garantiza menos los derechos fundamentales (plazos de detención sin cargos cada vez mayores, espionaje estatal a los ciudadanos, cada vez menos derechos para la población -tanto inmigrante como oriunda-). Los signos y los movimientos en este ámbito son numerosos y se suceden de forma constante en el tiempo.

Del empobrecimiento gradual de la población, debido a un aumento del coste de la vida (alimentos, vivienda -tanto en propiedad como en alquiler-) muy por encima del aumento salarial paralelo, a la imposición de un sistema altamente disciplinario, el aumento de la jornada laboral hasta las 65 horas, la reducción de nuestra privacidad, la eliminación del secreto de las telecomunicaciones, y el paso al siempre vigilados. Todo ello pasando por una reducción progresiva de los servicios sociales (con una sanidad privatizada encubierta, con una educación instrumentalizada y una justicia a las que el Estado no dedica en absoluto los recursos necesarios -para que así se convierta en un arma aplicada de forma arbitraria contra aquellos a quienes interese). Y podría seguir con bastantes ejemplos que muchos de ustedes ya conocéis.

Y entonces llegó la crisis. La principal herramienta del poder para imponer medidas que de otra forma serían rechazadas sin dudarlo. Tú ves crisis ellos ven ocasión de hacer negocio a costa de lo que nos pertenecía a todos.

Europa, esa que los euronacionalistas (y a esos les tengo dedicado una reflexión que espero depurar prontito) ven como una entidad civilizada y pacífica, tiene en su currículum muchas de las más atroces guerras que el mundo ha visto. Y estas guerras del s. XX surgieron de las miserias sociales a las que masas de personas desprovistas de toda condición de ciudadano fueron empujadas; surgieron de la radicalización de la política que sólo viene aparejada del miedo a morir de hambre. Y las consecuencias fueron grandes: la instauración de los «documentos de identidad nacional» (en España, por ejemplo, fue introducido durante la dictadura fascista del general Franco) y el cerrojazo a las fronteras y a los movimientos migratorios: es decir, de las crisis de primera mitad del s. XX nació un mundo con fronteras mucho más rígidas y controladas, y con ciudadanos mucho más controlados también dentro de las fronteras.

Mientras tenemos la tendencia a observar Europa como algo estático, ésta está evolucionando rápidamente hacia una sociedad en la que las decisiones no se toman de forma asamblearia (de hecho, las instituciones de poder en la UE no son democráticas) sino por coerción. De la sociedad democrática a un régimen post-democrático, coercitivo y apoyado en la disciplina y el control ejercido sobre las personas.

A la crisis económica de la que tanto se habla, y que muchos comparan ya con la gran depresión del año 1929 que dio alas y disparó definitivamente el fascismo europeo del s. XX, hay que unir sin dudarlo ni un momento el continuo recorte de libertades en Europa y las llamadas xenófobas y racistas, que se producen ya desde la política masiva y que ha perdido el miedo a expresar su racismo y su xenofobia a cara descubierta. Frente a un mundo que gracias a Internet necesita cada vez menos de las rancias estructuras «en corralito» en que se han convertido los diferentes estados, el estado mismo reacciona de forma virulenta y excluyente, haciéndose valer, temeroso de perder su excesivo poder si nadie le hace caso. Temeroso de quedarse en casa el sábado porque nadie lo llame para salir; temeroso de que la gente busque otras cosas diferentes al control estatal de la vida pública y privada.

En el contexto en que occidente afronta una de sus últimas grandes crisis siendo la referencia mundial, hay que volver a considerar las posibles consecuencias que una verdadera globalización, en la que además del dinero las personas hubieran podido moverse libremente por el mundo en los últimos treinta años, habría tenido. Con una ciudadanía europea que no hubiera desaprovechado la oportunidad de llevar a Asia y África mucho más que la libertad para los mercados: la libertad para las personas que viven allí.

Eso nunca sucedió y occidente (Europa, Estados Unidos, Canada, Australia) pagarán carísimo su desdén hacia los ciudadanos de los países en desarrollo, pagarán caro no haberles ayudado cuando lo tuvieron en la mano.

Hoy mismo, en pleno vórtice del hundimiento bancario-demagógico, hemos sabido que la ONU apoya una iniciativa para cambiar los protocolos que rigen la red y que se dificulte/elimine el anonimato en la red. La iniciativa, por supuesto, está apadrinada por China (miembro del consejo de seguridad permanente de la ONU) y parece gozar del respaldo del resto del consejo de seguridad permanente; ya se pueden leer, sin embargo, las primeras reflexiones de rechazo desde el ciudadano de a pie. Está claro que no va a ser la maquinaria de la UE quien se oponga, después de habernos sisado el (otrora sacrosanto) secreto de las telecomunicaciones. Por supuesto, para conseguir esto proponen rediseñar la web, y nosotros ya conocemos dónde se esconde el peligro de rediseñar internet.

¿Cómo habría sido un mundo en que desde 1989 (caída del muro de Berlín y sucesos de Tiananmen), occidente se hubiera esforzado por llevar la democracia no sólo a Europa del este sino también a China? No lo sabemos, pero podemos estimar que quizá tendríamos otras cartas en la mano. Cómo podrían ser si no siguiéramos prestos a salir vestidos de camorrista a mirar mal a todo el que no es como nosotros?

Es difícil jugar a las adivinanzas y no lo haré. Me quedaré mejor en lo que tenemos en la mano. Perdimos el tiempo juntando pitos y el Estado, organizado, ya no quiere mus. Hay que jugar con lo que tenemos o dejar la mesa, y ya saben que jugador de chicas, perdedor de mus. Si de las crisis del s. XX nacieron los DNI, la Stasi, la KGB y las principales agencias de inteligencia europeas y norteamericana, ¿qué no podrá salir de la deriva autoritaria de este occidente podrido?

Este es un post cargado de futuro, de cosas que aún no han sucedido. Pero es que cuando escribimos sobre el futuro lo hacemos para que éste no suceda. Orwell no escribió 1984 para que nosotros lo viviéramos, por decirlo de alguna forma, sino para evitarlo; seguramente Leif GW. Persson tampoco escribió el declive del estado del bienestar para acelerarlo, pero ahí está su obra. A ver si esta vez tenemos más suerte.

[Por cierto, la petición de China a las Naciones Unidas llega en el momento justo, esta semana se vota en el europarlamento el paquete telecom por el que protestan cada vez más personas y organizaciones y que amenaza con poner internet bajo riguroso y férreo control.]

Teatro de privacidad

Google logoCon que poco se conforman algunos legisladores. Qué rápido tiran las campanas al vuelo algunos periodistas.

Google anuncia que borrará de sus registros algunos datos, una vez tengan 9 meses de antigüedad. Resulta que el plan de Google pasa por retocar un poco la IP del usuario en los registros de actividad de la compañía, tal cual, y convencernos de que de esa forma ya es imposible reconocer al usuario. Todo eso, no olvidemos, 9 meses después. A los 18 meses, se borrarán 8 bits de la IP del usuario. Ni uno más, ni uno menos. Evidentemente, se espera que nosotros confiemos en que al hacer eso, Google muerde su propia mano y ya es incapaz de saber a quién pertenecen esos datos que tan rentables le resultan.

Pero pasado todo ese tiempo, Google ya ha tenido la posibilidad de identificar a los usuarios, sin duda alguna, y almacenar los datos relevantes en algún otro fichero, prescindiendo de la IP (bueno, de un trocito sólo) que esa persona usó 18 meses atrás. ¿Creen que no es posible? Cuando AOL dejó accesibles los datos de cientos de miles de clientes (vaya pifia y qué barato les salió, despidieron a tres cabezas de turco y ya está) no se necesitaron más que unos días y ojear superficialmente los datos para identificar a muchos de ellos.

Según TheReg.

«After nine months, we will change some of the bits in the IP address in the logs,» the company says. «After 18 months we remove the last eight bits in the IP address and change the cookie information…It is difficult to guarantee complete anonymization, but we believe these changes will make it very unlikely users could be identified.»

Está claro. Puro teatro de privacidad (en analogía con el teatro de seguridad). Google anuncia medidas que «ayudan a la privacidad de los usuarios», pero esta utilidad con respecto a la mejora de la privacidad es más que dudosa. ¿Teatro para evitar que la UE los multe? Seguramente.

Y en la UE, ¿qué opinan? Supongo que opinan que cuando el «estado del bienestar» acabe por irse al carajo, ¿quién mejor que Google podrá venderle a los Estados la información que quieran saber sobre las actividades de sus ciudadanos?

Bienvenidos al lugar donde te hacemos creer que tienes más privacidad de la que tienes y así tú te quedas contento y a nosotros (uséase, al Sergey y al Larry) nos dejas de mirar mal.

Y por supuesto, te tienes que creer lo que sea que Google te diga sin mayor evidencia científica, ya que no hay forma de que llegues a las máquinas de Google y hagas un par de peticiones MySQL para verificar que lo que dicen es cierto. Qué aproveche.

*** Relacionado

  • Teatro de seguridad, aunque sólo sea porque los dos funcionan utilizando la misma lógica, en ámbitos diferentes.

¡Fuera ese tutú de terrorista!

Te vas a tener que quitar el tutú...

Pues no me da la gana. Y con razón. Ya está bien de farsas, no porque el anexo secreto haya dejado de ser secreto (que también). En realidad esa norma injusta sigue vigente (aunque ahora, con ella en la mano, no nos puedan obligar a quitarnos los zapatos).

Una cosa: cuando una norma que se supone diseñada para nuestra seguridad es objeto constante de chistes, burlas, quejas y hasta videojuegos satíricos, algo en esa norma no termina de oler bien. Algo en los gobiernos que la promueven, no termina de oler bien.

Por cierto, la imagen la he visto en Destapa el control, un blog que descubrí hace tan sólo unos días pero que les recomiendo; al menos que le den la oportunidad, yo se la di y seguramente se quedará a vivir en mi Liferea.

Interferencia gubernamental

«Muchos partisanos de la Red están convencidos de que la Red es robusta porque sus líneas de comunicación están distribuidas por igual por todo el planeta. De hecho, como puede verse en ese gráfico, casi todo el tráfico web intercontinental pasa por un número pequeño de embudos. Normalmente esos embudos son controlados y vigilados por gobiernos locales. Por tanto, está claro que cualquier aplicación de Internet que desee mantenerse al margen de la interferencia gubernamental está condenada desde el principio por lo que es un problema estructural fundamental… mantenerse al margen de la interferencia gubernamental.»

Neal Stephenson, Criptonomicón, una maravilla de libro.

Una cita importante para los tiempos que corren, en que todo esfuerzo gubernamental relacionado con la red está encaminado, inevitablemente, a desarrollar formas de control sobre la misma.

La infraestructura de la red crece más que el tráfico

Una de las mentiras más repetidas por los proveedores de internet en su lucha para convencer a los gobiernos de que les permitan filtrar el tráfico, algo que ambicionan para convertirse en el dueño de la llave que abre el grifo del artificialmente lucrativo negocio de los contenidos, es que la red se saturará y se aplastará bajo su propio peso si seguimos usando el p2p y si seguimos viendo documentales en streaming u ojeando youtube de vez en cuando.

Por supuesto eso es una mentira. La realidad es que una vez que obtengan los favores legales de parte de los Estados, los proveedores harán todo lo posible por favorecer ese modelo de streaming que según ellos mismos «amenaza con bloquear la red». ¿Por qué? Porque en los modelos de streaming el usuario no tiene ningún poder y es el proveedor quien en todo momento decide si el archivo puede verse o no; así como decide que para verlo de nuevo tengas que volver a pagar, o volver a tener quince minutos de publicidad. Es el modelo de la Jukebox global y se rige por dos principios clave: control de los datos (para no permitir que los usuarios puedan reemitir la información al margen del proveedor) y vender suscripciones siempre que sea posible (ya que el usuario que deje de pagar la suscripción perderá todo acceso a los datos, y para evitar verse desprovisto de ellos continuará pagando la suscripción). Los ISP no quieren que tengas los datos almacenados en local, eso rompe el cántaro de la lechera del cuento que se han montado. No me extiendo más sobre esto, porque ya hemos tratado estos temas anteriormente.

Una parte de su estrategia para conseguir ese control artificial de los datos es conseguir que los Estados les permitan filtrar el tráfico para «evitar que internet se colapse», aunque eso destruya la neutralidad de la red, que es lo único que mantiene a la red libre. Por supuesto, algunos gobiernos estarán tentados de aceptar la muerte de la neutralidad de la red por el beneficio que le pueda traer al gobierno en sí (que no a la población en general, que no ganaría nada en absoluto pero sí que perdería mucho). Habrá que estar muy atentos para que eso no suceda y para que no nos vendan estos cambios como algo inevitable.

Afortunadamente, el problema para los ISP es que a esas mentiras mil veces repetidas les ha salido otro (más) pequeño escollo dificil de contradecir sin argumentos: Un reciente informe de Telegeography afirma que el último año el porcentaje de ocupación de la red (caudal de datos transmitidos dividido entre caudal máximo de datos que se pueden transmitir) fue menor que el anterior (Telegeography, también Uberbin lo comentó). Esto es que a pesar del incremento del tráfico (excusa esgrimida para acabar con las tarifas planas aunque estén ganando cada vez más dinero, por cierto), la infraestructura de la red creció a un ritmo mayor de forma que, por decirlo de alguna manera, internet está hoy menos saturada que ayer.

¿La CNMV como autoridad competente para cerrar webs?

La Ley para el Impulso de la Sociedad de la Información (LISI) comienza a dar frutos. Y como es una ley con muy mala baba, los frutos son difícilmente catalogables de apetecibles.

En los últimos días se ha sabido que la CNMV va a ser el primer órgano competente autorizado para cerrar páginas webs sin intervención judicial, según lo previsto en el articulado de la citada LISI. En concreto, estará autorizada a cerrar páginas webs que ofrezcan información sobre economía y de la cual se estime que puede tener una influencia sobre los precios. (Expansión vía EOL y Carlosues)

De ahora en adelante, toda opinión en internet que defienda una línea de pensamiento que contradiga a la verdad oficial del gobierno correrá el peligro de ser cerrada. Y dado que las leyes se hacen para hacerlas cumplir, podemos dar por sentado que si la web en cuestión adquiere cierta relevancia, seguro tendrá problemas. Citando a Manuel del Pozo en Expansión:

Porque si la CNMV controlase la información que se publica en EXPANSIÓN porque puede afectar al mercado, también el Gobierno tendría derecho, por ejemplo, a inspeccionar lo que publican los periódicos en época electoral. Se podría censurar la información que se ofrezca sobre ETA, sobre el accidente de Barajas o sobre cualquier otro tema que se pueda considerar información relevante.

Este el escenario que el gobierno (y todos los grupos parlamentarios; sí, el PP y sus «lamentables errores» tambien) buscaban con la LISI: tener la ocasión de cerrar la boca todo aquel que mantenga tesis contrarias a las oficiales y deseadas. Todo el que no esté de acuerdo con el optimismo enfermizo de nuestros dirigentes puede ir rezando todo lo que se sepa. Eso es la LISI: Internet bajo control de un gobierno que ya no nos representa a nosotros, a los que votamos y pagamos impuestos, sino a sí mismo y a las aspiraciones de perpetuarse que tiene la oligarquía política y económica.

Y esto es sólo el principio, el primer órgano de todos los que podrán venir. Europa se desmorona. La que fuera cuna del mundo libre y democrático que conocemos promueve la censura y desarrolla un autoritarismo rampante con intereses espurios, unas veces se escuda en los precios (¿acaso no es el IPC el indicador de precios más falseado de todos, precisamente por estar bajo control del principal interesado en manipularlo, que no es otro que el gobierno?). Otras veces los Estados europeos se escudan en la propiedad intelectual. Otras en las falsas medidas de seguridad.

Las excusas ya son lo de menos. Sarko instaurando la «policía del pensamiento» (aunque en unas semanas se recogieran decenas de miles de firmas en contra) y Berlusconi fichando a gitanos por… por nada, tan sólo por ser gitanos (criminalizar lo que se es y no lo que se hace en el mundo, puro fascismo). Y Zapatero, talantoso, sonriendo pero deportando inmigrantes (pena de amnésicos egoístas, una tierra de emigrantes como ésta). Sonriendo pero aprobando leyes que reducen nuestras libertades. Qué quieren que les diga, son la misma mierda. La versión bronca y la refinada hipócrita de una misma forma de hacer política: la que ignora los intereses generales de las personas para anteponer el interés particular de nosesabequiénes.

Me juego la mano buena (aunque no les diré cuál es, por si acaso) a que pronto hablaremos aquí de un segundo órgano competente (lo cual da miedo, porque si hay más de uno, puede haber un ciento, cada uno censurando su corral). Éste segundo órgano competente habilitado será, mucho me temo, la SGAE. No creo sorprender a nadie cuando digo eso, pero aún alguien pensará que ¿por qué no ha sido la SGAE el primer órgano competente? Sencillamente, porque se les habría visto demasiado el plumero. Y porque no sólo la SGAE gana con la LISI. La victoria del Estado (a quien, sin duda alguna, se la suda el intercambio de música en sí mismo) es poder controlar no el intercambio de música, sino el de información «sensible» a sus intereses.

Como siempre he defendido, «la lucha contra la piratería» para el estado tenía la gran ventaja de que las herramientas que te impiden copiar una canción te impedirán copiar cualquier otra cosa que tú quieras copiar y el poder establecido quiera controlar. Aún no han podido leerlo, pero el tema central de la sociedad de control, ese libro que pronto espero que puedan leer, gira en torno a este tipo de conjunciones estelares en que con una excusa tibia se logra introducir una medida con profundas implicaciones para el modo en que desarrollamos y desarrollaremos nuestra vida. Y vista la escasa reacción que mostramos a estos asuntos, parece que muchos no le dan gran importancia o que no la ven venir en absoluto, como ranas en un perol de cocina.

*** Actualización (2008-09-09 @ 14.00h): Carlos Alonso ha dejado un comentario que me invita a tomarme esta noticia con cierta cautela. A pesar de que en El Otro Lado hablan de la LISI (no es creación mía) como la herramienta que justificaría este apoderamiento de la CNMV. Y a pesar de que, tal y como lo veo, se dice que es la CNMV la que ha solicitado al gobierno esto, y por tanto podría no estar incluída en la orden ministerial en sí misma, sino ser un trabajo en proceso. En definitiva, que les invito a tomarse esto no como algo confirmado sino como un rumor bastante tangible, pero rumor al fin y al cabo. Gracias a Carlos, por el aporte :)

*** Actualización (2008-09-10): Jomra también comenta quitando hierro al asunto, así que definitivamente habrá que tomarse con prudencia lo relativo a este asunto y pensar que la CNMV no está tan cerca de tener estos poderes especiales.

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