La infraestructura como ventaja competitiva

Google es uno de los temas de moda. No como la primera vez, cuando usaba Altavista y un compañero de la facultad (¿me estará leyendo el Juanma?) me dijo que había «otro mucho mejor: "gógel", con dos "o"». No como cuando revolucionó el webmail aumentando en tres órdenes de magnitud la capacidad ofrecida por los webmails de aquel momento (y sobre esto vamos a hablar ahora). No. Google es uno de los temas de moda porque está empleando una de las estrategias más agresivas que hemos visto en internet para conseguir y mantener una posición ventajosa en la red como ninguna otra empresa ha tenido nunca en ella.

Y esa estrategia agresiva no es otra que la de utilizar la intraestructura como una ventaja competitiva. Por supuesto, no son los primeros que lo han hecho en el mundo, pero son los que se están llevando el gato al agua en la red. Enseguida paso a explicar eso que digo. Voy a intentar ser conciso para que el tema no se me alargue.

En primer lugar, aunque tengo posts bastantes viejos que versan sobre este tema (la concentración de la red y la red que se pierde en la nube), no es hasta hace un tiempo (ya bastante, este post es uno de esas reflexiones eternamente inconclusas) que comenzó a tomar forma esta idea.

Antes he hablado de la aparición de GMail. Sucedió en 2004. En aquel momento el buzón de correo promedio tenía un tamaño de unos pocos megabytes (2MB Hotmail, 5MB Terra, 10MB Lycos) y había decenas de proveedores de correo electrónico gratuito vía web. Google lanzo el «gigamail» y en cuestión de meses la inmensa mayoría de proveedores de correo desaparecieron. Fueron borrados del mapa, arrasados por el huracán G. ¿Qué había hecho Google? Proponer su vasta infraestructura como una ventaja competitiva frente a otros proveedores de webmail. Ganar una parte del mercado a base de anteponer una barrera de entrada muy elevada (y el control absoluto del público más técnico a base de proponer una aplicación bien resuelta y elegante, que por cierto no es libre).

Desde abril del 2004 a septiembre del 2008, Google no ha cesado de dar pasos en la misma dirección, un camino que les apareció virgen visto el enorme éxito cosechado con el webmail. Google se lanzó a la carrera de ofrecer aplicaciones online. Así Google te ofrece editor de texto, hoja de cálculo, o almacenamiento de imágenes y vídeos, entre las varias decenas de productos que oferta. Todos tienen en común una cosa: se apoyan en la infraestructura del gigante para reducir a la competencia. La culminación de esta estrategia llegó con Google App Engine, en la que ofrecían «computación distribuida» para todo el que quiera hospedar sus proyectos con ellos. Lo llaman la computación en nube (palabra tan gastada ya como la web 2.0) y pese a que no dudo de la capacidad técnica de Google para desarrollar un proyecto de ese tamaño, me temo que mis objeciones no son técnicas, no al menos en primera instancia. La red es lo que es (lo que a todos nos gusta, ese lugar donde encontrar cualquier cosa que buscamos desde información a música, gente afín o descargas) porque era altamente distribuida. Si Google centraliza servicios y continúa acumulando peso (por hablar en términos de ponderación matemática) dentro de la misma, la red no puede considerarse verdaderamente distribuida.

Por supuesto, y como se argumenté en su día en una conversación en el blog de Acalpixca, no estamos aún en la GoogleNet (afortunadamente). Pero, como ella apuntaba, Google gana preeminencia en casi todos los frentes de mercado de Internet y corremos el riesgo de que se convierta en un monopolio incontestable. Y si no pudiéramos acceder más que a páginas de Google, ¿quién levantaría la voz? Mejor aún: ¿te dejaría Google (y su algoritmo) acceder a esas páginas que levantasen la voz?

Ahora mismo, Google tiene decenas de miles de computadoras y un montón de datacenters repartidos por el globo para que tu busqueda sea resuelta en centésimas de segundo. ¿Para hacerte más feliz ahorrando tiempo? Decir sí a esa pregunta es dar una parte de la verdad pero obviar el resto. Lo cierto es que dándote la búsqueda en 0.04 segundos en lugar de en 0.09, Google te ahorra tiempo. También te da el doble de búsquedas por unidad de tiempo (el doble de anuncios por unidad de tiempo, el doble de clicks, el doble de pasta que se llevan). Pero lo terriblemente cierto es que al rebajar ese tiempo al máximo lo que sí consiguen es expulsar de la carrera por “ofrecer resultados rápidos” a cualquier otro competidor. ¿Tienes un buscador maravilloso? Más te vale tener cientos de miles de máquinas tirando del carro (se calcula que Google tiene todas esas computadoras)… o estarás perdido en la batalla por ofrecer buenos resultados en tiempo récord.

Alguien dirá que si la manera de expulsar al resto de competidores es mejorar los productos, ¿dónde está el problema? El problema es que una vez expulsas al resto de competidores, no existe la necesidad de invertir para mejorar los productos. Cuando no puedes ganar cuota de mercado y nadie te la puede quitar, el mayor rendimiento pasa por no mover un dedo en cambiar nada y dejar que la maquinaria permanezca en un status quo inamovible. El problema es que cuando estás sólo en el mercado, puedes imponer condiciones draconianas a los compradores/usuarios. ¿Cuántas funciones nuevas ha incluído Microsoft Office 2007 que no estuvieran ya en MS Office 2000? ¿De verdad 7 años sólo para eso?

Google ha puesto rumbo hacia la concentración de la red bajo su control. Y quizá «no tuvieran elección». Es posible que con la tecnología de búsquedas actual, Google no se pueda permitir otro tipo de estructura de red que no sea la estrictamente centralizada sobre sí mismo. Puede que sea cierto que en una red cada vez más grande, la infraestructura necesaria para conectar dos puntos de internet en el tiempo que demandamos tenga que ser enorme y controlada por una única entidad. Es la paradoja del control de internet, y sin duda alguna Google se siente cómodo en esta situación, debido al papel que le toca desempeñar: en una internet cada vez más grande, son cada vez menos los que tienen la infraestructura necesaria para conectar dos nodos cualesquiera de la red en el tiempo que le pedimos a la red.

Reivindicar la condición de intruso

«Trato de que mis poemas conversen, por eso cada vez contienen más preguntas. Y cuatro, mi orgullosa condición de intruso. Hace unos días Victor Ruiz hablaba de que la informática es una chapuza, en el sentido de que era territorio fértil para gente imaginativa y bricoleurs frente a quienes tratan de ponerlo todo en cajoncitos estancos, eso sí, muy profesionales.Yo reivindico la condición de intruso para la poesía, porque a veces sólo con una mirada intrusa pueden verse detalles de la realidad que nos tratan de ocultar o que los profesionales del ramo, en su rutina, no ven.»

Daniel Bellón, poeta, ayer en la presentación de su nuevo libro.

Me encanta esa manera de ver las cosas. Ya está bien de que los que saben nos piensen el mundo: ni los que saben de periodismo (periodistas profesionales), ni los que saben de música (productores profesionales y editores) ni los que saben de nada de nada (políticos, sin ir más lejos). Ni necesito hacer más concesiones por culpa de la crisis en nombre de una «reforma del capitalismo» que da bastante susto así estando a la espera. Ningún ministro me representa mejor que yo, ningún periodista me cuenta el mundo mejor que yo lo veo. Ningún poeta me sueña el mundo mejor que yo lo sueño.

Diréis que representarse a uno mismo, ver el mundo con los propios ojos y soñar el mundo por uno mismo requiere trabajo y tiempo. Yo estoy dispuesto a hacer el esfuerzo de representarme, de ver el mundo con mis ojos y de soñar mi mundo. El resto de opciones, honestamente, son basura.

Mi jueves gana enteros leyendo posts así.

Bocados de actualidad (70º)

La sección periódica menos periódica vuelve hoy (y ni siquiera es domingo) porque pasé unos días fuera y al volver pensé que mejor que aburrirles con detalles que a nadie interesan podía pasarles algunos enlaces interesantes (muy pocos, no se agobien) con lecturas siempre provechosas. Suena la Coda Flamenca de lo último de Extremoduro (de verdad, pensé que jamás volverían a hacer un disco que me gustase) y les dejo con la septuagésima ronda de los Bocados.

  • ¿Leyeron que los blogs están muertos o van a morir? Tonterías. Los blogs no mueren aunque es verdad que quizá no todo el mundo sienta la necesidad de abrirse uno. Acalpixca hace un gran comentario sobre la muerte de los blogs (o sobre la no muerte de los mismos, diría yo).
  • coSSitas nos muestra algunos comandos muy interesantes para usar en la consola de GNU/Linux (incluso servirá a esos que usáis KDE :P).
  • Mercè Molist nos habla de optimismo. Me parece interesante para evitar que todo rumor financiero se convierta en verdad por el mero hecho de existir.
  • Estuve unos días por Barcelona y me tocó ignorar la última catetada barsalunesa: un enorme retrato de Barack Obama construido en mitad de la playa. Nadie comenta la jugada tan bien como Algarabía. No se pierdan el comentario de Arnau al respecto de la alienación abstracta que nos traen con tantas elecciones yankees (y eso que es de antes que la catetada ésta).

Uf, ¿ya? Eso parece. Pasen buen (resto de) fin de semana.

Homer Simpson y el voto electrónico

Sin que sirva de precedente, voy a empotrar un vídeo en el blog. Se trata de un fragmento de Los Simpsons en el que Homer intenta votar por Obama y en fin… véanlo ustedes mismos.

El vídeo lo vi en lo de Rinzewind y no he podido evitar acordarme del viejo vídeo del 2004 para parodiar el robo de las elecciones (de las que ni siquiera se avergonzaban los implicados) entre Kerry y Bush en aquel país. De un sistema de voto capaz de conseguir que ni siquiera un candidato se vote a sí mismo nos lo podemos esperar todo.

Estaré fuera unos días. Tengan cuidado ahí fuera y no la líen demasiado.

Sobre la necesidad de reformar el capitalismo

Me van a perdonar el off-topic. Ahora que todo el mundo es ahora experto en economía, yo quería invitaros a repensar sobre todo lo que oigan por televisión estos días.

Que el sistema financiero anglosajón haya estado jugando al tocomocho (o al póker que tanto les gusta) y entre en quiebra sistemática tiene consecuencias tan dramáticas como ver a gente de todos los extremos del espectro político pidiendo exactamente lo mismo: poner la economía bajo control estatal.

Que gente como Sarkozy pueda estar de acuerdo con una petición histórica de los partidos comunistas de medio mundo dice mucho tanto de Sarkozy como de estos PCs; tanto que no voy a entrar al tema para no alargarme. Que toda la solución que se les ocurra sea reformar el capitalismo dice hasta qué punto tenemos en la UE a un montón de filibusteros, timadores y ladrones disfrazados de eminentes políticos.

Cada vez que oigo hablar de esa reforma del capitalismo me acuerdo de una cita de PJ O’Rourke que me encontré hace un montón de tiempo dando vueltas por la web.

«Cuando el comprar y el vender están controlados por la ley, la primera cosa en ser comprada y vendida son los legisladores.»

PJ O’Rourke

Dicen que este hombre es un neocon de cuidao (él se autodefine Libertario -seguramente, anarcocapitalista-), pero no me negarán que eso que dijo ahí es rigurosamente cierto.

Ahora, antes de poner las esperanzas en las reformas del capitalismo que eminentes estadistas tengan a bien hacer, piensen cómo quedó el mundo tras la crisis de 1929-1933 (y la guerra mundial que nos costó). Piensen que el estado del bienestar se va al carajo, y que una vuelta atrás a políticas proteccionistas bajo estricto control público no va a solucionar este problema. Ni muchísimo menos.

No, no soy economista. Pueden silbarme hasta que se les vacíen los pulmones, pero al primero que me tire un tomate se lo meto por las orejas.

En UK van a monitorizar todos los correos electrónicos

Acojona de sólo leerlo. La nueva ley sobre datos de telecomunicaciones que quieren aprobar en el Reino Unido prevé guardar un registro de todos los mails enviados (Directgov via Slashdot).

Está claro que con la aprobación de la retención de datos de telecomunicaciones (aprobada en febrero de 2006) esto era cuestión de tiempo, pues también van a registrar todas y cada una de las webs que se visitan y, en definitiva, toda nuestra actividad. Esto no es más que un ataque más en la lucha por poner internet bajo absoluto control gubernamental y no difiere mucho de las leyes aprobadas por Suecia y Alemania.

En la anterior legislatura, el gobierno de Zapatero ya traspuso la directiva europea de retención de datos a la legislación estatal, como comentamos en El fin del anonimato en telefonía móvil y la inmigración ilegal.

Cuánta hipocresía gasta la UE. La misma UE que se queja públicamente porque las empresas de internet almacenan los datos durante más de 6 meses, es la primera interesada en conservar todos tus datos de comunicaciones y analizarlos. Parece que cuando hace tiempo hablábamos de la voluntad del gobierno europeo (al que ninguno de nosotros ha votado) de crearse a sí mismo un monopolio de retención de datos no íbamos equivocados en absoluto.

*** Relacionado: Como y por qué cifrar el correo

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