Comentarios al respecto de la polémica sobre el futuro de la Ingeniería Informática

Esta semana ha sido muy movida en la red debido al ruido (ruido, entendido como toda señal que dificulta la medición y cuantificación de una señal) generado por muchos de los Ingenieros informáticos al hilo de un polémico anuncio dado por un Colegio de informáticos sobre «la futura desaparición de las titulaciones superiores en informática».

Cronológicamente, la primera noticia que tuve la leí en el blog de Ricardo Galli, en un post muy suyo (muy lleno de cuchillos pero también muy divertido). Después de eso multitud de amiguetes han ido comentándome en vivo o publicando en su blog (ahí encontré muchos más de personas a las que simplemente leo) sobre este problema (Pululante, La vigilanta, Pedro Finch_). Sobre este tema he hablado también con Daniel López y con Capelare, que me preocuparon porque como estudiantes sufren en las aulas toda la guerra psicológica que los colegios llevan a cabo en las facultades con el fin de ganar los apoyos que profesionales ya formados y trabajando no les van a dar jamás.

En muchos de esos posts he ido dejando comentarios sobre este tema. Y como no quiero hablar más sobre el tema pues me he decidido a reunirlos aquí en un post en el que se refleje que no me creo nada de lo que diga un colegio profesional. Los colegios profesionales son instituciones autoproclamadas que se atribuyen unos poderes hasta que de tanto repetirlo el gobierno les da los favores que piden. No se diferencian en nada (repito, EN NADA) de la SGAE que tanto odiamos ni de todos esos que exigen que los bloggers necesiten carnet de periodista. Piden excluir a los demás del mercado para generar escasez, y para no volver a explicar mi postura recojo aquí estos comentarios.

No le doy más bola, os dejo con los comentarios.

5 de noviembre, 21.40h en el blog de Pedro Finch.

Con lo de acuerdo que estamos en algunas cosas, y ¡en esto no vamos a coincidir!

Te recomiendo sin duda alguna la lectura de algunos posts en este blog de un profesor de informática de la Universidad de Illes Balears.
A veces aparece el sentido común

Ética comparada (y II)

y una bola extra:
Paradojas pedagógicas

No me creo NADA de lo que digan los colegios. En mi profesión (no soy informático) nos los quieren meter por los ojos y son organizaciones mediavales, tribales y chungas, que excluyen no al que no sabe sino al que no PAGA y que no persiguen «hacer un bien social» al garantizar a los clientes la honestidad profesional del contratado, sino actuar como sindicatos profesionales. Sindicatos del crimen, mafias de las cuales sólo se alimentan algunos…

Y no, no estoy colegiado. Y ejerzo… y no soy peor por no estar colegiado, diría que incluso me siento mejor conmigo mismo :)

7 de noviembre, 19.27h, en el blog de Acalpixca.

No me entero, con todo respeto: ¿el problema es que eliminen las titulaciones o que no le den «atribuciones exclusivas»?

Yo, sufriendo en mi profesión el problema creciente de los wannabe-colegiado y las mafias de los colegios que pelean únicamente por atribuciones exclusivas -esto es, escasez-, ME CAGO en las atribuciones exclusivas. Si alguien que no tiene título reglado puede hacer mi problema, el problema no es el «intrusismo», sino mi mediocridad profesional (o la mediocridad de la enseñanza, si resulta que el problema no es mío sino general).

Si el problema es, como he leído en alguna parte, que quieren eliminar las titulaciones (muuuuuy difícil veo eso), entonces hay que protestar. Pero no sólo los informáticos, sino todos, pues todos vamos a necesitar gente que sepa hacer bien su trabajo y si necesito alguien que sepa de informática, un buen nicho en el que buscar (que no el único exclusivo) serán titulados superiores en informática…

De verdad, no sé de qué va toda esta polémica, pero estoy muy cansado de leer a gente que se queja por un problema (cualquiera te quita el trabajo) que no se soluciona poniendo trabas (sólo conseguirás mandar todo al mercado negro) profesionales. ¿El problema es laboral? ¿El problema es “conceptual”(*)? Te lo digo desde el que ya no se cree ninguna barbaridad porque ha visto muchas muy mal entendidas. Confío en tu mesura y en tu capacidad didáctica ;)

(*): Ya sabes, todo eso de cerrar universidades y eso de que donde se queman libros se quemarán también personas and so on…

Un abrazo :)»

9 de noviembre, 17.35h, en el blog de Acalpixca, escrito como réplica a un comentario de réplica al mío anterior y firmado por un tal AdVersus (qué ocurrentes pueden llegar a ser algunos).

AdVersus, no soy un hada madrina: no puedo ir por ahí infligiendo finales felices a aquellos que creen que agruparse en torno a una mafia gobernada por unos pocos te va a ayudar profesionalmente. Si a la gente le gusta colegiarse y supeditar sus intereses y su capacidad de decisión a lo que diga «El Colegio» pues bien. En Rusia la gente se supeditaba a lo que necesitaba El Partido y aquí nos reíamos.

Si lo que me dices es que el colegio de informáticos tiene como función hacer de contrapeso al de telecos, pues qué vida más triste. ¿Me estás diciendo que tengo que escoger entre un gran totalitarismo de telecos o varios totalitarismos menores de cada profesión? Si esa son todas las opciones y todas las motivaciones, esto es un asco y espero que todos los implicados seáis conscientes del asco que estáis fabricando.

No creo que las atribuciones generen el mercado, más bien lo destruyen: sacan del mercado a todos los que tengan la letra escarlata en la pechera. ¿Hablas de pluriarquía y necesitas que el Estado (peor aún, un colegio profesional) te diga lo que puedes hacer? Me parto…

Un comentario de un informático trabajando de otra cosa (aunque supongo que no muy lejos de la informática):
http://weblog.topopardo.com/?p=1718 Me ha hecho gracia encontrar esta opinión hoy porque al fin alguien se posiciona en mi sentido: «si te lo dice un colegio de informáticos, ten cuidado, sé escéptico».

Yo ni soy informático ni trabajo en informática, no creas que estoy defendiendo mis intereses más directos (aunque, al final, que no haya colegios imponiendo lo que se puede hacer nos beneficia a todos, claro).

9 de noviembre, 21.51h, en el blog de Acalpixca.

Más madera, Alejandro Nieto se pone hoy, en su post en el blog salmon, en el mismo bando en el que ya estamos otros…

En fin, ya dejo el tema.

Espero no volver a hablar sobre el tema. Ni soy informático ni trabajo como informático, pero es que las cosas que no son ciertas no son ciertas y aunque una mafia organizada un colegio profesional se vista de seda, mafia(*) se queda. Dicen muchos que el error del gobierno es querer regalar monopolios oficiales (¿recuerdan a la SGAE?), pero acto seguido suele venir el decir que el problema no es el monopolio en sí, sino que se lo van a dar al tipo equivocado (estando yo, rubio, elegante y talentoso, se lo van a dar a otro). Pues qué bien. Si esa es nuestra preocupación, ya sé porqué nos brilla el pelo como nos brilla.

(*). Si alguien se siente ofendido, que siga hasta la tercera acepción de Mafia (aunque le recomiendo que no olvide las otras dos). Remember Frikipedia.

Actualizando a Drupal 6.6

DrupalComo algunos de los que pasan por aquí sabrán, este blog está gestionado utilizando Drupal, un gestor de contenidos quizá algo barroco para un blog personal (eso era algo que yo no sabía cuando lo comencé hace tres años y pico) pero desde luego un gran CMS libre.

Ayer por la noche actualizamos el blog a la última versión estable de Drupal, como hasta ese momento habíamos permanecido en la última versión estable de la rama anterior (5.x) la actualización puede haberse llevado algo por delante y que las cosas no estén funcionando correctamente.

Y ahí es donde este post ocupa su lugar y aquellos que quieran ayudarme pueden ocupar el suyo: si ven algo que no funciona correctamente, hagan el favor de dejar un comentario avisando qué tipo de hueso se le ha roto a esto, para dejarlo to niquelao cuanto antes :)

*** Actualización (2008-11-09): parece que precisamente ha habido un problema con el formulario de comentarios que ha impedido comentar… ya debería estar solucionado. Si hubiera pedido ayuda con señales de humo, seguramente el viento habría soplado en dirección contraria. Así es Murphy.

¿Qué es La matriz?

La Matriz¿Qué es la matriz? Algunos de los más viejunos del lugar estará pensando que les pregunto por la película que, a mi juicio, marcó claramente el final de la década pasada y el comienzo de ésta: Matrix.

Sin embargo y para alegría de todos, este post no va de una peli sobre la que ya hemos hablado demasiado, sino sobre un proyecto muy humilde pero muy guay que, surgida con excusa del primer aniversario de la RMD, La matriz reúne en un único portal los miniposts de todos los que participamos (yo también) de esta red distribuida.

¿No sabes qué es la RMD? Pues paseándote por la matriz tendrás un menú degustación con miniposts de mucha gente diversa y, en general, muy interesantes. Para hacerlo sencillo he incluído un pequeño banner apuntando a este portal. Está arriba a la derecha y si no leen la RMD en sus feeds, una visita de vez en cuando aún les valdrá la pena :)

*** Relacionado:

Lavando cerebros de «terroristas» en «centros de terapia»

¿Sabíais que Gordon Brown estuvo visitando a unos terroristas que están sometidos a terapia para dejar de ser terroristas? El gobierno británico lo llama «centro de desradicalización», y si no fuera tan serio daría para un gran guión de sci-fi.

Resulta que más de mil sospechosos de terrorismo de baja intensidad (recuerden que aquí esa expresión se inventó para llamar terrorismo a lo que de otra forma no habría sido posible calificar como tal cosa). Y recuerden que en Reino Unido la mera posesión de algunos libros es ilegal por violar leyes antiterroristas. A estos más de mil sospechosos se les lava el cerebro mediante un programa combinado de educación religiosa y tratamiento psicológico.

No es coña, lo contó El Mundo y yo me he enterado gracias a Algarabía.

No sé si me asusta más que los tengan en terapia (como si fueran enfermos, como esos que siguen pensando que los homosexuales son enfermos), que Gordon Brown se pasee por ahí dándose golpes en el pecho delante de toda su maquinaria lisérgica de lavado de cerebro, pensar que en algún lugar de ese «centro de terapia» hay lugares tan terroríficos como la habitación 101 donde a la gente los electrocutan como los electrocutaban en los años 50 en EE.UU. o el hecho de que en la actualidad todo lo que se criminaliza es tachado de terrorismo. Aunque haya palabras mejores para definir la realidad.

Y ahí está el presidente del país occidental que peor parado sale cada año en los informes de Privacy International, abusando de neolengua: usando la palabra que comienza por T para obligarnos a pensar en un sentido, pues (parafraseando a David Bravo) es muy dificil decir «estoy a favor del terrorismo» sin que suene a demencia senil.

Leer noticias como ésta da bastante repelús.

La lógica del hardware distribuido

En el post anterior hablé de cómo se puede usar la infraestructura como ventaja competitiva con la que arrollar a tu competencia en internet y de cómo estas prácticas repercuten en una concentración creciente de la red. Ninguno de los atenuantes (algunos de los cuales esbozo al final de ese mismo post) que podamos pensar para no juzgar a los gigantes de la red de forma excesivamente agria cambia el hecho de que la evolución de la red en los últimos tiempos amenaza un principio básico en la construcción de la misma; un principio subyacente a la red misma y que rara vez se comenta. Evidentemente, la concentración de la red afecta a la neutralidad de la red de forma mucho más sutil (y difícil de ver) que como lo hace el control grosero de paquetes de datos. En internet, lo que no te enseñe el buscador de turno prácticamente no existe.

Internet debe su éxito al modo en que fue construida. No, no voy a hablar otra vez de protocolos y controles. La red fue construida utilizando una lógica implícita que en su día nadie osó siquiera cuestionar (no había alternativa): la lógica del hardware distribuido. Toda conexión, todo servidor (tuviera o no conexión permanente a la red) necesitaba una máquina corriendo allí donde estuviera. Estos servidores se encontraban dispersos y no se podía tener un servidor sin tener una máquina.

Ahora, los gigantes de internet (Google, Amazon, Microsoft, Yahoo!, …) quieren cambiar eso. Cuando estas empresas te ofrecen hospedar todos tus datos, todas tus aplicaciones y todos tus proyectos, están subvencionando la infraestructura de la red. Pero algo sólo te pertenece cuando pagas por ello. Que te subvencionen la infraestructura y que no pagues nada por ello conlleva que la infraestructura hardware deja de ser tuya para ser propiedad de una empresa (la que sea: Google, Amazon, Microsoft, Salesforce, …).

El precio a pagar por esa infraestructura prestada, evidentemente, es dejar de tener el hardware distribuido y bajo control de infinitas personas para tenerlo centralizado y absolutamente bajo control de una única entidad. Se crea entonces una relación de dependencia allí donde había una relación entre iguales. Este esquema se repite no sólo en el ámbito personal, sino en el empresarial; incluso en sectores que son competencia directa de las grandes empresas de la red, como las empresas de hosting. Al fin y al cabo, ¿quién se queda un trozo de tarta si se puede quedar con la tarta entera?

Sucede, por tanto, que sin hardware distribuido la red no puede ser distribuida y por tanto no será totalmente libre. Los servidores deben estar diseminados por ahí y no en unos pocos data centers propiedad de únicamente 3 o 4 empresas que poseen la mayoría de nodos de la red. Una red distribuida necesita una lógica de hardware distribuido en la que apoyarse y de la que sustentarse. Si dejamos de pensar en clave de servidores distribuidos, la red quedará irremesiblemente bajo control de aquellos que pagan por ello. Cada euro que gastas apoya algo, y si no pagas nada por algo, no vale la pena engañarte creyendo que te pertenece. Le pertenece a aquel que pagó por ello. ¿Qué internet quieres tener dentro de 10 años?

La infraestructura como ventaja competitiva

Google es uno de los temas de moda. No como la primera vez, cuando usaba Altavista y un compañero de la facultad (¿me estará leyendo el Juanma?) me dijo que había «otro mucho mejor: "gógel", con dos "o"». No como cuando revolucionó el webmail aumentando en tres órdenes de magnitud la capacidad ofrecida por los webmails de aquel momento (y sobre esto vamos a hablar ahora). No. Google es uno de los temas de moda porque está empleando una de las estrategias más agresivas que hemos visto en internet para conseguir y mantener una posición ventajosa en la red como ninguna otra empresa ha tenido nunca en ella.

Y esa estrategia agresiva no es otra que la de utilizar la intraestructura como una ventaja competitiva. Por supuesto, no son los primeros que lo han hecho en el mundo, pero son los que se están llevando el gato al agua en la red. Enseguida paso a explicar eso que digo. Voy a intentar ser conciso para que el tema no se me alargue.

En primer lugar, aunque tengo posts bastantes viejos que versan sobre este tema (la concentración de la red y la red que se pierde en la nube), no es hasta hace un tiempo (ya bastante, este post es uno de esas reflexiones eternamente inconclusas) que comenzó a tomar forma esta idea.

Antes he hablado de la aparición de GMail. Sucedió en 2004. En aquel momento el buzón de correo promedio tenía un tamaño de unos pocos megabytes (2MB Hotmail, 5MB Terra, 10MB Lycos) y había decenas de proveedores de correo electrónico gratuito vía web. Google lanzo el «gigamail» y en cuestión de meses la inmensa mayoría de proveedores de correo desaparecieron. Fueron borrados del mapa, arrasados por el huracán G. ¿Qué había hecho Google? Proponer su vasta infraestructura como una ventaja competitiva frente a otros proveedores de webmail. Ganar una parte del mercado a base de anteponer una barrera de entrada muy elevada (y el control absoluto del público más técnico a base de proponer una aplicación bien resuelta y elegante, que por cierto no es libre).

Desde abril del 2004 a septiembre del 2008, Google no ha cesado de dar pasos en la misma dirección, un camino que les apareció virgen visto el enorme éxito cosechado con el webmail. Google se lanzó a la carrera de ofrecer aplicaciones online. Así Google te ofrece editor de texto, hoja de cálculo, o almacenamiento de imágenes y vídeos, entre las varias decenas de productos que oferta. Todos tienen en común una cosa: se apoyan en la infraestructura del gigante para reducir a la competencia. La culminación de esta estrategia llegó con Google App Engine, en la que ofrecían «computación distribuida» para todo el que quiera hospedar sus proyectos con ellos. Lo llaman la computación en nube (palabra tan gastada ya como la web 2.0) y pese a que no dudo de la capacidad técnica de Google para desarrollar un proyecto de ese tamaño, me temo que mis objeciones no son técnicas, no al menos en primera instancia. La red es lo que es (lo que a todos nos gusta, ese lugar donde encontrar cualquier cosa que buscamos desde información a música, gente afín o descargas) porque era altamente distribuida. Si Google centraliza servicios y continúa acumulando peso (por hablar en términos de ponderación matemática) dentro de la misma, la red no puede considerarse verdaderamente distribuida.

Por supuesto, y como se argumenté en su día en una conversación en el blog de Acalpixca, no estamos aún en la GoogleNet (afortunadamente). Pero, como ella apuntaba, Google gana preeminencia en casi todos los frentes de mercado de Internet y corremos el riesgo de que se convierta en un monopolio incontestable. Y si no pudiéramos acceder más que a páginas de Google, ¿quién levantaría la voz? Mejor aún: ¿te dejaría Google (y su algoritmo) acceder a esas páginas que levantasen la voz?

Ahora mismo, Google tiene decenas de miles de computadoras y un montón de datacenters repartidos por el globo para que tu busqueda sea resuelta en centésimas de segundo. ¿Para hacerte más feliz ahorrando tiempo? Decir sí a esa pregunta es dar una parte de la verdad pero obviar el resto. Lo cierto es que dándote la búsqueda en 0.04 segundos en lugar de en 0.09, Google te ahorra tiempo. También te da el doble de búsquedas por unidad de tiempo (el doble de anuncios por unidad de tiempo, el doble de clicks, el doble de pasta que se llevan). Pero lo terriblemente cierto es que al rebajar ese tiempo al máximo lo que sí consiguen es expulsar de la carrera por “ofrecer resultados rápidos” a cualquier otro competidor. ¿Tienes un buscador maravilloso? Más te vale tener cientos de miles de máquinas tirando del carro (se calcula que Google tiene todas esas computadoras)… o estarás perdido en la batalla por ofrecer buenos resultados en tiempo récord.

Alguien dirá que si la manera de expulsar al resto de competidores es mejorar los productos, ¿dónde está el problema? El problema es que una vez expulsas al resto de competidores, no existe la necesidad de invertir para mejorar los productos. Cuando no puedes ganar cuota de mercado y nadie te la puede quitar, el mayor rendimiento pasa por no mover un dedo en cambiar nada y dejar que la maquinaria permanezca en un status quo inamovible. El problema es que cuando estás sólo en el mercado, puedes imponer condiciones draconianas a los compradores/usuarios. ¿Cuántas funciones nuevas ha incluído Microsoft Office 2007 que no estuvieran ya en MS Office 2000? ¿De verdad 7 años sólo para eso?

Google ha puesto rumbo hacia la concentración de la red bajo su control. Y quizá «no tuvieran elección». Es posible que con la tecnología de búsquedas actual, Google no se pueda permitir otro tipo de estructura de red que no sea la estrictamente centralizada sobre sí mismo. Puede que sea cierto que en una red cada vez más grande, la infraestructura necesaria para conectar dos puntos de internet en el tiempo que demandamos tenga que ser enorme y controlada por una única entidad. Es la paradoja del control de internet, y sin duda alguna Google se siente cómodo en esta situación, debido al papel que le toca desempeñar: en una internet cada vez más grande, son cada vez menos los que tienen la infraestructura necesaria para conectar dos nodos cualesquiera de la red en el tiempo que le pedimos a la red.

Reivindicar la condición de intruso

«Trato de que mis poemas conversen, por eso cada vez contienen más preguntas. Y cuatro, mi orgullosa condición de intruso. Hace unos días Victor Ruiz hablaba de que la informática es una chapuza, en el sentido de que era territorio fértil para gente imaginativa y bricoleurs frente a quienes tratan de ponerlo todo en cajoncitos estancos, eso sí, muy profesionales.Yo reivindico la condición de intruso para la poesía, porque a veces sólo con una mirada intrusa pueden verse detalles de la realidad que nos tratan de ocultar o que los profesionales del ramo, en su rutina, no ven.»

Daniel Bellón, poeta, ayer en la presentación de su nuevo libro.

Me encanta esa manera de ver las cosas. Ya está bien de que los que saben nos piensen el mundo: ni los que saben de periodismo (periodistas profesionales), ni los que saben de música (productores profesionales y editores) ni los que saben de nada de nada (políticos, sin ir más lejos). Ni necesito hacer más concesiones por culpa de la crisis en nombre de una «reforma del capitalismo» que da bastante susto así estando a la espera. Ningún ministro me representa mejor que yo, ningún periodista me cuenta el mundo mejor que yo lo veo. Ningún poeta me sueña el mundo mejor que yo lo sueño.

Diréis que representarse a uno mismo, ver el mundo con los propios ojos y soñar el mundo por uno mismo requiere trabajo y tiempo. Yo estoy dispuesto a hacer el esfuerzo de representarme, de ver el mundo con mis ojos y de soñar mi mundo. El resto de opciones, honestamente, son basura.

Mi jueves gana enteros leyendo posts así.

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