Bocados de actualidad (74º)

La septuagésimo cuarta ronda de los Bocados, esa selección de lecturas que no tuve tiempo o ganas de comentar, llega con retraso, cosas del puente que acabamos de pasar. La música la pone Devendra Banhart.

  • Intrópicos y el derecho a copia privada en las bibliotecas públicas.
  • El diablo en los detalles cumple 3 años. ¡Enhorabuena!
  • Foncu y un extracto del diccionario del cinismo.
  • Arnau Fuentes y el diccionario del nacionalismo español. 9 años de trabajo de más de académicos de la lengua y otros 5000 editores para reunir las biografías de personajes tan determinantes de la grandeza de ejpaña como… Sara Montiel y Lola Flores. ¿Cuántos impuestos míos se han malgastado en eso?
  • Este jueves se presenta El capitalismo que viene en La bolsa de Madrid (conversación posterior con cóctel, pizza y champán -jias jias- incluído). Nota e invitaciones en lo de David de Ugarte.
  • Estuve fuera unos días y al volver me toca leer uno de mis blogs de cabecera, en los bocados hay dos entradas de ¿Quién vigila el vigilante?. Una sobre el fallo del maltratador al que (supuestamente) le falló la pulserita. Fallo mucho más que la pulsera. Otra en la que nos hablan de Rate your mate, el último engendro de autovigilancia distribuida en el cual te invitan a ser chivato y delator de tus colegas. Si chivas bien o tus amigos hablan bien de tí, te rebajan el seguro. Si hablan mal de tí a pasar por caja. ¿Recuerdan el caso del GPS y las penalizaciones al precio del seguro? ¿Recuerdan lo que hablamos de convertir la vida privada en producto?

Una ronda corta, no tuve mucho tiempo para leer estos días.

Privacidad y Sociedad de control en La Opinion

Hace unos días estuve entrevistándome con Nicole Cacho de La Opinión. Estuvimos conversando un buen rato y el resultado de esa conversación podemos verlo en un par de notas que ya se pueden leer en el periódico. Una relacionada más directamente con La sociedad de control y otra en la que se advierte sobre el mal uso que las mal llamadas redes sociales tienen sobre nuestra privacidad.

Al ser un medio que prioriza la edición en papel (sorprendente en estos tiempos…), es habitual que la edición impresa de la entrevista y la nota sea más completa. Espero que la nota completa sea menos catastrofista, porque en la entrevista hablamos bastante rato y di mi opinión (como siempre positiva) sobre el uso apropiado de las tecnologías que tenemos a mano. Si puedo conseguir una copia intentaré enlazarla.

Página no encontrada

Si estás viendo esto es que no hay ninguna página con la URL que nos has indicado. Puede que lo que estuvieras buscando esté relacionado con alguno de los temas más importantes que hemos tocado en esta web (como la publicación de mi primer libro, La sociedad de control).

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Otros temas que hemos tocado en la web y que puedes leer siguiendo alguno de los enlaces a continuación:

Traumas

Traumas de un linuxero en Windows. A la claustrofobia del escritorio único y la falta de exposé hay que añadir la frustración de pulsar F12 y que no suceda nada… tres veces hasta que me he dado cuenta que en XP no tienen Deskbar. ¿Cómo soportan los habituales de este sistema trabajar así?

Lo dos punto cero y la larga cola en apuros

larga cola

Es habitual leer a los gurús blogosféricos atribuir propiedades cuasi-milagrosas a todo lo que se apellide 2.0. Si es 2.0 es, casi siempre, bueno: fantástico. Diverso, genial, fácil de usar, dejará de funcionar con regularidad pero no pasa nada porque las páginas de error 404 2.0 son supercachondas. Con gatitos y demonios y ballenitas y pajaritos, sin contenido: pero muy monas.

Esos mismos gurús blogosféricos solían usar cualquier excusa para hablar de la larga cola. Ya saben, vender menos cantidades de cada vez más objetos. Aprovechar la facilidad de la red para hacer factible la conexión productor-consumidor en casos que por su escasa demanda no serían factibles ni rentables en otro contexto. Eso era antes, ya nadie habla de ello. it’s soooooo 2007.

Y sin embargo, parece que en las mal llamadas redes sociales la larga cola podría estar desvaneciéndose. Según un trabajo realizado por Szabo y Huberman, que podemos leer en arXiv (vía Ars) la popularidad final de las noticias y vídeos en redes sociales que permitan votar contenidos (utilizan para el ejemplo a Digg y a YouTube) puede predecirse a partir de la popularidad inicial y podría seguir un mecanismo del tipo los famosos se hacen aún más famosos, y no seguir la lógica de la larga cola que otorga una oportunidad de obtener atención y mercado también a los que no tienen una fama inicial o apuestan por mercados marginales. Básicamente encuentran correlación semilogarítmica entre los votos a corto y a largo plazo, de forma que se puede conocer la popularidad final conociendo la popularidad inicial (en el corto plazo).

Se sorprenden del resultado y mi pregunta es: ¿dónde está la sorpresa?

Desde el punto en que las webs están diseñadas con una mentalidad claramente rankista, ya que toda la finalidad de la página es producir una escasez de noticias/vídeos/blogs/lo-que-sea, está claro que al final van a emanar de ahí es una minoría que, una vez desarrolle mínimamente su estatus, será imparable tan sólo porque el principio regidor de estas webs es el de que los que acaparen un mínimo de atención acapararán mucha más. Y cuando ves que incluso herramientas que están bien diseñadas, como Last.fm, incurre en los errores de querer una clasificación dogmática de lo mejor del año, promocionada como el auténtico ranking que has de creerte, ignorando que la inmensa mayoría de usuarios tendrá otras preferencias y no se verá identificado con esa realidad simplificada, concebida únicamente para aumentar artificialmente el valor comercial de unos pocos productos frente al resto.

Desde el punto en que las herramientas están concebidas con filosofía participacionista, de ver la fiesta desde la barrera, es imposible que no acaben aniquilando la larga cola. Desde el punto en que las herramientas concentran el tráfico y promocionan unas noticias frente a otras para concentrarlo aún más, es imposible que prevalezca la lógica de la distribución de red que dio origen al ecosistema en el cual se comprobó que el mercado descrito por la larga cola era viable. Cuando nos postulan como lo más dospuntocero herramientas que producen una concentración de la atención 10 veces mayor que en la blogosfera, y cuando los que se benefician de esa concentración son los mismos que nos dicen que para estar in hay que abrirse un twitter o un facebook, ¿debemos hacerles caso? ¿Creeríamos al lobo que vive cuidando gallinas?

Repito: ¿Dónde está la sorpresa de que en las redes sociales se aniquile la larga cola? Las herramientas definen lo que se hará con ellas. Cuando están concebidas siguiendo lógicas concentradoras no pueden preservar los dones de las lógicas distribuidas, pensadas para actuar y tener éxito en economía abundante. La larga cola no es una excepción.

Si todo lo que las nuevas herramientas 2.0 tienen que ofrecer es una recentralización de la red y el final de las oportunidades para las minorías, ¿para qué diablos las queremos?

FALLO: Desperdicio de impuestos

FALLO gastando impuestos

Mi particular aportación a la ignominiosa campaña disciplinante y lavacerebros puesta en marcha por el Estado en la persona del ministro de cultura la SGAE, señor Molina. ¿No sabes de qué hablo? Mira el comentario al respecto en Mangas Verdes.

Sé que ya hablé de este tema el otro día de pasada, cuando comenté la última de la UE (La ley Sarkozy también nos alcanza) pero es que, tras ver el campus universitario de la UMA empapelado hasta los topes de los malditos carteles verdes en los que se desperdician mis impuestos y con los que pretenden lavarnos el cerebro, no he podido evitar hacer este montaje.

Un par de enlaces sobre el tema:

  • Si eres legal, eres legal, en Mangas Verdes.
  • Ricardo Galli también comenta un poco el dichoso decálogo emitido por Goebbels Acebes el actual ministro de cultura.
  • 10 aclaraciones, un post escrito al alimón por Sergio Carrasco, Patrick Lehmann, Miguel Ángel Mata, Javier Prenafeta y Andy Ramos.

Yo que sé, pero con el Estado colapsando la justicia (a la que no dedican fondos para así instrumentalizarla y convertirla en arma arrojadiza), feudalizando la sanidad aceptando que las nóminas las paguen empresas privadas, reduciendo los gastos en educación pública y malgastando mis impuestos en campañas para lavar cerebros, dan ganas de evadir capitales, coño.

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