Ahora que lo veo escrito, creo que quizá el post es algo largo. Si decides leer, no digas que no te he avisado…
CASH Music es un proyecto colectivo que conocí hace muchos meses por casualidad (buscando info sobre Kristin Hersh, confundadora del proyecto junto a Donita Sparks de L7) pero del que nunca llegué a hablar. CASH Music se defíne a sí mismo desde página web diciendo que que:
We are a Coalition of Artists and Stake Holders building an open source platform for the new, distributed music business. Our goal is to get powerful yet intuitive tools and services into the hands of the artists who need them so they can better reach their audiences.
Más abajo añaden que:
[CASH es] A way for audiences and creators to exchange creative perspectives and ideas. Why is this good? Because its how things are now and in our humble opinion its a change for the better.
Vale. Ya lo voy pillando. CASH es un grupo de gente que ha entendido que en Internet la discográfica es una rémora y que hay que cortocircuitarla cuanto antes. ¿Nada innovador? Posiblemente no, iniciativas parecidas a otra escala las hay muchas (en Málaga tenemos a 2beginners haciendo una labor en esa onda). Lo que me llamó la atención fue que los artistas que participan ahí son muchos bastante conocidos, incluidas las dos confundadoras (pequeñas leyendas del rock alternativo hecho por mujeres desde los años 90).
¿En qué se traduce? De momento se traduce en cosas que podemos ver en muchos otros sitios: los grupos que están asociados a CASH licencian su música con licencias parcialmente abiertas (la más usada es la CC by-nc-sa) y permiten la descarga gratuita de los temas. A cambio tienen ahí su página web y un botón de paypal para que pagues lo que quieras, en la más pura tradición del Software libre (popularizada en la música gracias a Radiohead o NIN, aunque ninguno fueran pioneros), y también una sección en la que los fans pueden subir trabajos derivados o de tributo para que otros los puedan descargar también. Dicen que van a ir más allá permitiendo que los fans tengan una influencia directa sobre las giras y demás, supongo que al más puro estilo de los Einstürzende Neubauten y su supporter project. A ver si lo hacen y cómo les queda. De momento lo que hay ya es bueno. Me quedo escuchando Speedbath de Kristin Hersh (que fue por quien descubrí CASH), un disco liberado tema a tema durante 2007-2008 y que ahora podemos descargar entero en FLAC.
A diferencia de Radiohead, Kristin Hersh y los artistas de CASH no sacan su disco a través de discográfica alguna y eso hará que pase desapercibido pues los amantes de los top sin sentido y las listas no tienen en cuenta los discos que están fuera de los circuitos convencionales.
Evidentemente, esto es deliberado. Si no me sigues el juego no te meto en las listas ni te hacemos el coro del autobombo. Lo cual es un motivo más que suficiente para odiar toda lista: todo ránking esconde detrás un interés que, generalmente, lo invalida. El leitmotiv general de los rankings y las listas es generar escasez: en otras palabras, los ranking se hacen por y para servir intereses económicos. Visto así es lógico que las listas de música popular ignoren sistemáticamente a los artistas que no bailan el agua a la industria. La pregunta es: ¿quién querría estar ahí? La respuesta es que cada vez menos artistas están ahí.
Decían el otro día que casi el 90% de la música que circula en la red no ha vendido ni una copia (no tengo ganas de buscar el enlace, pero se pudo leer en todas partes por la red). Decían que es culpa de la piratería. ¿Seguro? No, claro que no. Un disco editado por una disquera no vende ni una copia? ¿Nos toman por tontos? Claro que no es así: la realidad es bien distinta. Ese 90% de música que no ha vendido ni una copia es música que no está fluyendo por el circuito de las discográficas, es por eso por lo que no venden copias. El nuevo mundo va de otra cosa: las cosas se dan gratis y se pasa la gorra. La música se regala y se cobra la voluntad o se amortiza dando conciertos. O no se amortiza en absoluto porque quizá es tan sólo ganas de crear algo mientras uno hace otra cosa para pagar las facturas. Muchos dicen que este es el año de las discográficas. Yo digo que no. La música sobrevivirá, las disqueras perdieron la guerra.
*** Algo de info para quien la quiera: