Málaga necesita bicicletas y el ayuntamiento nos quiere multar

Veloständer en Zürich
[Veloständer en Zürich, por Duqueiros]

Málaga es, por población censada, la sexta ciudad más grande del Estado. Si contabilizamos la cantidad de población rural viviendo en la ciudad sin censar (para mantener los beneficios rurales), la población no reglada (inmigración no formalizada) y los turistas, la población de hecho de la ciudad debe estar más cerca del triple que del doble del valor del censo.

Málaga no tiene carril bici. Así de sencillo, la triste realidad de esta ciudad con mentalidad de pueblo cabe en una frase de sólo cinco palabras.

Málaga no tiene carril bici, pero sufre trombos circulatorios como toda gran ciudad, aunque seguro no tan acusados como otras urbes mucho mayores. Por eso, porque es más económico, porque es más seguro, porque es más saludable y, ¡qué coño, nuestro clima lo permite!, Málaga necesita fomentar el uso de la bicicleta como transporte urbano. Y sin embargo el ayuntamiento planea multar a las bicicletas que, aún sin disponer de carril bici habilitado, circulen por las aceras.

La realidad resulta evidente a los ojos. Para casi todos menos para el ayuntamiento. La ciudad no tiene un miserable carril bici que sirva para algo. Apenas un tramo para pasear, nunca mejor dicho, en el paseo marítimo de la zona oeste y unos 200 metros usurpados a la acera peatonal frente al hospital. Esos dos tramos no te llevan a ninguna parte porque no hay un tejido de carril bici, ni siquiera están conectados entre ellos. Son vías muertas por culpa de un mal diseño.

Pensarán ustedes que el ayuntamiento quizá está trabajando para solventar esta situación. Si es eso lo que están pensando, se equivocan. El ayuntamiento, empeñado en disciplinar y punir más que en facilitar la vida a los que aquí vivimos, no sólo no se plantea crear carriles bici de verdad (en la calzada, como en el mundo real, y no mierdas usurpadas a los peatones en las aceras), sino que ahora quiere comenzar a multar a las bicicletas que circulen por las aceras con hasta 60 euros (La Opinión).

Yo uso la bicicleta cada día. La uso para ir hasta mi trabajo. La uso para ir al centro de la ciudad. Voy por la carretera porque ir por la acera es incomodísimo (está llena de peatones a los que ir esquivando), y no creo que nunca me pongan una multa por circular por la acera. Pero me molesta que el ayuntamiento lo quiera arreglar todo a base de multas y no con soluciones reales. Conozco bastantes personas que circulan con la bicicleta por la acera. No los culpo: ir por la calzada sin carril bici no es cómodo con tanto coche loco; por descontado, tampoco es realmente seguro.

En esta ciudad de mierda gobernada por mediocres, donde todos los partidos políticos del consistorio (PP, PSOE, IU) dan la espalda a la conservación del patrimonio y quieren destruir el único rincón con encanto en la costa de la ciudad. Decía, que en esta ciudad gobernada por mediocres ya uno no se debería sorprender de que el ayuntamiento tenga para todo un parche-solución común: podemos multar. Multar al que quiera usar la calle para su propio disfrute, multar al que circule en bicicleta. Multar, multar, recaudar, recaudar.

Y la ciudad cada vez menos hecha para las personas, y más para los contribuyentes; ocio y servicios para el que los pueda pagar. Y más para los coches, y menos para transportes que nadie puede controlar. Porque Málaga no necesita uno de esos servicios «bicing», que una bicicleta vale 120 euros y para eso nos alcanza a todos: Málaga necesita darle facilidades a la bicicleta, poner carril bicis, y no perseguir su uso con multas que para nada sirven más que para gravar más aún un día a día ya de por si bastante gravado.

Pero ahí estamos, persiguiendo a las bicis y fomentando en paralelo el uso de transportes cuya externalidad (ecológica y de tiempo perdido en atascos) nos deja tuertos a todos en un ojo por ojo sin fin.

Qué asco, por todos los dioses. Qué asco de ciudad y qué asco de todo.

A la represión por los neones

Neones rosa para la represión

Nuevas técnicas antibotellón son desarrolladas constantemente. Ya sabemos que la reunión de jóvenes en entornos fuera del circuito de ocio controlado por las autoridades, es considerado por éstas como una Zona temporalmente autónoma que, según algunos, hay que eliminar. Es lo que sucede con el botellón.

En ese contexto, la instalación de neones rosa (llevada a cabo en Mansfield (Reino Unido) para ayudar al control de los grupos de adolescentes no debería sorprender a nadie. Resulta que ante las quejas de los vecinos, la policía ha decidido actuar. Y no se les ha ocurrido nada mejor que cambiar los tradicionales neones blancos por unos que emiten luz rosa (Le Monde), que destaca más el acné adolescente. Esperan, de esta forma, que los adolescentes en lugar de reunirse se vayan a esconder debajo de cama; o algo así.

Dejando de lado la utilidad (o inutilidad) de la medida, no deja de ser curioso el razonamiento policial: queremos dispersar a los jóvenes, les ponemos una luz que los avergüence, a ver si conseguimos usar sus traumas («oooohmai, cuántas espinillas tengo») jueguen a nuestro favor, o algo así.

Es como si aprueban una ley que impida beber alcohol en la calle, y si los adolescentes se reúnen sin alcohol… los dispersamos igual, como sucedió en Sevilla (aunque no encuentro el post/video en el blog de RaveN) y nos contó RaveN en su blog.

Si pusieran los mismos empeños en idear acciones constructivas, quizá viviríamos mejor. Pero eso no lo harán, y ése es el problema.

Renovación

Renovación en el blog. Es lo que tocaba ya hace mucho tiempo.

Mascota de DrupalFue en noviembre cuando actualicé a Drupal 6 con la idea no declarada (públicamente) de aprovechar de camino para cambiar el tema del blog. En los últimos 2 años (quizá más) este blog ha usado el tema por defecto en Drupal desde la versión 5 (Garland), con un logo peor que cutre que hice en 10 minutos o así. Normalmente, ésa es la atención que presto a la estética de este blog: prácticamente ninguna. Pero tenía ganas de expiar mis pecados y darle un aire diferente al blog, de una vez por todas.

Todo eso sucedió en noviembre, y ahí quedó olvidado hasta hace un mes. Hace ya un mes comenté que me ponía manos a la obra con el nuevo tema del blog, y ofrecí algunos enlaces interesantes.

En dos días hice el 99% del trabajo y luego lo dejé abandonado (una vez más). Anoche me acordé y me propuse lanzar el tema de una vez: así que lo acabé (o algo así) y hoy se puede ver ya el resultado final. Un tema clarito, bastante ligero de imágenes, con ancho fijo a tres columnas con las dos barras laterales a la derecha del texto principal. Aproveché para añadir soporte para gravatar en los comentarios.

El tema está basado en la plantilla de otro tema para Drupal (SanQReal), que tomé como base (aunque creo que no se parecen mucho), ni en los colores ni en el diseño final mismamente (SanQReal tiene ancho variable, aunque en la web del proyecto esté sin actualizar). Aunque todo el trabajo con las plantillas de Drupal y con el CSS lo he hecho yo mismo, que ya tenía experiencia con ellas, el concepto del tema y el logo son obra de Daniel Aguilar, uno de los mejores diseñadores que conozco, que captó en todo momento el toque que yo quería y sugirió (y realizó) un enfoque que me encantó desde el principio.

En todo caso, y a pesar de que lo he probado y revisado, no deja de ser un cambio en el tema del blog que puede conllevar la aparición de errores. Si ven algo fuera de su sitio o que no funcione apropiadamente, por favor avisen en los comentarios.

Y opinen también sobre el tema en sí, a mí me parece que está conseguido y que el texto negro sobre el fondo se lee sin problemas. ¿Os gusta?

Un par de capturas para la posteridad, el tema antiguo y el tema nuevo.

Captura del blog con el viejo garland.
Captura del blog con el nuevo tema.

Pueden leer más posts sobre Drupal en el blog.

¿Cuánta seguridad necesitamos?

¿Cuánta seguridad necesitamos?
¿Cuánta seguridad necesitamos?
Vota en las elecciones europeas del 7 de junio.

Esta foto fue tomada en Estocolmo el pasado finde y nos la ha enviado Sergio (que fue quien la tomó, ¡muchísimas gracias!). El cartel que podemos ver forma parte de la campaña institucional a favor del voto en las próximas elecciones europeas del 7 de junio.

Da envidia. Da mucha (mucha) envidia que allí la seguridad y las libertades sean parte coherente (y no como mero condimento de la política del miedo) del discurso político. Y los partidos políticos sólo se mueven por el interés. Lo que verdaderamente da envidia es que la seguridad y las libertades sea un tema capaz de movilizar al electorado (y de decidir su voto) en aquel país; algo tan evidente que hasta el poder parece haberse enterado.

En una Europa cada vez más totalitaria donde el estado del bienestar se tambalea, donde la institución más poderosa (sobre la que recae la iniciativa legislativa) no es elegida democráticamente, donde el p2p se utiliza como ariete para tumbar la libertad en la red, donde las comunicaciones son registradas y espiadas por cada vez más estados (entre ellos el sueco), que la campaña institucional se pregunte «¿cuánta seguridad necesitamos?» a la vez que enseña tres señales de peligro con la videocámara, la huella dactilar y un agente de policía me parece un ejercicio de reflexión sano y necesario.

En efecto, la seguridad no es algo que se pueda medir como una magnitud absoluta. La seguridad perfecta no existe (o quizá sí, pero entonces nos volvemos a la cueva y no salimos de ella en lo que nos reste de vida, si es que eso es vida). La seguridad es algo que alcanzamos tras sopesar el precio a pagar (en dinero y en libertades) por las medidas de seguridad a utilizar. Hace ya muchos años que los Estados han olvidado resolver esa ecuación, olvidándose de los costes en derechos civiles (difícilmente ponderables) y aprobando normas cada vez más restrictivas en nombre de una hipotética seguridad.

Olvidaron preguntarnos si estamos dispuestos a pagar ese precio. O quizá no lo olvidaron y lo que hicieron fue evitar la pregunta y obviar (de forma errónea) la respuesta.

Y el cartel me sigue dando envidia. Porque es un ejercicio de reflexión tan sano y a la vez tan profundamente irrealizable en mi contexto diario que da, como ya he dicho, mucha envidia.

Por lo demás, por ir terminando, y pese a que me parezca un ejercicio sanísimo, recomendable y hasta envidiable, estoy muy muy desesperanzado con la UE, sus instituciones, su falta de democracia y con el hecho de que nos estén arrebatando nuestras libertades. No creo que votar en unas elecciones que ni siquiera sirven para elegir la institución de mayor poder sirva para mucho (ni para poco). Es un timo democrático. Dicho esto, al menos me alegró que en alguna parte la seguridad y la privacidad estén en la agenda pública.

¿En qué se parece el Paquete Telecom a la LISI?

El actual debate en torno a la aprobación de las enmiendas torpedo incluidas en el «paquete telecom» y la ley Hadopi me recuerda cada vez más al sufrido durante la aprobación de la Ley para el impulso de la sociedad de la información (LISI).

Parecidos

  • En que ambas propuestas legislativas menoscaban nuestra libertad.
  • En que ambas son anti-populares, pues atacan directamente al pueblo.
  • En que ambas leyes están siendo polémica por la sucesiva inclusión/eliminación de artículos que con su aparición/eliminación hacen de la ley algo mucho más peligroso. En la LISI fue el famoso artículo 17 bis. Aquí es la enmienda 138 (ahora llamada 46). Esta enmienda fue eliminada hace unos días y hoy ha vuelto a ser incluida.
  • La LISI fue aprobada y el Paquete Telecom tiene ya todos los visos de ser aprobado. Malas noticias.

El nuevo texto del paquete telecom ha sido aprobado, y parece que ya nada impedirá que se apruebe. Aunque la inclusión de la enmienda 138/46 no va a obligar a los ejecutivos estatales a aprobar leyes que obliguen a la cooperación entre los ISP y las gestoras de derechos, el texto resultante no prohíbe estos acuerdos y abre la puerta a la aprobación de estas medidas por los diferentes estados miembros.

De esta forma, leyes como la de Sarkozy en Francia (que crea una «autoridad competente», HADOPI, fuera del control judicial) no parecen estar en peligro. No darán su brazo a torcer tan fácilmente.

Así mismo, está por ver que el ejecutivo español presidido por Zapatero no se saque de la manga un decretazo que nos deje temblando y que incendie los ánimos de la población, como vaticinan en El País.

Ninguna opción que contemple que acabemos jodidos debe ser descartada, pues ninguna parece verdaderamente sorprendente: estamos solos y el Estado, claro está, no nos representa.

Por favor, si alguien cree que he entendido mal la nota de La quadrature du net que me avise. Si el debate es la obligación de introducir los cortes o el dejarlo en la mano de los estados miembros, está claro que ya hemos perdido. Los estados miembros harán palmas si les dejan ordenar internet. No hace falta que los obliguen: desean hacerlo ya por su cuenta.

En la nota de la quadrature, dicen que internet se ha reconocido como un derecho fundamental pero a la vez que nada impedirá a las operadoras destruir la neutralidad de la red. ¿Acaso no equivale eso a filtrar el tráfico en función de lo que te estés bajando?

Yo no veo motivos para felicitarnos y sin embargo ahí parecen todos optimistas. ¿Me he perdido algo? Ideas siempre bienvenidas en los comentarios.

Actualización (el día después): Mercè Molist piensa exactamente lo mismo que yo. Da gusto saber que uno aún tiene el ojo agudo; aunque no nos guste lo que veamos con él.

¿Por qué nos gusta House?

«¿Por qué House gusta tanto? Porque es un cabrón que dice lo que a menudo nos gustaría decir, pero que a veces deja entrever un fondo diferente. En cambio, los textos escritos por mujeres que reflexionan a través de sus personajes sobre la dramática injusticia de la violencia doméstica son aburridos para quienes opinan igual y hacen segregar cantidades considerables de bilis a quienes están en contra. Si no deseas ese rechazo por parte de los lectores de tu novela, te aconsejo que dejes la doctrina y los sermones para los curas.»

David Gil, consejos para futuros novelistas (o consejos para futuros directores de cine)

David habla a futuros escritores, pero su párrafo me apareció evidente a los ojos: David ha diagnosticado el problema del cine español, que más allá de las descargas (que nadie descarga esas películas, ¡enteraros ya!) y las subvenciones, es el nefasto enfoque de los cineastas. No que no lo supiéramos, sino que salta a la vista para todo el mundo menos para los implicados (cineastas con demasiado ego para reconocer eso; políticos con demasiados intereses para evaluar la situación debidamente).

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