Deslocalizaciones y modelos productivos

«Te voy a contar un secreto, me pongo muy contento cuando me entero de una deslocalización. Personas que se morían de hambre en el Tercer Mundo van a tener trabajo, van a empezar a integrarse en un sistema económico. ¿Por qué debería ser menos solidario con los desgraciados de la India o Bangladesh que se mueren de hambre que con el tío que cobrará indemnizaciones aquí? Es el futuro del mundo lo que está en juego, la paz, la prosperidad. En cuanto al tipo que echan a la calle en Alençon, en vez de continuar cortando burdamente camisetas horribles, recibirá una formación, participará en productos que tendrán el doble de valor añadido, es la oportunidad de su vida. Vivimos en un sistema de la compasión, en el que hace falta drama por todas partes. ¿Me puedes decir por qué no se organizó una fiesta nacional el día en que se cerró la última mina? Tenemos carbón bajo los pies pero ya no hace falta enviar a pobres desgraciados seiscientos metros bajo tierra para intentar extraerlo mientras cogen la silicosis o se libran de una explosión de grisú. Es maravilloso. En vez de eso, tuvimos que soportar un discurso lacrimógeno del estilo es una parte de la historia de la clase obera que desaparece. ¡Coño, pues tanto mejor! ¿Te gustaría tener a tus hijos en el fondo de una mina? Es extraordinario vivir en un país que tiene carbón bajo sus pies y que puede prescindir de ir a buscarlo, que ya no necesita mandar a personas a arrastrarse como ratas por los túneles y a dar martillazos a algo repugnante. El mundo mejora, nos guste o no.»

Yasmina Reza, En el trineo de Schopenhauer (2006).

Poco que añadir. Ah sí, esto lo anoté hace mucho tiempo (un par de años, quizá) y no recuerdo de dónde lo saqué. Fijo que de alguno de los blogs que leo (o quizá leía entonces). Si es tu blog y me lees, manifiéstate :)

Cuando les hablen de globalizaciones piensen que el estado del bienestar lo destruyen las leyes, no las deslocalizaciones. Y piensen la de oportunidades perdidas que nos brindó la globalización y que estaban ahí, estaban ahí.

Listen Project 0.6

Listen Project, nuevo logo

Hace unos días instalé la versión la versión 0.6 de Listen Project, un gran reproductor de audio para Gnome que los asiduos ya conocen. Fue en 2006 la primera vez que hablamos de este reproductor. Hace ya más de tres años y la última versión era la 0.4. Se trata, pues, de un proyecto con ciclos de desarrollo lentos.

A simple vista los cambios estéticos no son muy grandes: la ventana se mantiene practicamente igual, hay más servidores de los que el programa descarga información como letras de canciones y se ha cambiado el icono a uno con tonos marrones, sospecho que para integrarlo mejor con los tonos pardos que utiliza Ubuntu por defecto.

Pero por debajo los cambios sí que han sido muy importantes. Y se nota desde el momento en que lo instalas: el programa gestiona mejor las bases de datos con muchos archivos de música (la mía tiene muchos discos y la versión 0.5 se atascaba al cargar nuevos archivos, ahora va más ligerito).

Sin embargo, los cambios van más allá y tenemos dos novedades interesantes:

  • El reproductor de fondo ha sido cambiado y ahora permite funcionar en modo gapless con crossfade. De un tirón quitamos los silencios entre temas y suavizamos la transición entre los mismos.
  • La nueva versión permite la utilización de complementos para añadir funciones a Listen. Esta era una de las pocas ventajas que Songbird tenía respecto a Listen cuando los comparamos hace unos meses.

La verdad es que la versión tiene ya un mesecito, pero no quise comentarla a la prisa y luego lo fui dejando. Actualmente la versión estable es la 0.6.2 y si usas Ubuntu 9.04 puedes instalarla gracias a un paquete PPA. Para ello has de añadir a tu /etc/apt/sources.list las siguientes líneas:

deb http://ppa.launchpad.net/listen-devel/ppa/ubuntu jaunty main
deb-src http://ppa.launchpad.net/listen-devel/ppa/ubuntu jaunty main

Y luego hacer los imprescindibles:

~# apt-get update && apt-get dist-upgrade

Y a disfrutar.

El derecho a leer y el portátil para los niños de primaria

Interesante el post que leemos en Obra en curso: ¿y si como bola extra al portátil (con windows) para cada alumno que comentábamos hace poco se introdujera un sistema de gestión de licencias para cada alumno que posibilitara bloquear los eBooks de estudio en caso de que el portátil sea usado por terceras personas? ¿No es ésa la distopía que Stallman nos contó hace años en El derecho a leer? La verdad, este dato ya colocaría la propuesta más en la línea dura y ultra-restrictiva que el Estado ha mantenido en materia de derechos de autor y nuevas tecnologías, así que no resulta del todo descabellado.

Uniendo el pasaporte a tu tarjeta de crédito

La cosa se pone interesante cuando en el único Estado de la UE donde aún no tienen DNI (Reino Unido), cuya introducción está levantando mucha polémica entre sus ciudadanos, el Estado va a pedir la información relativa a tarjetas de débito y crédito a todo aquel que solicite un pasaporte (Computer Weekly via Open Rights Group).

Hace tiempo Henry Porter avisó que el Estado británico pretendía aumentar el espionaje económico a sus ciudadanos gracias al DNI. Parece que ahora están interesados en saber en qué gastas todo el dinero que mueves en pagos con tarjeta. En todo caso, fuerzan con esta medida algo de lo que pretendían conseguir con la implantación del DNI.

¿Para qué querrá el Estado con tantas ganas conocer en que gastan su dinero los ciudadanos británicos? ¿Para penalizar a discreción? Suecia, Francia e incluso Reino Unido han pensado en ello en el pasado.

Un portátil (con windows) para cada niño

portátiles en el colegio

La imagen es del siempre satírico Mi mesa cojea, al hilo del estúpido plan de dar un portátil para cada alumno (sin haber pensado qué hacer con él) con el agravante de instalar en esos miles de portátiles carísimas licencias de sistemas operativos privativos, en lugar de instalar sistemas operativos libres como los que desarrollan con dinero de nuestros impuestos muchos gobiernos regionales (y pienso en Guadalinex, Linex, Molinux, …).

Es urgente conseguir que los gobiernos autonómicos (que alguien me corrija, pero creo que les compete a ellos llevar a cabo el plan) incluyan software libre en esos portátiles.

Ya que el plan va a ser inevitable, al menos que se use software libre (se desperdicia menos dinero y huimos del colonialismo corporativo respecto de Microsoft).

Bocados de Actualidad (91º)

A la caída de la tarde, en lugar de a la mañana, estamos hoy domingo recogiendo la nonagésima primera ronda de los Bocados, una reunión de anotaciones que no tuve tiempo (o ganas) de comentar entre la semana. Suena My Brightest Diamond, el tono perfecto para esperar que el domingo se vaya terminando.

  • Indarki aclara los cambios en la tarifa de la luz del próximo 1 de julio.
  • Sergio Hernando y el regreso de una vulnerabilidad del pasado.
  • Felix Haro ve claras deficiencias en la muy promocionada ley contra el spam telefónico.
  • Dos mil uno y la caída de las discográficas pequeñas en Last.fm con la introducción del servicio de pago. ¿Fue el movimiento un giro de las grandes acotando mercado?
  • La vigilanta y el enésimo fallo biométrico, éste bastante sorprendente.
  • Ars Technica y la UE multando a Suecia por no trasponer la directiva de retención de datos a su legislación estatal.

Y por ahora esto es todo.

Libro analógico no autoeditado

Ayer hablábamos sobre por qué algunos autores no vamos a estar firmando libros en El Retiro. Hacíamos también un llamamiento a todos los autores que se quieran unir y programamos un acto alternativo el finde que viene. Hoy Rinzewind pone el acento en un detalle que yo olvidé comentar: los libros autoeditados también están prohibidos en la feria del libro. La vieja industria queriendo hacer valer eso que siempre hizo: regular la agenda de temas que se tratan y amplifican en la agenda pública, así como el enfoque con que se amplifican. Cada minuto me alegro más de no estar allí.

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