Sabes que estás hablando con un euronacionalista cuando tu interlocutor:
- se vanagloria de vivir en una sociedad más civilizada, tolerante y justa que la de los EE.UU., aunque en la mayoría de los casos no fueron nunca o estuvieron sólo de turismo, aunque conozcan de EE.UU. sólo lo que los medios les muestran. Está claro que en la mayoría de estados europeos no hay pena de muerte (y es algo importante), pero pare usted de contar. Ni más tolerancia ni más civilización ni más de nada.
- se queja de que los EE.UU. están llenos de armas y que en Europa hay menos armas que en EE.UU., siendo por tanto menor la probabilidad de que te disparen. Columbine como icono; poco importa que los hechos no parezcan darles la razón. El número de hijos-de-puta-con-pistola por metro cuadrado es una constante universal.
- se obcecará en que, para colmo, si te disparan te atenderán en un hospital público. Sí bueno, y mi abuelo pirotécnico. En todo caso, si les disparan en Holanda más vale que tengan seguro privado (o una VISA que soporte bien los apretones). Otros Estados europeos te exigen el pago de una cuota adicional si uno quiere tener sanidad algo más que básica.
- insiste en que Europa es mucho más pacífica y tolerante que EE.UU., que en Europa primero se negocia y luego se hacen las guerras. Que EE.UU. invade países y Europa no. Seguramente han olvidado los Balcanes, y las dos guerras mundiales, y las centenarias guerras, rivalidades y odios entre Estados-nación europeos. Los millones de muertos enterrados en fosas comunes a lo largo del continente. Los miles de soldados europeos que se pasean por áfrica luchando en guerras de las que no hablan en la tele para defender intereses de los que tampoco habla nadie.
Y poco importa la vaguedad del uso del término Europa, empleado para designar un montón de cosas diferentes. ¿Qué es Europa? ¿Un continente? ¿El conjunto de estados-nación (unos 40) de ese continente? ¿La Unión Europea (un conjunto aún más reducido de esos estados-nación)? ¿La zona euro quizá? ¿La ciudadanía europea?
Pero Europa sigue molando más. Europa (aunque esto signifique hasta 5 cosas diferentes) sigue siendo más civilizada. Sí. Y racista. Europa aprobó la directiva de la vergüenza. Y vemos el rechazo al inmigrante aunque éste acceda a trabajar duro a cambio de menos dinero (siendo la diferencia salarial existente la responsable de que algunos pueblos «aquejados» de inmigración tengan algunas de las renta per cápita más altas. Recuerden El Ejido, en Almería, un pueblo rico en una provincia pobre incluso dentro de los estándares andaluces -a su vez, una de las regiones más pobres).
Algunos de esos Estados europeos, como el Reino Unido, tienen leyes que permiten retener a personas sin cargos hasta 42 días. ¡42 días! Sin cargos, sólo sospechas. Como Guantánamo, pero en la UE. La misma Europa (signifique lo que signifique) que no salvaguarda la mínima libertad a la intimidad (recogida en la declaración universal de los derechos humanos) y espía tus comunicaciones. La misma Europa que, en las vísperas de una sociedad digital completa donde todo (comunicaciones, compras, información, ocio) acabará sucediendo a través de la red acaba de destruir lo único que garantizaba la libertad en la red: la neutralidad, mediante la aprobación del paquete telecom esta misma semana.
Cuando todos esos argumentos desmitificadores no hacen mella en tu interlocutor, sabes que estás hablando con un euronacionalista, alguien que, por encima de todo, cree que Europa es mejor porque él nació aquí. Y la autocrítica que la hagan los otros. Cuando te das cuenta de eso sabes que la conversación no será fácil y que sólo raramente se sacará alguna conclusión provechosa. Con los creyentes es muy difícil argumentar.
Y ojo, que aunque la gente no acuda a votar en las elecciones europeas (nada sorprendente, visto que lo que elegimos es un circo que no tiene poder ni iniciativa legislativa ni que elegirá al presidente), aunque la gente se la pase discutiendo sobre otros temas y hable poco de Europa, el euronacionalismo campa más libre de lo que podría pensarse en una primera reflexión. Hagan el esfuerzo de pensar en ello la próxima vez que alguien les hable de EE.UU. y de la UE.
Y a mí me gusta no tener que pasar por aduanas para ir de un lugar a otro, el concepto de Europa como sitio por el que pasearte sin mostrar a nadie mi pasaporte y, según a dónde viaje uno, sin cambiar de divisa me gusta (creo que a todos). Pero hay una diferencia entre eso y pensar que la divinidad se materializó sobre el continente, dejando la inmundicia para el resto del mundo. Es la asunción de que inevitablemente va a ser mejor si es europeo lo que me irrita. El euronacionalismo, como todos los nacionalismos, ciega y prejuzga.
La siguiente vez que alguien me espete un topicazo sobre lo genial que es Europa y lo decadentes que son los iu-es-ei, creo que le pasaré directamente el enlace a este post y le preguntaré si nunca pensó que las cosas podrían hacerse mejor.