En todas partes habrán podido leer estos días acerca de cómo Amazon decidió borrar de forma remota a todos sus clientes dos libros debido a que el editor con el que Amazon tenía el acuerdo de comercialización quiso cambiar las condiciones. Los libros en concreto eran de George Orwell, crítico escritor cuyas obras más reconocidas son dos alegatos anti-totalitaristas: Rebelión en la granja y 1984 (de cuya publicación, por cierto, se cumplieron recientemente 60 años). Esta última inspira y ha inspirado a todos los que en algún modo ven cómo desde el poder no se vislumbran las tecnologías como una herramienta que debe apoderar a los ciudadanos sino como una fuerza de control.
La noticia tiene unos días y ya salió antes includo de un pequeño viaje que he realizado, pero no tuve tiempo de comentarla. Si quieren algunas referencias al respecto les dejo con Antonio Ortiz, el aviso breve de David de Ugarte, la reflexión de Jomra o el enlace a Rebelión que nos pasó Darío en un comentario al post anterior.
Se ha armado un gran escándalo con opiniones por todas partes que denuncian la actitud prepotente de Amazon borrando remotamente a sus clientes algo que habían pagado, de si pone a los editores por encima de los clientes y otras críticas en la línea «Amazon malo».
Amazon malo. Y tienen razón, pero ¿es eso nuevo? ¿Acaso no lo sabían ya antes de pagar por esos libros? Hagan algo de autocrítica, por favor. Mi artículo del 20 de noviembre de 2007 sobre el Kindle de Amazon se titulaba Amazon, Kindle, DRM y el derecho a leer.
De ese artículo me autocito lo siguiente:
Por eso me llama la atención que haya quien se lance a aplaudir el nuevo juguete de Amazon. Un lector de libros electrónicos con el que más que comprar libros, los licencias.
…
Conmigo que no cuenten, a mi me gusta cambiar libros con mis amigos. Y compro más de los que puedo leer, pero al menos puedo hacer con ellos lo que quiero, no lo que Amazon no me prohíba hacer.
Repito: esto se veía venir, y los que se pararon a pensar o leyeron en los sitios adecuados ya lo sabían.
Quiero decir:
Está claro que el resultado de la inclusión de DRM es siempre muy predecible, a estas alturas todos lo deberíamos saber. Así que si quieren repetir la historia, adelante. No soy yo quién para decirles que no. Pero luego no llamen a las buaaaambulancias cuando Amazon les borre los libros de forma remota.
La primera vez que te engañan es culpa del que miente, la enésima vez que pagar por contenidos con DRM sale mal para el que paga, la culpa es del que paga. Cada euro que gastas apoya algo, ¿sabes bien qué estás apoyando? Yo recomendaría no pagar por contenidos con DRM, pero si alguien quiere hacerlo pues que lo haga pero, cuando todo salga mal, que no digan que no lo sabían.