La ciencia del miedo

The science of fear, de Daniel Gardner

Cualquiera que haya leído este blog el tiempo suficiente sabe que tanto como a analizar el riesgo que para nuestras libertades supone la gestión de la vida pública desde lo que podemos llamar políticas del miedo (1, 2, 3, 4, 5), hemos dedicado más de una reflexión a considerar por qué tienen éxito (algo sobre lo que incide el libro que del que voy a hablar en este post), e incluso hemos mencionado cosas que podemos hacer para alejarnos del estrés impuesto por una clase política y unos medios de comunicación que se alimentan del miedo que generan (1, 2, 3).

Por supuesto, no sólo los políticos (y sus ansias de poder) y los medios de comunicación (y sus ansias de cuota de pantalla/ventas) están detrás de la irritante exageración que reciben los mensajes del miedo, sino que hay mucha más gente acechando: son aquellos que pretenden convertir nuestra vida privada en producto de venta.

The Science of Fear (que tiene como subtítulo Why we fear the things we shouldn’t and put ourselves in greater danger) es un libro de Daniel Gardner que he estado leyendo recientemente y que, ciertamente, creo que es una de las mejores lecturas que he hecho en muchos meses. El libro analiza el modo en que gestionamos la información que recibimos, cuando se trata de evaluar riesgos. Apoyándose en un buen número de estudios psicológicos desarrollados en las últimas décadas, Gardner desglosa una serie de amenazas sobre las que a menudo se habla demasiado y evalúa cómo de buena es nuestra percepción del riesgo, en base a lo acertada que es la respuesta social a dicha amenaza.

Del impacto de un asteroide (que, curiosamente, es casi el único riesgo altamente improbable para el que estadísticamente y en base a los costes se recomienda prestar medios y solucionar) a una hipotética situación en la que bandas terroristas tendrían armas nucleares, pasando por peligros mucho menos peliculescos pero más importantes como el cáncer, la incidencia de productos químicos en nuestra salud, o cómo se relacionan las tasas de crimen con la percepción de peligrosidad que tenemos a menudo, el libro no deja casi ninguna de las inquietudes habituales sin tocar y las conclusiones que arroja son, en mi opinión, sorprendentes, instructivas y alentadoras.

Un libro recomendable aunque, eso sí, el libro está en inglés (y sé que a algunos esto los mantendrá alejados del mismo) y lo más cerca que lo he visto ha sido en Amazon UK (yo lo pillé hace ya tiempo, en una oferta muy buena a Amazon US). De hecho, The science of fear es el nombre de la edición norteamericana, en otros países ha sido editado como Risk: the science and politics of fear. Se ve que, a los editores estadounidenses, eso de ver la frase «política del miedo» en el nombre de un libro no les hizo gracia.

Corrupción de menores

«Durante los dos últimos siglos, la biología y la teoría evolucionista han producido simultáneamente organismos modernos como objetos de conocimiento y reducido la línea que separa a los humanos de los animales a un débil trazo dibujado de nuevo en la lucha ideológica de las disputas profesionales entre la vida y la ciencia social. Dentro de este contexto, la enseñanza del creacionismo cristiano debería ser considerada y combatida como una forma de corrupción de menores

Donna Haraway, Manifiesto ciborg

Bocados de Actualidad (97º)

Una semana más estamos aquí con una ronda de lecturas y noticias que no pudimos (o no quisimos) comentar durante la semana. La nonagésimo séptima ronda de los Bocados viene a ritmo de un clásico: el The fourth dimension de los suecos Hypocrisy.

  • Punto Geek destaca algunas extensiones para OpenOffice.
  • Miguel Almeida y el mercado negro de contraseñas de Webmail. Si Pere habló de reducir el spam usando tu propio dominio, ¿qué debemos decir ahora de usar un cliente especializado como Thunderbird en lugar del navegador?
  • ¿Quien vigila al vigilante? y la (ya no petición sino) disculpa pública del gobierno británico a Alan Turing.
  • Rinzewind y cómo las medicinas alternativas hacen daño a la gente.
  • Sergio Hernando y la carta de la FSF a las grandes empresas de Fortune 500.
  • Julen y el Anboto, un sitio que me apunto desde ya para subir a dar pedales en cuanto pueda.
  • ¡Xkcd anuncia un libro con sus tiras! ¡Lo quiero!

Un clásico de la política

«El objetivo completo de la práctica política es mantener a la población alarmada (y así conseguir que clame por ser salvada) amenazándola con una serie inacabable de duendes malvados, todos ellos imaginarios.»

H.L. Mencken, en 1920
(citado por Daniel Gardner en The science of fear, un libro del que pronto hablaré más tranquilamente)

Está claro que la política del miedo (terrorismo, en esencia, pues no persigue otra cosa que dominación a través del miedo) es vieja, muy vieja.

Lo graban por nuestro bien

Nosotros quejándonos de que el Estado apruebe leyes tan nefastas como la retención de datos de las telecomunicaciones y resulta que lo hacen por nuestro bien. Aunque disiento en lo de gratis, claro: el registro y almacenamiento de todas esas comunicaciones tiene unos costes mastodónticos que se podrían emplear en otra cosa, algo que no pisotee nuestros derechos para crear una falsa sensación de seguridad.

Supongo que la única alternativa es tomárse todo el tema de la retención de datos con algo de ironia (a veces pienso si no es divertido que tomarse algo con ironía sea lo contrario a tomárselo a jierro).

En fin, hay cosas que conviene no olvidar. El continuo registro de nuestras comunicaciones es uno de ello y está bien tenerlo presente, incluso de forma divertida como ahora.

Bocados de Actualidad (96º)

La sección fija menos fija de la historia de la blogosfera vuelve esta semana, con el comienzo de la nueva temporada, cargadita de lecturas interesantes. Como muchos andaréis de regreso inevitable al salón de casa, espero que esta dosis de Bocados de actualidad, la nonagésima sexta, sea de provecho. Viene acompañada de la música de Bee and Flower, una banda a la que estoy dando una oportunidad estos días y que me parece más que interesante, para los que no la conozcáis.

  • Popular Science y una cámara digital completamente controlada con software libre.
  • Arsenio Escolar y los ayuntamientos como responsables de la manipulación de precios de combustibles.
  • Joanna y Apple ignorando la firma de los ejecutables que instalas. ¿Más seguro que Microsoft? Apple, por cierto, ha sacado un nuevo sistema operativo (y ha vuelto a cobrar por él), pero hay quien piensa que le han cobrado por un service pack.
  • Write only mode y una mala tendencia en nuevas fuentes del derecho.
  • Microsiervos se hace eco de la campaña para la disculpa oficial a Alan Turing.
  • Pere y la dificultad a la hora de no utilizar servicios cerrados que no queremos usar.
  • ¿Quién vigila al vigilante? y la Generalitat contando los latidos que hay en el interior del coche para contar pasajeros.
  • David de Ugarte y la brecha moral que se abre tras la crisis.
  • Wired y nuestra privacidad asaltada gracias a las cookies de Flash, que los navegadores no suelen borrar.
  • A desalambrar y cómo un intérprete puede causar un incidente diplomático y de esguridad.
  • Schneier y la (in)seguridad de esos candados que te venden, como una ventaja, el poder ser activados desde internet.
  • Astillero y una visualización de las alarmas mediáticas y de las víctimas que provocaron. Cuando menos para volver a leer aquello de que no debemos leer más los periódicos.
  • David y ¿QVAV? hablaron de Vanish, para obligar a la red a olvidar eso que no quiera olvidar.
  • Pere y cómo usar una dirección de correo fuera de los grandes servidores hace disminuir tu spam.
  • Error 500 y el PP proponiendo la prohibición del uso de internet a menores de edad. De locos.
  • Para cerrar, un divertidísimo post en el blag de Xkcd acerca de la vulneración del protocolo de ocupación de urinarios.

Esto es todo, mañana más y mejor.

El motivo real para insistir tanto con la nube

«Los medios especializados en tecnología están llenos de gente que quiere contarte cómo de sorprendente va a ser tu vida cuando todo se mude a «la nube» -esto es, cuando todo tu almacenamiento importante, procesamiento y otras necesidades sean llevadas a cabo por vastas instalaciones dirigidas por profesionales.

Aquí hay algo que no verás comentado, sin embargo: el mayor atractivo de «la nube» para inversores y emprendedores es la idea de hacer dinero de ti, de forma recurrente y perpetua, por algo que actualmente consigues por una tarifa plana o de forma completamente gratuita sin necesidad de renunciar a tu dinero ni a la privacidad que las compañías de «la nube» esperan convertir en fortunas.»

Cory Doctorow, en The Guardian (via Ars)

Sobre «nubes» hablamos de vez en cuando, sobre infraestructura, sobre cómo afecta a la arquitectura distribuida de la red misma, sobre cómo pretenden convertir tu vida privada en producto que hará ricos a algunos a expensas de tus derechos irrenunciables (como la privacidad). Sobre cómo empresas como Canonical, teóricamente abanderadas del software libre, también tambien pretenden comerciar con tus datos.

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