Bocados de Actualidad (107º)

Y aquí estamos de nuevo, otro domingo de primavera más, con una pequeña lista de enlaces que no tuvimos tiempo (o ganas) de comentar. La nueva ronda de los Bocados, la centésima séptima, llega acompañada del último disco de Melissa auf der Maur, que realmente estoy quemando estos días. Antes de distraeros más, os dejo con los enlaces.

  • ¿Hay sitio para medios hiperlocales? Luis de Red Somos explica porqué sí.
  • Latoc.info y cómo los EE.UU. plantean usar la legalización de la marihuana como modo de influencia geopolítica.
  • Rinzewind comenta Living stories, un software liberado por Google que facilita el trabajo de hemeroteca y que los periódicos no se han puesto a utilizar.
  • David de Ugarte explica en la pirámide del compromiso porqué muchas campañas con grandes cifras se traducen en resultados de relevancia menor de la esperada a tenor de las cifras.
  • Oracle cierra OpenSolaris, lo cuenta La pastilla roja.
  • Pululante y el reparto de la SGAE. Acojonante.
  • Samuel Parra describe una irregularidad en el sistema de consulta web de puntos del carnet de conducir, aunque la DGT parece no tener prisa por cambiarlo.
  • Miguel Almeida comenta Buck Security para Linux.

Y esto es todo por hoy, mañana más y mejor sobre los temas de siempre.

Rescatando los viejos porqués

Cada vez con más frecuencia veo reflejados en diversos blogs que voy leyendo los temores a que algunas empresas consigan deformar la estructura de la red de una forma tal que su estructura libre, distribuida y, por tanto, resiliente ante los intentos de control se vea dañada.

Hoy mismo leo a Antonio Cambronero afirmar en en Blogpocket que:

«350 millones de usuarios se dieron de alta en Facebook creyendo que sus datos solo se podrían compartir con su grupo de confianza. Sin embargo, el cambio en las políticas de privacidad, siguiendo la máxima de Mark Zuckerberg (“La Edad de la Privacidad ha terminado“), pone en evidencia el conflicto de intereses entre usuarios y administradores de las redes sociales.»

El mismo Antonio, pero en un post en Weblog Magazine (aplicaciones que dan miedo), pone el foco en lo más espinoso del asunto:

«a lo que hay que tener miedo es a una Red centralizada y no neutral»

Está claro que algunas empresas seguirán luchando por imponer una estructura centralizada en la red (desarrollando aplicaciones web que recurren a centralizar nuestra actividad web, que de esta forma pasa de forma casi inevitable por sus servidores). Esto lo harán utilizando su talonario y la infraestructura que con él pueden comprar como ventaja competitiva. Es ahí donde debemos resistir poniendo de nuestra parte.

El viejo mantra que tantas veces hemos repetido en este blog («Toda arquitectura de la información sustenta una estructura de poder») encuentra en los problemas de la internet actual una justificación y respuesta presente. Una red distribuida conlleva un poder mejor repartido. Y no parece sencillo afirmar que uno está en contra de que el poder esté mejor repartido sin que lo tomen por loco o por tirano.

Quizá por esto los viejos porqués acerca del no-uso de ciertos servicios «2.0» siguen estando vigentes. Vale la pena gastar algo más de tiempo teniendo tu propio blog, tu propio fotolog, tu propio mail fuera de los servidores de siempre… y así toda una reducida pero importante lista de aplicaciones web y herramientas que usamos con rutina sin pararnos demasiado a pensar en cómo podríamos hacerlo mejor.

Punset acerca del control de la red

Un buen apunte de Punset.

«Estas ansias de impulsarla [la publicidad y otros servicios en la red] creará en algunos de nosotros la tentación de controlarla. Y hemos intentado controlar primero a las mujeres, luego a los hijos, […], y nos pasa lo mismo con los animales. Yo espero que no nos pase lo mismo con internet.»

Eduard Punset, enseñando a Sinde a pensar en el bien general en menos de 3 minutos.

Desde luego, el tema del control de la red no es algo de lo que no se haya hablado muchísimo en este blog.

So long, and thanks for all the lasers

Marzo de 2010 ha sido el mes en el que menos se ha escrito en este blog (7 posts contando éste) desde el día en que se abrió, allá por 2005. Bueno, eso descontando el mes que tardé en tener internet cuando llegué a Alemania para trabajar allí durante un tiempo. Este mes ha sido diferente porque este mes tenía acceso a la red. Anteriormente, febrero había rebajado ese récord, lo que hace además una combinación de dos meses consecutivos con poca actividad.

Esto ha sido así porque estos últimos meses he estado dando el impulso final a una labor que me ha ocupado durante los últimos años: la realización de una tesis doctoral en química láser, algo de lo que casi nunca he hablado por aquí pero que alguna vez salió a relucir (era más visible con el primigenio tagline de este blog). Una tarea sobre la que al final tengo muchas sensaciones mezcladas pero sobre la que algunas de las más relevantes están vinculadas con la motivación necesaria para llevar a buen cabo las cosas que hacemos desde bien temprano por la mañana y cómo eso va a determinar la cantidad de disfrute que extraigamos de nuestra principal actividad diaria (que no es dormir, sino trabajar).

Ahora que he finalizado eso que me ha ocupado, espero tener más tiempo para bloguear por aquí; si no lo hiciera no será porque no haya cosas que comentar. así que tan sólo denme unos días para ir recuperando el ritmo. Si todo va bien, habrá cosas que contar. No será por falta de ganas de darle a las teclas, así que más pronto que tarde irán apareciendo los posts.

Un año del primer EEDE

Estos días se cumple el primer aniversario desde el I Encuentro de emprendedores y empresas sobre democracia económica, que se celebró en Madrid y en el que me colé siendo casi el único (junto a Manuel Pancorbo, honrosas excepciones) que no tenía su propia S.A. o cooperativa. Desde el año pasado a éste, el tema ha cogido relevancia y ganado protagonismo mediático. María hacía recuento de todo ello hace unos días a la par que concluía si, como respuesta a ese protagonismo y la robustez demostrada por el modelo cooperativo no va siendo hora ya de organizar un segundo encuentro en el que seguir apuntando y tomando notas sobre el camino a seguir. Parece buena idea.

Hoy se aprueba la ley de economía sostenible

Hoy se aprueba la Ley de Economía Sostenible que llevará la propiedad intelectual ante la Audiencia Nacional, también conocida como La ley para pagar a los que nos sostienen, que desencadenó una respuesta rápida, contundente y emocionante como consecuencia a la oposición popular a la ley.

Lo he visto en 20minutos gracias a los amigos tetraédricos, que no bajan la guardia.

Tiene gracia que una de las leyes más impopulares y contra la que la oposición ciudadana ha sido más clara y decidida se tramite justamente en un fin de semana en que la mitad del país está de puente. Las carencias de transparencia y las malas artes del ejecutivo escondiendo estas cosas entre las fiestas y la operación salida (que con seguridad se llevará los titulares) me parece terrible.

Hay quien se refiere a esta reforma como Ley Sinde, pero la actual ministra de cultura ha promovido tantas leyes impopulares e injustas que yo dudo a cuál habría que llamar ley Sinde –a menos que les añadamos un ordinal a la cola.

Cuando todo pende de una base de datos

«Pero conviene recordar que cuando algo existe en la Nube, por mas que podamos disfrutarlo fácilmente hoy, depende de unos equipos y unas instituciones, públicas o privadas, a las que puede dejar de interesarles…»

Jose Antonio Millán comenta unas Pérdidas muy posibles.

Unan ese factor al que hemos comentado otras veces sobre el porqué del interés de muchas instituciones privadas en impulsar la computación centrada en sus servidores. (Muchas veces la mal llamada nube no es tal –descentralizada y redundante– sino una simple aplicación web.) y descubrirán cómo este afán centralizador debilita la estructura distribuida y robusta de la red.

*** Relacionado: estos días he leído alguna nota sobre servicios de música en streaming, esté yo dispuesto –o no– a pagar, la mayoría de esos no ofertan la música que me gusta oir, así que no dejo de pensar en que nadie nos ha preguntado si queremos streaming. El problema es el mismo que JAMillán comenta al hilo de esta biblioteca sobre historia del arte.

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