Wal-Mart añadirá etiquetas RFID a artículos individuales

Wal-Mart va a añadir una etiqueta RFID a cada artículo individual que venda. Ya fueron los primeros en empujar enormemente la implantación de esta tecnología cuando se negaron a comprar artículos a proveedores que no utilizaran estas etiquetas para marcar los palés, con toda seguridad este movimiento servirá para extender esta tecnología (la llamen como la llamen) aún un poco más. Si el etiquetado de palés tiene una justificación en la optimización de la gestión de stocks en almacenes enormes donde es fácil que se extravíen, etiquetar cada artículo individual no ayuda a la gestión de stocks, la justificación hay que buscarla en el seguimiento de personas con fines comerciales.

Saber qué hacemos en verdadero tiempo real

captura de pantalla, Intel

¿Se imaginan saber lo que hacen sus amigos en tiempo real? No me refiero a que ellos twitteen o pongan en facebook cada 15 minutos qué están haciendo, sino a saber en verdadero tiempo real qué están haciendo nuestros contactos.

La propuesta la hace Intel, con un software que, instalado en su teléfono móvil, es capaz de transmitir, de forma automática y sin necesidad de intervención del usuario, dónde se encuentra una persona y qué está haciendo ¿Qué hace tu amigo? ¿Anda, corre, se sienta, habla por teléfono, baila, escribe un mail?

Estoy seguro que un montón de publicistas pagarán para que esta aplicación venga activada por defecto (o para que no pueda desactivarse). Nos dirán que sirve como medida de seguridad antirrobo, no seáis mal pensados.

Una última duda que me nace es si podrá hacerse correr ese software sin conocimiento del usuario. O que, aún teniendo conocimiento, el usuario no pueda desactivarlo porque no tenga control sobre el software. Si fuera así, estoy seguro que hay un montón de personas deseando echarle el guante por el bien ajeno. Es que hay personas muy desprendidas.

Más de doce mil millones al año

Leemos en Portaltic:

Actualmente el gasto de los gobiernos europeos en software asciende a 12.153 millones de euros anuales, lo que supone el 19% de todo el software adquirido en el continente, según datos de IDC.

Nos comentan cada día la necesidad de hacer recortes de gasto público, aunque personas con tanto criterio como Krugman pongan la voz de alarma cada vez que hablan de austeridad y recortes.

¿De verdad quieren hacer recortes a pesar de todo? Más de doce mil millones de euros al año es muchísimo dinero. El gasto de la administración en software cada año es una buena partida de la que recortar gastos sin mayores daños, si decidieran usar software libre.

Representa, además, una buena oportunidad para implantar, aunque sea con años de retraso, los estándares abiertos y el software libre en la administración. Es éste un debate que en Iberoamérica está en todo lo alto, ¿Europa cerrará los ojos una vez más?

La política de licencias de MeeGo

Ayer día 22 se presentó MeeGo en la OSCon 2010, en la web de MeeGo tenemos acceso a las diapositivas de la presentación [pdf].

Lo que más me ha llamado la atención de esas diapositivas es que no hay ni una sóla mención a la licencia GPL. En la web de MeeGo encontramos una sección dedicada a esta política de licencias que arroja algo de luz al respecto:

In general, the software in official MeeGo Reference User Experience subsystems must be under some permissive OSI compatible license. Permissive licenses are BSD-style licenses which do not mandate code modifications to be open sourced (see: http://en.wikipedia.org/wiki/Permissive_free_software_license). There are two exceptions to this policy, though. Firstly, libraries which extend the MeeGo Operating System API, aiming to provide adaptation to the particular usage model or device segment, should be licensed under the same license with the underlying API they extend. Use of copyleft library licenses like GNU LGPL version 2.x is encouraged.

La clave es la primera frase: under some permissive OSI compatible license. La GPL no es compatible con las licencias blandas (por ej. BSD, Apache) porque un software liberado mediante GPL no puede ser cerrado (como sí lo puede ser uno bajo licencias blandas), y eso elimina el interés de los intermediarios (en el mundo móvil, principalmente las operadoras). Licencias diferentes a esa sólo cuando sea necesario: para respetar APIs ajenas o para respetar (por imperativo legal) la GPL.

Este modelo ya lo he visto antes: es el de Android. Y si en Intel o Nokia creen que van a desbancar a Google limitándose a replicar el modelo de Android, sin ofrecer valor añadido a la comunidad, tienen un problema importante.

De lo desolador que resulta ver cómo ningún sistema operativo para móviles bajo GPL logra hacerse un hueco prefiero no opinar.

Rapidshare no deberá filtrar en Alemania

Hace algo más de un año, un juzgado alemán obligó a Rapidshare a borrar miles de archivos de sus servidores. Ahora sabemos que una corte de Düsseldorf absuelve a Rapidshare, que no tendrá que filtrar las búsquedas ni los archivos que aloja. A pesar de esto, y aunque ya no esté de moda y no sea cool, sigo pensando que el futuro de la compartición de información es el p2p y no estos servicios centralizados, y eso incluye todo tipo de datos.

Android y las vestiduras rasgadas

Últimamente veo cómo muchas personas se rasgan las vestiduras porque su teléfono Android viene cargado con software que no puede ser eliminado o que es de pago más allá del trial. En ese punto a mí no me importa si es Apple o el operador quien decide qué software me impone. El problema es que me alguien, quien sea, me impondrá un software. Al no ser un proyecto soportado por la comunidad, el intermediario (en este caso, los operadores) son los grandes beneficiarios de la licencia permisiva con la que Google libera el sistema. Los que se rasgan las vestiduras deberían ahora entender porqué muchos suspiramos por que MeeGo levante el vuelo: porque si quieres un móvil libre, ambos iOS y Android te suponen, en demasiados aspectos, un dolor de cabeza.

Active Denial System en Afganistán

Mientras estudiaba en la Universidad, siempre me hizo mucha gracia la forma algo socarrona con la que uno de los profesores que tuve nos decía alegremente que «nada le venía mejor a la ciencia que una buena guerra». Justificaba su afirmación con una retahila de tecnologías que habían sido desarrolladas por, para o durante alguna guerra.

No dejo de acordarme de esta afirmación –no de la primera sobre los beneficios, sino la segunda sobre el origen– cada vez que observo algunas de las ocurrentes tecnologías que se van desarrollando y cuyo surgimiento está vinculado, invariablemente, a la investigación militar. (Cosa bastante lógica, pues a ella se destina una gran parte de los fondos para investigación que los Estados gastan cada año.)

Raytheon, cañón de calor
[Infografía: US Military / Raytheon]

Lo que me ha llevado a escribir este post en cuestión es ver cómo en el último mes he visto algunas noticias sobre un proyecto sobre el que no había leído en bastante tiempo: el Active Denial System (por aquí lo mencionamos tangencialmente en unos Bocados en febrero de 2007, no volvimos a hablar de ello). Este ADS consiste en un cañón capaz de disparar un haz coherente de milimétricas (radiación electromagnética con longitud de onda del orden de milímetros). Esta radiación, menos energética incluso que las microondas que nos son tan familiares (móvil, cocina) no producen una herida grave al estilo que lo haría un disparo láser convencional (ejemplo clásico de haz coherente de radiación electromagnética), pero generan el calor suficiente para que el objetivo tenga sensación de estarse quemando, al penetrar levemente hasta la epidermis. Es esta sensación de quemazón la que distrae al enemigo, que es el efecto deseado: reducir su capacidad de respuesta. Se trata, por tanto, de un arma con un carácter letal menos marcado que otras: es un arma que juega más a atacar lo que el cerebro siente y, en consecuencia, cómo reacciona al ataque.

Según la nota al respecto de esta pain gun (NdT. cañón de dolor) que aparece en la web de la BBC (via Engadget) el arma está ya en Afganistán, algo que confirmaron desde Wired en su Danger Room al tiempo que recogen la declaración de un militar estadounidense según la cual, a pesar de tener las armas sobre el terreno, ese ejército aún no ha decidido si las usará.

Se use o no este tipo de armas en Afganistán, el avance en este campo es evidente y supongo que es cuestión de tiempo que este tipo de dispositivos acaben operando primero en conflictos armados y, posteriormente, como parte de todo el abanico de tecnologías de control de multitudes: desde las tradicionales furgonas con chorros de agua a las que emiten pitidos y, porqué no muy pronto, molestos chorros de calor, añadiéndose a otras tecnologías como la videovigilancia, que fue originalmente aplicada a la población reclusa.

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