Esquizofrenia nacionalista boliviana

Potosí, Bolivia La nueva constitución boliviana reconoce treinta y seis naciones culturales o étnicas, de las que se es al nacer, más una nacionalidad cajón de sastre a la que uno puede adscribirse libremente. La consecuencia de las diferentes ofensivas nacionalistas en Bolivia está siendo, como en otras partes del mundo, un reguero de visiones raciales que dificultan la integración y la cooperación. Al ser las 36 primeras son todas de carácter indígena/campesino, la mayoría de los ciudadanos –mestizos o blancos, que viven en ciudades– pueden ser bolivianos, pero les queda la consciencia de ser «lo que sobraba». La división queda patente si nos movemos al otro lado: en Potosí el conflicto se agrava día a día, cientos de personas en huelga de hambre, organizadas como guerrilla urbana para impedir la entrada al ejército que intenta el rescate de los turistas atrapados en la ciudad.

En los medios

Hoy se puede leer en el El País un especial sobre neutralidad de la red. En él David y yo, en nombre de Las Indias, firmamos una pieza. Se titula Una pésima idea, se puede leer aquí en la versión online, pero también aparece en la edición en papel de hoy :)

Quiso la casualidad que escribiéramos el artículo sin conocimiento del escandaloso movimiento entre Google/Verizon, que se anunciaría unas horas después, y sobre el que todo desmentido parecen excusas baratas. Hablar sobre Neutralidad de la red no podría ser más pertinente.

Además de eso, en el programa Siglo 21 de Radio 3 estaré hoy lunes de 12 a 1 hablando de RFID, de su uso y sus implicaciones. Otro tema de actualidad estos días, sin duda.

Y por ahora esto es todo. Próximamente más :D

Luego dirán que la culpa es nuestra

Volvemos a la carga con un curso breve para empresarios necios. «Aprenda a apoyar consumos alternativos de sus productos gracias a una política de precios incorrecta».

Para ello, nos basaremos en dos comparaciones de precios de productos muy diferentes que tienen en común, únicamente, que son ofertados en formato digital y en formato analógico de-toda-la-vida.

Primer ejemplo. Amazon, captura de pantalla tomada el 7 de agosto de 2010 sobre los precios de The Flaw of Averages: Why We Underestimate Risk in the Face of Uncertainty, un libro al que le tengo echado el ojo.

Precio comparado en Amazon, formato Kindle y papel

Esperen, que hago la cuenta… 17.70/18.40 = 0.962. Esto es, Amazon quiere que creamos que los costes derivados del almacenamiento y distribución (así como el coste en capital inmovilizado en stocks) es del 3.8%. ¿De verdad nos lo creemos?

Segundo ejemplo. Multicines Málaga Nostrum, en una foto (borrosa) tomada con mi móvil el pasado 23 de abril.

Precio comparado en Cines Málaga Nostrum, formato digital y analógico

Precio de la proyección normal, 7.00 euros; precio de la proyección digital, 7.30 euros. CineSur quiere que creamos que la distribución digital de la película (¡viva el router!) le supone un sobrecoste de… 30 céntimos, independientemente de la tarifa a la que te acojas. La peli digital siempre vale 30 céntimos más.

Luego dirán que la gente se baja los libros de Internet, y las películas. Y que Megaupload is killing the radio star. Pero es que alguien les dijo que con lo digital iban a reducir costes en distribución y nadie les dijo que el precio final debía ajustarse también a la realidad, que la gente no es tonta del todo, aunque a menudo lo parezca.

Y esto es todo en nuestro curso «Aprenda a apoyar consumos alternativos de sus productos gracias a una política de precios incorrecta». Espero que les sea útil, también como consumidores, y se vayan a la competencia de estos señores siempre que vislumbren señales de que les toman por panolis.

Más sobre la prohibición de las Blackberry

El otro día comentábamos brevemente sobre la intención de Arabia Saudí y los Emiratos Árabes Unidos de prohibir el uso de Blackberry en sus territorios a menos que RIM permita acceso al contenido de las comunicaciones.

Parece, sin embargo, que existe una negociación de fondo entre RIM y los Emiratos, que desean que la compañía instale sus servidores en el país, donde –de camino– estarían sometidos a su jurisdicción.

La hipótesis por la instalación de los servidores tiene sentido si consideramos que el cifrado de la comunicación entre Blackberry y servidor no es diferente al que existe entre cualquier máquina y una web que utilice SSL.

De esta forma, ¿cómo hay que entender la extensión de esta manía prohibitoria a otros países del áfrica francófona como Argelia? Resulta complicado justificar que uno tiene intención de atraer capital inversor cuando pone los empeños no en crear un marco que posibilite el éxito sino en demandar a las compañías servicios diseñados para espiar a las personas.

*** Actualización 2010-08-11: Se suspende la prohibición contra Blackberry. RIM ha aceptado que una empresa local gestione la información de sus clientes en servidores alojados bajo el control del Estado Saudí.

Frenesí infraestructural al norte del Rif

Mohammed VI, M6El nuevo y ampliado puerto de Tánger, el centro industrial Tetuán Shore (con fábrica de Renault incluida) o un parque eólico con una capacidad de generación de 140MW. Un auténtico frenesí de nuevas infraestructuras para levantar la cabeza de la franja norte del Rif que, unido al acuerdo de libre circulación aduanera con Ceuta y Melilla, colocan a la región como una alternativa real a los enclaves europeos como los de Algeciras. Sin críticas reales entre la ciudadanía, que vio cómo Hassan II se olvidaba del antiguo protectorado español hundiéndolo respecto a las demás regiones, sobre la gestión de M6 planea la ineficacia de las medidas anticorrupción y la sombra del absoluto posicionamiento del holding familiar en los sectores estratégicos de la economía así como unas reformas sociales más fotogénicas que reales.

El miedo a la diversidad (y a todo lo demás)

Hoy en el blog de Bianka podíamos leer un post de esos que inevitablemente te animan una reflexión. Dejé en el un comentario que me quedó algo largo y que creo tiene un cierto interés, así que lo asciendo a post y lo dejo aquí abajo. Permítanme que me cite a mí mismo :)

Una vez alguien me dijo, a la pregunta de «¿el vaso medio vacío o medio lleno?» sólo «el vaso, sólo el vaso».

¿El miedo a la diversidad? Seguro. Por debajo de todo, impregnándolo todo y pegándose a la piel (y siendo difícil de limpiar), el miedo simple, sin apellidos. El miedo a la diversidad, y a lo desconocido, y a todo lo que venga.

El miedo a que una nueva estructura de la información más distribuida haga reducir la cuota de poder, entre aquellos que ahora lo tienen. En este sentido, la evolución de las herramientas web es ilustrativa porque ha supuesto una suerte de decrecionismo: las primeras daban toda la autonomía al usuario y eran distribuídas, las dospuntoceristas aún daban al usuario la posibilidad de «hacer su propia agregación» pero ya aspiraban a ser centralizadas (y al centralizar quitaban al usuario parte de su autonomía –software as a service–). Las más recientes renunciaron a esa capacidad de diversidad, concentrando todo el tráfico posible y aspirando a centralizar toda la actividad en la web en un único nodo propietario, al que los usuarios no pueden controlar y con el que, por tanto, están en relación de desventaja.

El miedo a la diversidad es, también, el miedo a que de esa diversidad dé origen a otras formas de ver el mundo.

Y ahí enlaza el miedo a la diversidad con muchos de los miedos más nacionalistas: el mismo miedo que hace a muchos desconfiar de inmigrantes o extranjeros porque «no necesitan tu cultura»: ¡cierto, muchos la buscarán pero ni mucho menos es indispensable y muchos tienen su modo de hacer las cosas y ver el mundo! El miedo del que, en el fondo, echa de menos el mundo que no fue ni será: un mundo en el que todos tengan su cultura. Un mundo à la Ford T: «Puede usted tener un mundo con las reglas que sean, siempre que sean mis reglas». Han pasado muchos años desde la declaración de independencia del ciberespacio por Barlow… pero aún creo que, pese a los empujones del sistema por recentralizarlo todo y destruir la diversidad, vale la pena luchar por ello :)

¡Ah, la declaración de independencia del ciberespacio! qué me gusta ese texto al que llego sin querer cada cierto tiempo.

La mina de oro en la web

Hace mucho tiempo que advertimos que la revolución digital pasará de forma casi inevitablemente, en algún momento, por la conversión de todos tus actos cotidianos en un producto facturable, con valor para el intermediario que reúna esa información. Ahora el tema se abre un hueco en la agenda mayoritaria de la mano del Wall Street Journal, que dedicará una serie de artículos a este menester. El primero de ellos habla de las cookies y de la cantidad de negocios que hay organizados en torno a ellas. Nada demasiado novedoso para el que ya esté puesto en el tema. Pero importante por el asunto que trata y por el medio que va a analizar el tema en profundidad. En todo caso, worth reading.

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