No estaba muerta, ¡que no, que no!

Los editores de revistas de pago veían en el iPad su gran salvación. Soñaban elevar a realidad lo que no es más que un sueño íntimo y compartido por los medios de toda la vida y el mismísimo Steve Jobs: que desaparezca la web y la gente vuelva a pagar por sus contenidos. Los datos del último mes, no obstante, representan una buena dosis de realidad: todas las revistas en formato iPad presentan cifras de venta a la baja. Algunas, como Wired, un 80% menos de ventas que el primer mes en iPad, cuya cifra de ventas les impulsó a anunciar en aquel momento (y de forma imprudente) la muerte de los blogs, la web, y todo lo demás. Y es que una cosa es que el iPad sólo sirva para leer revistas, como quería el kioskero, y otra que el público esté dispuesto a pagar por ellas teniendo la web, abundante y diversa, a sólo un click de distancia. La web no estaba muerta, ¡que no, que no!

¿En qué pagarán los niños?

Mientras el ministro de finanzas eslovaco tira piedras contra países del Euro como Grecia y Portugal, ante la indignación de un Barroso que no debe entender bien la lógica del ataque eslovaco a su propia moneda justo cuando el euro ha caído por séptima semana consecutiva y la salud de la divisa común es peor que la que indican los indicadores usados para medirla, corroboramos una vez más que los países latinos de europa son los que con mayor carga impositiva lastran a sus empresas y recordamos que los bancos más grandes del mundo apoyan a un yuan más fuerte de lo que parece, el Banco Mundial sale por la tangente con el patrón oro y, para hacerlo todo más complejo, el franco suizo rompe a su favor la tradicional estabilidad de cambio de la divisa centroeuropea frente al dólar, gran referencia mundial. Nervioso retrato para un movido mercado de divisas en plena crisis que no refleja sino la incertidumbre reinante respecto de la salida de la misma: mientras todos apuestan (y temen) a que China saldrá más fuerte y bien posicionado de la misma, nadie sabe ni cuándo sucederá ni cuánto más fuerte saldrá. Hasta ese día, toda divisa equivocada puede convertirse en una patata caliente.

La FCC no garantiza la neutralidad de la Red en los servicios móviles

Ayer hablábamos de la decisión de la FCC estadounidense de seguir la ruta marcada por Chile y legislar a favor de la neutralidad de la Red.

Un día después se ven las sombras en aquella noticia (via Barrapunto, gracias Iván): los servicios de Internet a través de móvil quedan excluidos de la ley que aprobará la FCC. La excusa es de risa: la existencia de sistema operativos libres como Android. No es que sumen, como los malos alumnos, sillas con manzanas, es que Android no es libre cuando llega al usuario.

¿Sorpresa? Claro que no.

Una de las ideas más interesantes que podemos en contrar en el libro sobre La neutralidad de la Red es precisamente la utilización por parte de operadoras y estados de la telefonía móvil para cambiar los hábitos sociales desarrollados en torno a Internet tras más de una década de tarifas planas: porque sólo así podrán eliminar la neutralidad de la Red. No es Internet que llega al móvil, es el móvil (y su cultura de pago por todo) que llega a Internet.

En diez años toda la Internet se ofrecerá a través de servicios móviles, la doméstica quedará como una commodity. La FCC no está dispuesta a sacrificar esa oportunidad de volver a retomar el control.

Mientras tanto, en otro lugar, la ley Sinde no conseguía tirar las puertas de palacio y tendrá que esperar hasta enero. Habrá que dormir con un ojo abierto, como los dragones, para evitar que la cuelen con nocturnidad y alevosía.

Lula y el nuevo rol brasileño

De las tendencias geopolíticas que han marcado este 2010 una de las mas llamativas es la confirmación de Brasil como gran imperio emergente en el hemisferio sur: si hace meses Lula plantó su campamento en Cabo Verde y no tuvo más que sentarse a esperar que fueran pasando por allí todos los dirigentes africanos, ahora, meses después y tras haberse acercado a Angola primero y planear un desembarco africano en toda regla mientras salían al rescate comprando deuda portuguesa Lula da el tono del nuevo rol brasileño: se postula como mediador en oriente medio afirmando que, mientras EEUU sea el interlocutor, no habrá paz, vuelve a insistir en que pedirá una plaza en el consejo de seguridad de la ONU y se congratula de la soberanía exterior de Brasil. Como para no congratularse, visto lo visto.

EE.UU. sigue el camino de Chile y garantizará por ley la neutralidad de la Red

Chile marcó el camino a seguir por todos los Estados que hubieran entendido verdaderamente la potencia del nuevo entorno digital y garantizó por ley la neutralidad de la Red, garantizó que un bit será siempre un bit.

Ahora la FCC estadounidense toma la misma senda que Chile y anuncia que se garantizará legalmente la neutralidad de la Red.

A la misma hora, en otro lugar, se aprobaba la ley Sinde. Tan cerca, tan lejos.

En RNE hablando de la Ley Sinde

Esta tarde he estado unos minutos participando en Asunto del día en RNE5 para hablar de la Ley Sinde, que será aprobada mañana por vía extraordinaria sin que se debata el texto en la congreso de los diputados.

El podcast no está disponible a la hora de escribir este post, pero debería estar en la web del programa en las próximas horas.

Siendo muy breve, no he dicho nada que no haya dicho antes: me parece una perversión usar la propiedad intelectual como herramienta de control de información (algo sobre lo que hablé en profundidad en La sociedad de control), me parece un error aceptar esa pretensión por parte del Estado, me parece tremendo que la propiedad intelectual vaya a ser tratada en ese singularísimo tribunal que es la Audiencia Nacional, me parece inaceptable que ante un cambio tan revolucionario como el que nos brinda Internet todo lo que se le ocurra al sistema sea amoldar Internet a sus viejas manías y limitaciones, en lugar de aprovechar su potencial para mejorar la vida de las personas.

Me parece una ofensa que se recurra al infrecuente mecanismo de otorgar a una comisión capacidad legislativa para evitar el debate en el Congreso de los diputados, para enviar el texto aprobado directamente al Senado. Y porque no hay más narices, supongo, que pasar por el Senado… que si se pudiera aprobar de compadreo fuera de la cámara, a buen seguro se haría. Para que el nuevo vicepresidente vea cumplido su deseo y «la ley sea una realidad en febrero». Claro que venimos de pasar 15 días en un desmedido «estado de alarma»; parece que a estas alturas todo vale y esto no es más que otra vulgar demostración de poder por parte de… el poder. Claro. ¿Ofensivo? Sí, pero no novedoso.

Me parece muy sucio, aunque no podía gastar mis escasos segundos en directo comentando este aspecto, que la ley se apruebe el 21 de diciembre, justo antes de la mayor distracción informativa del año: el sorteo de lotería de Navidad. Para que nadie hable de ello ni el día de la aprobación ni los sucesivos. Claro que el primer amago de esta ley fue tan precipitado que provocó una de las reacciones más vibrantes que se han vivido en la Internet hispana en los últimos años y cuando volvimos a oir de esta ley fue para oir las palabras audiencia nacional su aprobación en un consejo de ministros extraordinario celebrado en pleno puente en una ciudad que no es la habitual. ¿Sucio? Sí, pero no novedoso.

Nada que no supiera el lector habitual, nada que no tenga claro cualquiera que se haya detenido mínimamente a pensar cómo funciona nuestro mundo en el s. XXI. Y es que si destruir la neutralidad de la Red es una pésima idea, no lo es menos usar la propiedad intelectual para instaurar un régimen que se acerca cada vez más a la sociedad de control, en la libertad se ha degradado tanto que no podemos hablar de otra cosa que no sea la descomposición de lo que, todo parece indicar, no ha sido sino una curiosidad histórica: la social democracia occidental.

Sobre la intervención de María González, miembro del PSOE y muy favorable a esta ley, tengo poco que añadir: jugar a confundir dando a entender que Spotify es la única opción legal cuando en el fondo es la única opción de pago (porque no hay nadie condenado por obtener música de redes p2p… al menos no con la ley actual) me parece muy mala forma, pero posiblemente no haya otra, de defender una postura que no se sostiene, de justificar lo injustificable. ¿Falaz? Sí, pero no novedoso.

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