Cuesta creer que algunos países europeos salgan de su ilusión de falsos ricos cuando aquellos que supuestamente han tocado fondo siguen sin entenderlo: Grecia quiere levantar un muro en su frontera con Turquía para evitar inmigración masiva al interior del país. ¿Qué pensarán los euronacionalistas de que un país profundamente europeo como Grecia tome una medida como ésta? Y ¿si Grecia, una vez más, va indicando el camino que tomará Europa? Con una Turquía que lentamente levanta cabeza y gana influencia en su entorno, ¿no será más bien al revés? No lo parecería si sólo miramos hacia el visto bueno de la diplomacia turca, a la que no faltan voces críticas desde aquel país. Ahora Grecia matiza su idea inicial debido a las críticas recibidas desde la comisión europea; matiza… pero no retira la idea: no construirán 200 kilómetros, el Evros es buena frontera para 186 de ellos, tan sólo construirián los 13 que no transcurren a lo largo del río.

El repunte de la actividad industrial estadounidense en diciembre no parece suficiente para frenar la devaluación del dólar frente al yuan, al que los analistas ven revalorizándose hasta un 6% frente al dólar sólo este año. Y es que a China llegaron el último año más de 10.000 millones de dólares en remesas y es que unido a un crecimiento interno de más del 10% que se prevé del 9% para 2011 hacen que invertir esa tendencia sea muy difícil. Eso sí, para mantener la locomotora en marcha el gas Turkmeno no es suficiente, así que China hexuplicará esa cantidad de petróleo con las 15 mil toneladas que comenzarán a fluir directamente desde Rusia, lo que podría permitir a Rusia mantener sus defensas frescas y relanzar una carrera espacial en la que los Chinos tampoco quieren quedar atrás. Uno de los nuevos ejes principales del mundo va de Moscú a Pekin y no necesita salir de Asia, aunque sus protagonistas se aventuren una y otra vez en África o Europa.

La izquierda francesa hace suyo el famoso «trabajar más para ganar más» que Sarkozy hiciera famoso en 2007, dejando de lado el sueño aristócrata obrero –encarnado por funcionariado y sindicalismo– que aspira a vivir sin trabajar. Al mismo tiempo conocemos el espeluznante dato de que en Portugal cerraron casi 4000 empresas durante 2010 (11 al día) mientras Sócrates reconoce el nuevo rol brasileño y reclama a Dilma Rouseff más mimos e inversión brasileña en el día mismo en que comenzó a ejercer su presidencia. El mismo Sócrates que demuestra que no escarmienta en cabeza ajena y anuncia el impulso estatal frente a la crisis bajo la forma de obras públicas, como ya hicieran en aquel país cuya dependencia del inmobiliario dio a éste el insólito poder de controlar a las energéticas mientras, en plena crisis, las constructoras protagonizan el mayor concurso de acreedores nunca visto. ¿Demasiada realidad para una sociedad que, en su burbuja, se cree aún intocable y sigue viendo la vida desde un imaginado primer mundo?

«África no es un campo de batalla ideológico, sino un campo de batalla económico e industrial», concluye el responsable de asuntos africanos de la Duma, Konstantin Kosachev, tras afirmar que «aunque las inversiones directas de Rusia en África son dieciséis veces menores que las de China, nuestras perspectivas son muy optimistas». Las perspectivas optimistas se plasman, parcialmente, en el anunciado regreso de Gazprom a Libia, Argelia o Nigeria pasando por Namibia comprando un campo hasta ahora en poder de Tullow oil. Mientras tanto, desde Chad crecen las críticas a las explotaciones de la compañía china de petróleos (CNPC): se quejan de que la riqueza va para China, de que no se han realizado los informes de impacto ambiental necesarios y de que ni tan siquiera se está contratando mano de obra local, como sí hacen otras compañías europeas o norteamericanas. Es un campo de batalla económico e industrial, pero parece que, pese a lo que opine Kosachev, las diferentes aproximaciones político-ideológicas no son insignificantes.

El dolar sigue cediendo terreno frente a todos, excepto frente al euro. El Rand surafricano alcanza un máximo histórico, impulsado por la subida del oro, en su cambio frente a la divisa estadounidense, así como lo hace el Yuan, apoyado en la fortaleza de la economía china, que amenaza con una subida de tipos de interés que no gusta en Brasil porque dificulta la consecución del gran objetivo exterior durante el mandato de Lula: ser el verdadero imperio del hemisferio sur, quinta economía mundial en 2016. ¿Euro y dólar de capa caída mientras China tiene que contener la inflación y Brásil es el único que protesta? Sí, es el mismo mundo y el mismo momento en que encontramos que el crecimiento de Israel en este 2010 supera las espectativas y Sao Tomé crece por encima del 4.5%, que no es el 8.5% de Uruguay, pero no deja de ser un gran dato.