Drupal & Beers, retomando el espíritu de los viejos Beers & Blogs

Mascota de Drupal

Reunirse con un puñado de bloggers a hablar, redundante pero justificadamente, sobre blogs con una cerveza en la mano era una de las grandes cosas que ofrecía la emergente blogosfera de hace ya muchos años. Yo viví aquella época en Málaga, donde los beers and blogs se convirtieron en (buena) costumbre, de la mano de los Bloguerones. Llegado un momento, sin embargo, los B&B cayeron de intensidad, y no porque los blogs murieran; todo lo contrario: murieron de éxito, nos reuniamos demasiados y las quedadas dejaron de ser humanamente manejables.

Y es que, a partir de un cierto número de personas, tenías la sensación de no haber saludado a casi nadie y la solución lógica era quedar no con todos, sino con algunos de esos bloggers. Y punto. Todos hacían lo mismo y sin problemas. De ahí se precipitaba un nuevo status quo: quedabas naturalmente con algunas personas a las que conociste en los primigenios B&B, pero ya no los llamabas B&B, sino ir de tapas (o de cañas, o de concierto).

Llevo un par de meses sumándome a la quedada mensual de drupaleros en Madrid. No es secreto que soy un amante de Drupal y que parte de lo que hacemos habitualmente en Cartograf tiene que ver con este maravilloso framework, así que las conversaciones que ahí tienen lugar me devuelven algo interesante que no había encontrado desde aquellos primeros Beers & Blogs: la frescura de charlar con personas con quienes compartes una cierta afición, en este caso el obvio, en grupos reducidos y sin mayor aspiración (en ese corto plazo, que también se esbozan PDMs por si la cosa se prolonga) que la de echar un buen rato y tomar una caña.

Cada vez que Google compra una empresa, los dioses matan a un gatito

Ya hace años que Google se dedica a comprar herramientas y empresas que hacen herramientas. El destino de estas herramientas y estos equipos es, a menudo, incierto. Esto no debería ser un problema: allá ellos con sus gastos y sus movidas.

Domo-kun y gatito

La mayoría de estos servicios acaban, sencillamente, cerrando. Uno no sabe bien si Google quería contratar a los ingenieros tras la idea o una pieza muy concreta de la herramienta, y el resto lo matan. Hoy se anuncia recorte de servicios de Google, que imagino no da a basto plusificando su ecosistema. El mundo llora por el cierre de Picnik y a mí me llama la atención el cierre de Needlebase. Una herramienta fantástica para extraer información ordenada de páginas web de todo tipo.

He aquí el dilema: apenarse por ser usuario de un servicio de Google o hacerlo porque Google no te deje ser usuario de dicho servicio. ¿Cómo se frena a Google? ¿Alguien conoce una alternativa a Needlebase? ¿Hay algo remotamente parecido que sea libre? Yo no conozco alternativa, ni siquiera privativa. Cada vez que Google compra una empresa, los dioses matan a un gatito.

Actualización (2012-01-22 @ 21:54): Luis nos avisa de la existencia de Scraper Wiki. No es lo mismo, ni mucho menos, pero aún puede resultarnos útil.

Actualización (2012-01-22 @ 22:15): Google, en realidad, nunca pretendió comprar Needlebase. Le cayó encima cuando compró ITA y el resto de servicios de búsqueda de vuelos el verano pasado. Ese servicio de búsqueda por el que ahora le acusan de monopolio. Así que en realidad ni les interesaba. Ya podrían liberarlo.

Bocados de Actualidad (142º)

Aquí estamos un domingo más, con la sección fija menos fija de la blogosfera. La entrega centésima cuadragésima segunda de los bocados contiene una serie de enlaces que no tuve tiempo (o ganas) de comentar durante la semana. Y nos vuelve a llegar a ritmo de Mastodon, a los que mañana estaremos viendo en concierto.

La semana ha estado marcada indudablemente por el asunto de Megaupload, un auténtico revival de las cosas que sucedían hace una década y que en pura lógica ya no debían afectarnos. Como sobre el tema Megaupload ya hemos hablado, no me enrollo más. Ahí van los bocados:

  • Gonzalo Martín dos veces bueno: quizá la lectura más directa y provechosa sobre el caso Megaupload.
  • La nota de prensa de The Pirate Bay al respecto también vale la pena.
  • Ars Technica ponía en versión sencilla las implicaciones de SOPA. El viernes se anunció que se detiene esta ley, pero no se descuiden: volverán a la carga.
  • Javier García Recuenco habla de personotecnia, esto conduce a una conversación que desemboca en un aporte conceptual importante en las pedias de Gonzalo Martín y de un servidor; lo narra Gonzalo en su blog: conversaciones y reflexión como prácticamente sólo los blogs permiten.
  • Software Freedom y la confirmación de que Windows 8 para ARM efectivamente impedirá el arranque de otros sistemas operativos.
  • Julen Iturbe y una crítica a la identidad corporativa cuando ésta devora la identidad de la persona.
  • Bianka Hajdu continúa hablando de formación en tiempos de desintermediación: vivir en una cueva no nos convierte en geólogos.
  • Rinzewind y para qué cifrar el correo si, total, nadie va a leerlo.
  • Pau Llop y las consecuencias para el periodismo de la actual guerra por la recentralización de la red.
  • Naked security y Google Docs como servidor para phishing. No todo van a ser jugar a juntar enlaces a Megaupload (oh, wait!, he dicho Megaupload).

Recuerden que durante la semana dejo más enlaces en esta línea compartidos en público en mis marcadores (aquí tienen el feed).

Reamde, Stephenson en otra línea

Reamde, de Neal Stephenson

Compré Reamde en preorder, llegó a finales de septiembre y lo comencé inmediatamente. Finalizarlo me costó como pocos libros recientemente (lo terminé hace un par de semanas, pero no pude escribir este post), en parte a su longitud (más de 1.000 páginas), en parte porque lo intercalé con otras lecturas pero, sobre todo, porque estos últimos meses Cartograf ha absorbido todo mi tiempo, siendo la ficción la principal damnificada. (A pesar de lo cual, y como consecuencia del impecable trato recibido, renové mi suscripción a Mongoliad, también capitaneada por Stephenson, durante otro año.)

Hubo tiempo, no obstante, para dejar por aquí alguna cita que me pareció valiosa y para comentar algunos aspectos verosímiles de la trama. Pero ahora que lo he terminado me permito hablar un poco más del libro. Tranquilos, no habrá spoilers.

En grandes líneas, es el libro de Stephenson que más me ha recordado a Criptonomicón, una novela a la que le tengo un cariño especial y –quizá– mi preferida de este señor. Sin embargo, Reamde es diferente tanto a Criptonomicón como a otras novelas suyas.

Aunque la trama tiene la firma inconfundible de Stephenson, no sentimos ese vértigo al que nos tiene acostumbrados llevando la trama hasta el filo de la navaja donde se decide el futuro del mundo (también de las personas que no están en la trama), un detalle en el que yo no había caído pero que hace ya mucho tiempo Asun puso por escrito en algún lugar que ahora no encuentro. Esto quizá podría suavizar la sensación de incomodidad que tienen muchas personas al leer a Stephenson. Sin embargo, he de decir que a mí, que me suelen gustar sus finales, éste me ha sabido a poco.

En resumen: Reamde es una novela de acción que se lee muy fácil (no se dejen engañar por el tiempo que me llevó completarla, sé que otros la devoraron en el tiempo que se merece), y aunque en ciertos momentos desconcierta, no cae en ese complejo de best-seller del que Stephenson tampoco se libra normalmente. Ya saben, esas 200 páginas de puro relleno que te hacen pensar que el contrato del autor con la editorial retribuye el libro en base a su peso. Además, tiene una buena colección de ideas interesantes marca de la casa. Y si sois seguidores de Stephenson o habéis disfrutado con otros libros de él, es totalmente recomendable.

¿Recuerdan la muerte del p2p? Aquí tienen las consecuencias

El FBI bloquea Megaupload en Estados Unidos y detiene a 7 trabajadores. La noticia está en todas partes (me he enterado gracias a la lista de correo de La quadrature du net). Pueden leer algo sobre ello en El Mundo.

En julio de 2009 expulsaron a Rapidshare de Alemania, la situación era similar. Escribimos entonces:

Es el problema de renunciar a utilizar el p2p para usar un servicio de terceros que nos permite hacer algo que nosotros ya podíamos hacer de forma autónoma, aunque la descarga fuera menos veloz.

Las sentencias contra los sitios de descarga directa no tardarán en llegar, son un blanco fácil y pronto serán perseguidos. ¿Saldrán muchas más webs de este tipo? Seguro… al menos hasta que condenen a algunos de sus dueños a penas de cárcel y altas multas de indemnización.

Ayer cerraron Grooveshark en Alemania (Europa press), y no hay que irse tan lejos para tener noticias: también ayer se anunció el abandono de Series Yonkis por parte de sus fundadores. Escribíamos acerca del streaming, en 2007:

Quieren crear hábito y las conexiones actuales (altamente asimétricas, pero exitosas gracias al siempre útil «burro grande ande o no ande») son la herramienta. ¿Qué puedo decir? Basta de parafernalias y televisiones 2.0 de cartón piedra. Siempre quisimos descargarlo todo, por eso inventamos Napster. Y eDonkey. Y Bittorrent. ¿Quién te ha convencido de que te conviene el streaming?

Aún hablamos más del tema cuando tocamos la Jukebox global, en 2008:

Este modelo, que puede parecer lejano a muchas personas, está más asentado de lo que parece y se consolida con cada reforma legal que tiene lugar en este ámbito.

Nadie debería sorprenderse. Estos movimientos son previsibles. The Pirate Bay migró a Magnet links para evitar tener que bajar la persiana. El p2p está arrinconado, y lo que queda es una red muy centralizada en la que la neutralidad no tiene lugar. Vale la pena releer La decapitación del p2p y los nuevos regímenes post-democráticos.

El estado del software libre en el ámbito del NoSQL

Desde hace un tiempo presto cada vez más atención al estado del software libre en ámbitos hacia los que no solíamos mirar. Uno de ellos, como el lector habitual ya conoce, es el de la movilidad. El otro, del que hablo menos pero leo tanto o más, son las bases de datos no relacionales, o bases de datos NoSQL.

En este ámbito, tenemos tres proyectos de los que se habla mucho: CouchDB, MongoDB y Cassandra. CouchDB es uno de los emblemas de las nuevas tecnologías de bases de datos NoSQL, posición de honor que comparte con MongoDB y Cassandra, proyecto liberado por Facebook. Los tres son software libre: CouchDB y Cassandra licenciados bajo licencia blanda (Apache) y MongoDB licenciado bajo licencia dura. Cassandra, a la sombra de su origen en Facebook, es posiblemente el que más papeletas tiene para convertirse en el rey del NoSQL libre.

Resolvamos el puzzle. CouchDB, actualmente gestionado por la fundación Apache, tiene un futuro desde hoy más incierto. Los desarrolladores y el fundador se marchan para trabajar en Couchbase, un proyecto empresarial que evolucionará su propia versión paquetizada y privativa de CouchDB. Lo explica Damien Katz, fundador y desarrollador original, en su blog: van a impulsar un proyecto que, «sin duda alguna, no será parte de Apache».

No soy nada partidario de las licencias blandas. Entiendo que pueden animar mercados que de otra forma quizá no se conquistarían con software libre (como fue en el caso de Android), pero lo hacen pagando un precio altísimo (entregando el poder al intermediario, precisamente en tiempos de desintermediación), la victoria de Android (si algún día llega) será una victoria pírrica: otra como ésta y no la contamos. Android no ha llegado a ser el sistema libre, abierto y empoderador que necesitamos. CouchDB ahora pasará a ser privativo. Cassandra será libre mientras a Facebook le interese.

Mientras tanto, queda MongoDB, que hace años que está licenciado bajo AGPL, una licencia tan buena que Google intentó por todos los medios que no gozara de aceptación y prohibió su uso servicio de alojamiento de proyectos de software libre.

CouchDB tiene aceptación por parte de muchos programadores, y aunque Cassandra goza de más nombre, no dejo de pensar que quizá la coyuntura actual abre una ventana de oportunidad a MongoDB. El software libre en el ámbito del NoSQL goza de buena salud, pero lo hemos visto mil y una veces: las licencias blandas son tramposas y favorecen la intermediación al permitir los derivados privativos. Por mi parte, espero que MongoDB se alce sobre otros proyectos, pues es la única de las tres alternativas que recurre representa el software libre como aquí nos gusta: con una licencia GPL pata negra.

Cómo los hackers y sus drones nos recuerdan el camino de la libertad

Este año será decisivo para la Red, la previsible entrada en vigor de la ley Sinde pondrá la libertad más difícil a partir de marzo. La extensión de la Stop Online Piracy Act desde Estados Unidos a Europa promete ahondar en la creación de fronteras y limitaciones artificiales en Internet.

Pero no queda ahí la cosa. El año comienza muy movido en temas de seguridad. Lo de menos, que a una compañía especializada en seguridad y defensas antivirus, como Symantec, le robaran el código fuente de su software. Aparte del escarnio, lo más probable es que se descubra alguna puerta trasera que Symantec ofrezca habitualmente a alguno o varios gobiernos alrededor del mundo. Nada que debiera sorprendernos a estas alturas; menos aún en el mundo de los móviles.

La caza de hackers que viene

Entre tanto, un grupo de hackers publicó decenas de miles de datos de tarjetas de crédito radicadas en Israel y ahora el estado israelí les quiere aplicar la ley antiterrorista. Pere Quintana apunta a que la responsabilidad ante la emergencia de este tipo de políticas durísimas debe ser compartida por black hats y gobiernos.

Es posible, pero no se puede negar que los Estados persiguen encontrar excusas que justifiquen la regulación de los usos de la informática. Si hay alguien interesado en la guerra contra el ordenador personal, esos son los estados, que actualmente ven cómo el usuario doméstico puede cifrar mensajes que sus servicios de inteligencia no pueden descifrar. Esta búsqueda no es nueva, pero está claro que en tiempos de SOPA y política del miedo equiparar a hackers con terroristas es el próximo paso en la instauración de un sistema post-democrático como la sociedad de control.

¿Recuerdan la caza de hackers? Sterling la glosó maravillosamente en The Hacker Crackdown. Mucho me temo que el empuje represivo será mucho peor ahora, sobre todo si poseer o usar un ordenador personal llega a ser alguna vez percibido como raro o exótico, un horizonte que puede ser terriblemente cierto de aquí a cinco años. O quién sabe, quizá lo que levante sospechas sea, como me contaba Aleix Cabarrocas en un correo electrónico, no haber sucumbido a la twitterización de la Red.

Guerra fría digital y el ataque de los drones

El gobierno japonés anuncia la creación de una ciberarma: lo llaman el virus antivirus pues, dicen, sólo será usado en defensa propia. Esta noticia ha sido recibida con estupor, y se apunta a que podría marcar el comienzo de una escalada de inversión en ciberarmas que, seguramente, recibió ya un pistoletazo de salida con Stuxnet.

Uno de cada tres aviones de guerra de Estados Unidos son robots. Máquinas que no necesitan tripulante, son controladas remotamente por un militar cuya vida no corre peligro. En los ataques sobre Pakistán, estos robots son responsables de un elevadísimo porcentaje de las muertes causadas por los aviones estadounidenses desde 2004. En los próximos años la proporción robot:humanos crecerá hasta haber más de 100 robots por cada persona, y ¿quién nos asegura que los primeros no serán utilizados para el control masivo de los segundos? John Robb, pintor habitual de escenarios apocalípticos, apuntaba en esta dirección recientemente. Robb puede equivocarse, pero lo cierto es que unas semanas después de que Robb publicara su artículo supimos que la frontera de Estados Unidos con México está siendo vigilada con estos aviones no tripulados, que facilitan y ayudan en la detención de los emigrantes.

La tecnología no es un fin, pero hace posible el fin: el fin único es la libertad

Mucho se ha hablado esta semana de las recientes declaraciones de Vinton Cerf sobre si el acceso a Internet es un derecho universal o no lo es. Cerf argumenta que la tecnología no es un fin, sino un medio. Tiene toda la razón.

Por eso, la pregunta que debemos hacernos acerca de la tecnología es, cómo podemos usarla para ser más libres o hacer más libres a quienes nos rodean. Ahí entroncan muchos de los temas que tratamos habitualmente: el software libre, el uso de los ordenadores como medio para generar autonomía a las personas, en lugar de dependencias, o en un plano low-tech el uso de jaulas de Faraday para proteger nuestras tarjetas de crédito cargadas de RFID.

Occucóptero
[Foto por Sean Captain: Tim Pool muestra su drone hackeado, conocido como Occucóptero, preparado para permitir la cobertura aérea de las manifestaciones de Occupy a los reporteros ciudadanos.]

Los drones no son un tema aparte. Ya hay quien los usa para monitorizar manifestaciones. Estas personas son hackers, en el sentido que Himanen da a la palabra y aquí tanto nos gusta. Sin embargo, lo más probable es que cuando lean la palabra hacker, ésta venga vinculada a otros temas: piratería, delincuencia, virus. Se trata de una confusión interesada que desgraciadamente se ha colado en la agenda, para lamento de quienes se sienten hackers, como Rudy Rucker nos contaba hace unos meses:

«Hacker en el sentido original, antes que la prensa tomara la molesta costumbre de asociar hacker con criminal. Una costumbre muy molesta porque estábamos orgullosos de ser hackers. Queríamos explorar el caos»

Que un dispositivo como un drone doméstico sea utilizado para monitorizar una protesta como la de Occupy Wall Street cuyos objetivos están por aclarar y sus éxitos están por ver no deja de ser anecdótico y, como tal anécdota, poco relevante en sí mismo. Lo importante es el hecho: la tecnología, en manos de las personas, es una fuente inagotable de puertas hacia la libertad. No es la libertad, pero la permite. Por eso cuando prohíben y criminalizan la tecnología (del p2p al cifrado, limitado por ley en algunos países) el daño es mucho mayor del aparente. El daño que Internet ha recibido durante 2011, y el que posiblemente va a recibir durante 2012, tendrá una proyección tremendamente negativa en los años por venir.

Quizá el futuro de Internet y la comunicación libre pase por un enjambre de drones enviando reportes a través de los mismos Magnet Links a los que ahora han abocado a The Pirate Bay y conectados a un Ushahidi (como el que hace unas semanas pusimos a punto en el Hackaton de Open Data). Toda la potencia del p2p, a nuestro servicio gracias a la disponibilidad de hardware. Estos drones domésticos son baratísimos y en muy poco tiempo podrían ser un dispositivo cotidiano. No es desdeñable la posibilidad de que el Estado intente impedirlo y seguro que muy pronto comienzan a retumbar los tambores de la regulación. Cada día que pasa es un día menos para la llegada del momento en que para volar un drone doméstico haya que pedir una licencia al Estado; eso sí, todo en nombre de la «seguridad nacional».

El reto es, por tanto, conseguir que siga siendo posible la obtención de libertad y autonomía para las personas, el fin del que hablamos nosotros, pero también Cerf. Ese reto requiere que no se criminalice a quien haga un uso liberador de la tecnología, ya se trate de un ordenador personal o de un pequeño avión teledirigido. Las campañas de generación de miedo y las prohibiciones exhaustivas buscan demonizar la diferencia y se apoyan en nuestros sentimientos más irracionales.

Si rechazamos ser aterrorizados y si rechazamos ser controlados, podemos crear un entorno mejor en el que vivir, ¿tendremos la voluntad de hacerlo?

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