«Es muy difícil conseguir que una persona entienda algo cuando su salario depende del no entenderlo.»
Hoy en Daring Fireball me han recordado esa frase que ya había leído otras veces, y me ha parecido buena idea ponerla por aquí.
Cada día tenemos conversaciones en las que sabemos que la parte con la que hablamos no entiende el argumento no porque no sea capaz de entenderlo, sino porque no va a conceder que lo ha entendido. Quizá lo ha entendido pero, ¿cómo podría decir que lo ha entendido e ir a su trabajo el lunes tan plácidamente? El mundo está lleno de personas en la tesitura de Guillermo de Basquerville al final de El nombre de la rosa.
Funcionariado, corrupción, simplificación del Estado (diputaciones inútiles, competencias duplicadas entre estado central y autonomías).
Muchos temas cuya reforma no es fácil porque quienes tendrían que entenderlo (unas veces la clase política, otras veces la población) no lo van a entender. Y no lo van a entender porque no les conviene entenderlo.