Compro libros. Compro más libros de los que me da tiempo a leer, a veces por puro voluntarismo -me engaño a mí mismo pensando que en el futuro podré leer más libros por unidad de tiempo de los que leo ahora, supongo- y otras veces para habilitar, más adelante, la serendipia. La serendipia de tener en la estantería un libro que, a veces, uno contempla como parte del atrezzo sin prestarle mucha atención hasta que se cruza de nuevo en tu camino para traerte cosas nuevas, conocimientos o aventuras; o ambas.
Les cuento todo esto porque estos días anduve leyendo un libro que compré hace más de una década en una librería de segunda mano, en mi primer visita a Budapest, un tanto imprevista y de la que hoy no vamos a hablar más. El asunto es que en aquel día, hace más de una década, compré una edición de bolsillo de Nation, de Terry Pratchett (Amazon), que ha aguantado sin leer en múltiples estanterías -porque he cambiado de vivienda varias veces entre tanto- durante todos estos años hasta que este verano lo abrí. De Pratchett he hablado en este blog en varias ocasiones a lo largo de los años. Es una de las personas que más me ha hecho reír en mi vida.
Una de las maravillas de ése hábito de comprar libros para dejarlos en el estante es llevarte gratas sorpresas diferidas en el tiempo. Que ocho años después de su muerte yo pueda disfrutar un libro nuevo para mí, como quien abre una cápsula del tiempo, es una encantadora circunstancia. Concedido, a esto ayuda que el autor en concreto haya sido prolífico casi casi al nivel de Anónimo.
El asunto es que uno aprovecha a mirar atrás y a alegrarse de las casualidades: De haber desenpolvado ese librín, de haberlo comprado hace ya muchos años, de haberlo llevado -pero no leído- a Montevideo hace también muchos años, porque de haberlo leído en aquel invierno austral no lo habría disfrutado como nuevo en este verano septentrional de 2023. Irrelevancias concatenadas, estarán pensando. Y no les faltará razón, pero son mis irrelevancias concatenadas.
A todo esto no les he dicho nada del libro. Es un libro ajeno a Mundodisco, si les sirve de algo, así que no aparecerá nunca listada dentro de sus obras más memorables. Pero seguirá ahí como una pequeña gema para quien la quiera encontrar.