Mauritania teme al Islam más extremista, y es ahí donde hay que encuadrar la lucha por controlar las mezquitas y el relanzamiento de guerra contra alQaeda del Magreb Islámico en la que Mauritania y Mali unen fuerzas, apoyadas por Francia mientras Algeria, cuya acción desmanteló los grupos de alQaeda en el norte del continente y amenaza con fragmentar el continente en dos, recela del apoyo francés a sus vecinos del sur; quizá porque sus últimos éxitos les impide contemplar la división práctica del continente a manos de estos grupos ligados a alQaeda.