Yo que no me fío de nada y que ya he visto cómo las patentes de software han sido rechazadas por el europarlamento en varias ocasiones (lo que en sí mismo implica que tras ser rechazada alguien se ha empeñado en volver a levantar el tema) ya lo dije hace escasas tres semanas: La guerra de las patentes sigue abierta y amenaza más que nunca al Software Libre, algo que pudimos leer en la EFF.
Ahora vía Juan Tomás nos enteramos que el frente europeo también ajusta sus posiciones: Nos quieren meter las patentes en dos semanas ignorando la única institución democrática europea.
Y luego quieren que vote Sí a la constitución. ¿Para qué? ¿Sí a esta Europa antisocial que pretende revivir la farsa hipócrita de «todo para el pueblo pero sin el pueblo»? Ni hablar.
Esta acción deja claro (una vez más) que con el ultracapitalismo globalizante campando a sus anchas diferenciar entre lo que se legisla a un lado y otro del atlántico no tiene sentido. Cuando unas pocas multinacionales campan a sus anchas por el mundo la nacionalidad y el idioma carecen de importancia; manda la divisa.